Valery Meladze, cantante ruso de origen georgiano, se ha visto envuelto en una polémica que podría privarle de su ciudadanía rusa por no posicionarse claramente sobre la guerra de Ucrania
NotMid 07/01/2023
MUNDO
Quién. Valery Meladze (Batumi, 1965). Cantante y artista emérito de la Federación Rusa. En 1997 tenía que actuar en Eurovisión, pero se puso enfermo y en su lugar lo hizo Alla Pugachova, otra artista represaliada actualmente.
Qué. Durante un concierto en Dubai, un asistente le gritó ‘¡viva Ucrania!’ pidiéndole que respondiese diciendo ‘¡viva los héroes!’. Lo hizo susurrando. En Rusia piden quitarle la ciudadanía. En Ucrania lo acusan de equidistante.
Fue una estrella para rusos y ucranianos. Para nacionalistas, críticos e indiferentes. Ahora desde las filas del putinismo piden privar a Valery Meladze de la ciudadanía rusa. Y los ucranianos lo ven como un pusilánime. Su delito: responder “¡Gloria a los héroes!”, cuando alguien le gritó “gloria a Ucrania“, completando así un clásico lema patriótico ucraniano.
Ocurrió el 3 de enero en un concierto en Dubai. Meladze le pidió al insistente espectador que se calmara, porque “aquí estamos fuera de la política”, y continuó actuando. Pero la avería ya estaba hecha. Políticos y figuras públicas cercanas al Gobierno ruso se alzaron en armas contra Meladze.
El jefe del partido Rusia Justa-Por la Verdad, Sergei Mironov, calificó lo sucedido como “digno de condena” y propuso privar al músico de todos los premios y títulos. Desde el mismo partido Elena Drapeko pidió que a Meladze se prohiba la entrada al país. Más lejos fue la entidad Ejército de Defensores de la Patria, que escribió una carta a la Fiscalía General pidiendo verificar si Meladze recibió legalmente la ciudadanía rusa. Saben dónde atacar: resulta que aunque es una estrella de la canción rusa, es nativo de Batumi (Georgia), y vivió en Ucrania durante mucho tiempo. De hecho comenzó su carrera musical en la ciudad ucraniana de Nikolaev como parte del grupo de pop-rock Dialog y luego trabajó con artistas ucranianos, incluido el grupo ViaGra, formado en Kiev. No son las mejores credenciales en la situación bélica actual.
Con el inicio de la guerra canceló sus conciertos en Rusia, un país donde la muerte civil es la divisa habitual de castigo para los que incomodan al régimen. Así que en poco tiempo entró en las “listas negras” de artistas. Aun así se las apañó para tomar parte en fiestas corporativas en Rusia, unos eventos tradicionalmente muy bien pagados.
Meladze ha intentado apagar la controversia con unas cucharadas de pacifismo y unas gotas de equidistancia: “No puedo ni quiero odiar a nadie, y no trato de complacer a nadie”, proclamó. Y en efecto, todo el mundo ha quedado descontento. En redes sociales lo han señalado como una “simpatía de sólo la puntita”. Y eso que Meladze fue uno de los primeros músicos de habla rusa que habló sin ambigüedades contra la guerra. Pero durante estos meses casi no apareció en público y no se pronunció sobre el tema de la guerra.
En realidad, esta es en gran parte la razón por la cual su susurro, alejando incluso la boca del micrófono, de un tenue “¡gloria a los héroes!” fue tomado tan a la tremenda. “Uno de los principales héroes del pop de los últimos 30 años, igualmente popular entre varias generaciones de oyentes en Rusia y Ucrania, habló varias veces con mucho cuidado y continuó actuando en eventos privados y también fuera de la Federación Rusa… y un público comprometido esperaba de él declaraciones más transparentes, a favor o en contra”, escribe el periodista Nikolai Ovchinnikov. Muchos artistas rusos han buscado refugio en esta ambigüedad, sin tomar una posición clara, prefirieron callar o hacer como si nada.
Hasta ahora “la música pop rusa siempre ha sido una alternativa ética y estética a la burocracia y el arte de protestar”, explica Ovchinnikov. La guerra hace temblar esos cimientos.
Agencias