NotMid 24/05/2024
EDITORIAL
Europa afronta desde hoy las que se presentan como las elecciones al Parlamento Europeo más importantes de la historia de la UE. El continente vive momentos de extrema incertidumbre sobre su futuro, con una agresión de Rusia que amenaza los valores de libertad y democracia que definen Europa, con el crecimiento de los movimientos iliberales en todos los países y con la polarización como estrategia política de muchos dirigentes que deberían buscar puntos de unión y consenso, y no la división y el enfrentamiento. Esto, unido a los retos que suponen la inmigración, la transición energética, la pérdida de influencia en el mundo global o la crisis demográfica, dan a estos comicios una importancia casi existencial.
Ninguno de estos desafíos son ajenos a España, donde las elecciones van a dirimir el liderazgo político nacional cuando aún no se ha cumplido un año de las elecciones generales que mantuvieron a Sánchez en el poder a cambio de amnistiar a los responsables del 1-O. La polarización, simbolizada por el «muro» que levantó Pedro Sánchez en su investidura para dividir a los españoles en buenos y malos, se somete a examen. Igualmente lo hacen los mensajes críticos con Bruselas que muchas veces rozan el euroescepticismo, como ocurre con formaciones como Vox o Podemos.
Los sondeos anticipan una fuerte subida de los extremos de este tipo en la Eurocámara, como explica hoy nuestro Primer plano. La crisis inflacionaria que ha disparado el coste de la vida, las olas migratorias y el malestar en el campo han dado aliento a los populismos. Son parte de la realidad europea de nuestros días, y de la relación que los dirigentes comunitarios establezcan con estos movimientos dependerá el futuro del continente. La favorita para presidir la Comisión Europea, la candidata del Partido Popular, Ursula von der Leyen, estableció ayer los límites para el entendimiento: ser proeuropeo, pro-Ucrania y pro-Estado de Derecho. Era una clara referencia a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, llamada a jugar un papel determinante en el escenario que se abrirá después de las elecciones. Meloni tendrá que demostrar hasta qué punto respeta el marco comunitario.
Un fuerte aval a las fuerzas extremistas dentro de dos semanas sería una pésima noticia y tendría serias implicaciones para el modelo europeo. Al enfrentamiento y la polarización deben enfrentarse modelos constructivos, con mirada de futuro y capaces de afrontar unidos la invasión rusa de Ucrania. También en España. Los sondeos dan una cierta ventaja al PP de Alberto Núñez Feijóo y los síntomas de descomposición del bloque de la investidura de Sánchez son evidentes, pero quedan por delante dos semanas de campaña que son determinantes, también, para el futuro político de España.