Tailandia ha declarado el estado de emergencia y los militares golpistas de la aislada Birmania han lanzado una petición de ayuda internacional
NotMid 28/03/2025
ASIA
Un fuerte terremoto de magnitud 7,7 con epicentro en Birmania sacudió el viernes varios países del Sudeste Asiático. Desde Naypyidaw, la capital birmana, los medios locales y agencias han informado sobre edificios y puentes derribados, así como de grandes grietas en las carreteras.
Uno de los hospitales más grandes de la ciudad está colapsado y los médicos están atendiendo en la calle a los heridos. Las autoridades todavía no han reportado oficialmente víctimas mortales, aunque en otras ciudades como Taungnoo, al sur de la capital, varios testigos informan de al menos tres muertos tras el derrumbe de una mezquita.
En publicaciones en redes sociales desde Mandalay, la segunda ciudad más grande del país, se podían ven edificios derrumbados y escombros esparcidos por las calles. Algunos vídeos grabados en el aeropuerto de esta urbe mostraban escenas caóticas de pasajeros evacuando la terminal mientras sonaban ruidosas alarmas por el terremoto.
Unas horas después del terremoto, la Junta militar que gobierna Birmania desde el golpe de Estado de 2021, lanzó una petición de ayuda internacional y declaró la “situación de emergencia” en una franja del centro del país, incluyendo grandes ciudades como Naypyidaw, hogar de los principales militares golpistas. En estos momentos, hay grandes regiones birmanas que están en manos de los grupos étnicos que luchan contra el ejército.
El seísmo también ha agitado a la vecina Tailandia En Bangkok, muchos residentes salieron en masa de los edificios cuando comenzaron los temblores a mediodía. En las redes sociales rápido se hicieron virales varios vídeos del agua de las piscinas de los rascacielos salpicando desde las azoteas.
Los primeros informes apuntaban a que había 43 trabajadores atrapados bajo los escombros de un rascacielos de 30 pisos que estaba en construcción cerca del popular mercado de Chatuchak, uno de los puntos turísticos más concurridos los fines de semana en la capital tailandesa.
Después, las autoridades locales precisaron que decenas de obreros habían sido rescatados y que al menos dos personas habían muerto después del derrumbe del edificio. Pero los rescatistas señalaron a los medios presentes en el lugar que todavía había un “número desconocido” de personas atrapadas. Algunos servicios del metro de de Bangkok fueron suspendidos. La primera ministra, Paetongtarn Shinawatra, declaró el estado de emergencia.
En las provincias sureñas chinas de Yunnan y Guangxi, que limitan con Birmania, los medios locales informaron que también sintieron con fuerza el seísmo. En esta zona, la actividad sísmica es habitual debido a que se encuentra encima de varias placas tectónicas en un estado de compresión constante.
El primer temblor se produjo a las 12.50 hora local a 16 kilómetros al noroeste de la ciudad birmana de Sagaing, a una profundidad de 10 kilómetros. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) Una réplica de magnitud 6,4 golpeó la región unos 12 minutos después del terremoto inicial.
“Todos salimos corriendo de la casa cuando comenzaron los temblores. Presencié el derrumbe de un edificio de cinco pisos. En mi barrio, todos están en la calle y nadie se atreve a volver a entrar en los edificios“, cuenta a Reuters un residente de Yangón, el centro económico de Birmania. “El edificio se balanceaba. El temblor fue extremo y duró entre tres y cuatro minutos. Ahora no tenemos electricidad, aunque normalmente sólo tenemos corriente apenas 12 horas diarias”, relata otro vecino.
Birmania se encuentra cerca de una zona de alta actividad tectónica por la presión entre la placa del subcontinente indio, al sur, y la euroasiática, al norte. La información sale a cuentagotas desde este país, aislado y aturdido por una sangrienta guerra civil.
Después del golpe militar de febrero de 2021, Birmania fue arrastrada a una crisis humanitaria que se fue agrandando según fueron avanzando los combates entre el ejército y los grupos rebeldes. Un informe reciente de la ONU denuncia que la guerra ha desplazado a más de 3,5 millones de personas y que en las cárceles birmanas hay miles de opositores que están sufriendo torturas.
Agencias