La trama familiar maniobró en 72 horas para blanquear las ganancias de las mascarillas en un apartamento en primera línea de playa
NotMid 02/03/2024
OPINIÓN
QUICO ALSEDO/ GEMA PEÑALOSA
«La verdad, me impresiona todo esto que estoy leyendo en la prensa, porque nunca imaginé que el tal Koldo pudiera hacer algo tan sofisticado», comentaba estos días a EL MUNDO un empresario cercano a la trama en torno al ministro Ábalos, y amigo de varios imputados en la trama de presunto cobro de comisiones. «Le he visto cinco o seis veces en mi vida… Y la verdad es que siempre hubiera dicho que era inimaginable que hiciera algo tan complejo, pero…».
En un rincón del Mediterráneo existe una prueba de que esa sofisticación -la Guardia Civil (GC) tendrá que determinar si construida por él mismo o con ayuda externa– era posible. En concreto en un espigón de Benidorm que se adentra en el mar y que justamente divide la costa de la ciudad entre la parte más moderna, a la derecha, y la más antigua.
Allí, en la plaza Santa Ana de la localidad, un edificio casi se adentra en el mar, y su foto refulge en los informes de la UCO que integran el sumario de la causa, al que ha tenido acceso este diario.
El inmueble del segundo piso, puerta 1, en ese número 3 de la Plaza Santa Ana, es la prueba del, creen los agentes, muy planificado blanqueo en el Caso Koldo. Y más en concreto cómo lo pagó el titular de la trama, comprándolo para su hija el 10 de marzo de 2022 gracias al intrincado movimiento de hasta 13 montantes económicos en sólo tres días. Y usando, creen tanto los investigadores como el juez Ismael Moreno, que instruye la causa en la Audiencia Nacional, el botín de las comisiones de las mascarillas.
Con precisión suiza, el ex portero de prostíbulo y todo su entorno ejecutaron el plan para movilizar un total de 115.000 euros y comprar el piso, pequeño pero en primera línea de mar, sin tener que pedir dinero prestado a ningún banco, resaltan los guardias civiles de la Unidad Central de Intervención.
Con una guinda: al final aparecieron como por ensalmo 11.500 euros de «origen desconocido». García, su mujer y sus hermanos manejaban de pronto tanto dinero en sus cuentas, e incluso en cash, que probablemente pensaron que nadie se fijaría en ese último dinero que apareció de ninguna parte, con el que terminaron de pagar el piso con cuatro cheques, y escriturarlo a nombre de su hija, Erika Uriz García (en los documentos de la Guardia Civil la menor aparece siempre con el apellido materno primero).
Los movimientos se producen entre Koldo, su mujer y sus hermanos Joseba y Andoni
La cuenta de la niña contaba apenas 13.973 euros una semana antes de la compra, pero entre el 8 y el 10 de marzo su saldo se infló hasta los 110.023 euros gracias a un total de nueve traspasos, fruto a su vez de un rosario de movimientos previos, todos ejecutados en esos tres días.
El martes 8 de marzo de 2022 Koldo recibió dos transferencias de sus hermanos, que según los agentes le han ayudado a esconder los beneficios de las comisiones cobradas. Joseba, también imputado -según la GC ingresó en sus cuentas 267.775 euros en efectivo entre 2020 y 2022-, le traspasó 15.000 euros. Andoni, por su parte, le ingresó 21.500 -bajo el epígrafe «préstamo Aita»-. Ese mismo día, además, Koldo y su mujer, Patricia Uriz, arrancan la operativa para llenar la cuenta de la niña transfiriéndole él 15.000 euros y ella 10.000, y de paso ingresan en sus cuentas propias 8.400 euros en efectivo, que los agentes tampoco tienen muy claro de dónde salen.
Un día después Patricia Uriz sigue engordando el saldo de la cuenta para comprar el piso, con 30.000 euros en dos traspasos de 15.000.
Y el jueves 10, el día de la propia compra, se produce la cascada de movimientos en una mecánica habitual del blanqueo dirigida a convertir dinero obtenido ilícitamente en bienes legales.
Ese día Joseba García le traspasa a su hermano 25.000 euros en tres golpes. Koldo mete en la cuenta de la niña 40.000 euros en cuatro movimientos. Patricia, otros 1.050. Entre ambos sitúan 90.000 euros, que aparecen en efectivo, en la cartilla a nombre de Erika.
Al final aparecen 11.500 euros de origen «desconocido», al igual que otros 90.000 de todo este tracto económico
De la que salen esa misma jornada 103.500 euros para los cuatro cheques con que se paga el inmueble, completados con esos 11.500 euros antedichos.
Pero el dinero no dejaba de manar, sin un origen definido, en el entorno de Koldo García, que aún figurando como asesor en el Ministerio de Transportes y miembro de los consejos de Puertos del Estado y Renfe Mercancías, no generaba ni de lejos los 1,5 millones de euros que movió en sus cuentas entre 2017 y 2020, según los investigadores.
Ese mismo jueves, 10 de marzo, Auxiliadora Luque, pareja de Joseba García, le transfería a éste 40.000 euros en dos paquetes de 35.000 y 5.000, en concepto de «préstamo».
Aparte de toda la apariencia de ilegalidad, la GC pone el acento en esos 90.000 euros donados: de ellos hay, dicen, asiento «notarial», pero «no se ha encontrado movimiento bancario alguno en el que se disponga o ingrese el citado dinero». Es decir, que aparecen de la nada.
El blanqueo, en fin, estaba sin duda planificado, concluyen los agentes. Pero al final bastaba que las autoridades prestaran la más mínima atención para que el castillo de naipes se desmoronara.
DEMASIADO DINERO EN EFECTIVO
- EL BLANQUEO. Los agentes constatan en su informe que en 2020 los pagos y gastos de Koldo García y su pareja «se incrementaron de forma notoria, si bien resultó llamativo que sus disposiciones [salidas] de dinero en efectivo procedentes de sus cuentas disminuyeron considerablemente». Es decir: gastaban lo que habían trincado y no tenían que sacar de sus cuentas. Eso, dicen, «denotaría indudablemente la existencia de otra fuente financiera desconocida».