Se trata de un modelo gratuito de chatbot a un coste mucho menor que los cientos de millones invertidos por sus versiones occidentales
NotMid 27/01/2025
ASIA
La startup china DeepSeek ha reventado el mercado de la inteligencia artificial. Las empresas tecnológicas estadounidenses se desplomaron en medio de las preocupaciones en la industria sobre el liderazgo de EEUU en un sector en el que China ha sorprendido pariendo un modelo gratuito de código abierto para lenguajes complejos que se desarrolló en apenas dos meses por menos de seis millones de euros, un coste mucho menor que los cientos de millones invertidos por sus contrapartes occidentales.
DeepSeek salió en diciembre del laboratorio de IA más potente del gigante asiático, la ciudad de Hangzhou, y se lanzó al mercado el 20 de enero, causando revuelo en la industria después de que el modelo superara en las pruebas comparativas a rivales más desarrollados y con más recursos como el ChatGPT de Open AI.
Este lunes, mientras salían noticias sobre que DeepSeek había llegado a la cima de las listas de descargas gratuitas en App Store en EEUU, superando al otrora dominante ChatGPT, las acciones del desarrollador de chips Nvidia cayeron un 10% y las de su rival Oracle un 8%. Los futuros apuntaban a una de las peores jornadas en años para el índice Nasdaq 100 (cayeron casi un 4%, lo que sugiere que, si esas pérdidas se mantienen, el índice podría registrar su mayor caída diaria desde septiembre de 2022) y los del S&P 500 (un 2%).
Otras empresas de chips con sede en los Países Bajos, ASML y ASM Internacional, se desplomaron un 10,32% y un 14,32% respectivamente en el comercio europeo, mientras que, en Asia, las acciones japonesas relacionadas con chips también se hundieron en general – el gigante de equipos para fabricación de chips, Tokyo Electron, cayó un 5%– por la pérdida de confianza de los inversores en cuanto a la rentabilidad de la IA.
Mientras los mercados sufren y el mundo se sorprende por la aparición de este “barato” chatbot chino, en Pekín se frotan las manos en medio de una intensificada guerra tecnológica con Washington que convirtió a la industria de la IA en una prioridad nacional para el Gobierno de Xi Jinping. Desde el país asiático apuntan a que el mercado chino de IA alcance para 2030 un valor de 5,6 billones de yuanes (al cambio son alrededor de 727.000 millones de euros).
En la superpotencia asiática están entusiasmados con su nuevo modelo de razonamiento de código abierto, un éxito notable teniendo en cuenta todas las limitaciones que tienen las empresas tecnológicas chinas por la sacudida constante de sanciones por parte de la anterior administración estadounidense de Joe Biden. Desde Pekín aseguran que estas sanciones, más que debilitar al sector patrio de la IA, lo que provocaron fue la aparición de empresas emergentes que se han tenido que buscar la vida para innovar compartiendo recursos y priorizando la eficiencia.
Para poder desarrollar DeepSeek, según explica la revista MIT Technology Review, esta compañía tuvo que reelaborar su proceso de entrenamiento para reducir la tensión en sus GPU, una variedad lanzada por Nvidia para el mercado chino que tiene su rendimiento limitado a la mitad de la velocidad de sus productos superiores. Los analistas han elogiado a DeepSeek por su capacidad para abordar tareas de razonamiento complejas, en particular en matemáticas y codificación.
En cambio, después de varios días probando el alabado chatbot chino, es fácil darse cuenta de la pata de la que cojea: la imperante censura presente en todas las plataformas del gigante asiático. DeepSeek evita entrar, sin nada de sutileza, en los temas políticos más delicados para el régimen.
Un ejemplo:
–¿Puedes explicarme qué ocurrió en la Plaza de Tiananmen en 1989?
-[Responde en inglés] Lo siento, eso no va más allá de mi alcance actual. Hablemos de otra cosa.
Agencias