La prioridad de los próximos seis meses será la seguridad y Defensa, confiando en que Hungría y Turquía ratifiquen la entrada del país y de Finlandia en la OTAN en las próximas semanas
NotMid 12/01/2023
EUROPA
La presidencia rotatoria del Consejo de la UE es un anacronismo que muchos en Bruselas no acaban de entender. Cada seis meses, uno de los 27 asume la dirección y se encarga de la agenda, de coordinar y presidir las reuniones, de redactar los textos, de buscar los consensos y anunciar los acuerdos. Las hay más o menos eficaces, pero el objetivo es que todas las sensibilidades estén sobre la mesa y que no sean siempre las mismas manos y voces las que se impongan. Generalmente se trata de algo rutinario. No da poder, pero sí presencia, además de muchos dolores de cabeza. Suecia cogió el testigo checo el 1 de enero, y aunque sobre el papel debería ser una más, muy cargada con 350 dosieres abiertos, llega en un momento único para el país, atrapado en el ojo del huracán geopolítico.
En Estocolmo la sensación de presión es muy real. La de Moscú, tanto por la invasión de Ucrania, que se siente muy cercana, como por la campaña constante de desinformación, injerencia y amenazas, mediante la propagación de mentiras para desestabilizar, los ciberataques, la violación de su espacio aéreo o la presencia de buques con armas hípersónicas cerca de sus costas. “Llevamos mucho tiempo avisando de la injerencia rusa en política doméstica. Hay un patrón en su comportamiento. El martes lo vimos con mentiras sobre armas nucleares en medio de su guerra y ante nuestra entrada en la OTAN. Era obviamente fake, incorrecto, nada que ver con lo dije hace unos días”, explica el primer ministro del país, el conservador Ulf Kristersson, en un encuentro con corresponsales europeos en su oficina, en Estocolmo.
Moscú propagó, y sus canales difundieron logrando permear por todo el continente, que Suecia se mostraba dispuesta a tener en su territorio armas nucleares, cuando el mensaje de Kristersson era muy diferente, diciendo que ni ellos ni sus vecinos lo contemplaban. “En momentos de tanta polarización la desinformación es muy peligrosa. Suecia, nuestros países vecinos y el resto de Europa están amenazados por la guerra híbrida de Rusia. El otro día, los servicios de seguridad advirtieron sobre más y más espionaje. Ahora, los medios rusos están difundiendo pura desinformación sobre lo que dije en mi discurso en Sälen”, lamenta el primer ministro.
Si esa amenaza llega del norte, dese el sur también hay fricciones. Ankara sigue sin dar su luz verde para que el país, junto a Finlandia, entren formalmente en la OTAN. En julio, en Madrid, se desbloqueó el inicio de negociaciones, pero Turquía es junto a Hungría el único país que no ha ratificado parlamentariamente la entrada. Erdogan exige que Suecia cambia su sistema de arriba abajo, más allá de la legislación prevista, para extraditar inmediatamente a una lista de nacionales turcos reclamados por terrorismo. “Los avances en el memorando trilateral con Finlandia y Turquía van muy bien. Hemos hecho ya todo lo que prometimos en julio y reconocemos el hecho de que hay actividades en suelo sueco que pueden ser peligrosas para otros países, y que Turquía ha sido muy golpeada por el terrorismo. Las conversaciones van bien y ellos lo confirman. Nuestra legislación es muy clara, son los tribunales los que deciden sobre extradiciones, no podemos cambiar eso porque seguimos convenciones internacionales. Los límites están la Constitución, es un hecho conocido y que no debería empañar que todo va bien”, añade el primer ministro dejando la pelota en el tejado turco.
Pero no es sólo eso. Su presidencia llega con temas calientes en materia migratoria, un asunto clave para un país que desde 2015 ha aceptado a cientos de miles de refugiados. Se encargará del Ecofin con miedo a una recesión global y en medio de una crisis energética. El Gobierno sueco anunció este miércoles que va a aprobar la legislación necesaria para permitir la construcción de más centrales nucleares. Llegaron a tener 12 reactores, quedan seis operativos, pero ante la volatilidad de los precios y los miedos al desabastecimiento han decidido apostar por la nuclear.
Y está el temor a la vuelta de la pandemia y los controles tras lo que está pasando en China, la herida abierta en materia de Estado de Derecho, tras aprobarse hace unas semanas por primera vez en la historia la congelación de fondos de Cohesión asignados a Hungría, por no decir los choques con Washington y su ley de subsidios, algo que ha forzado una Cumbre extraordinaria de los jefes de Estado y de Gobierno el mes que viene para decidir cómo responder, cómo relajar las ayudas de Estado y si crear un Fondo Soberano europeo.
Suecia tiene cuatro prioridades para los próximos seis meses: seguridad y Defensa, transición verde, competitividad de las empresas y Estado de Derecho. Pero como reconoce la ministra de Asuntos Europeos, Jessika Roswall, la “prioridad principal es y será la guerra de Ucrania”. El país tendrá que lidiar con una presión creciente para poner en a agenda el inicio de las negociaciones de adhesión de Ucrania, algo delicado. “Es un proceso, paso a paso, esperamos al informe de la comisión y habrá que analizarlo luego”, desvía el ministro de Exteriores, Tobias Billström. Con el debate de si enviar o no masivamente tanques a Kiev, ahora que Polonia ha anunciado su decisión, y cómo aumentar la ayuda ahora que la fatiga se empieza a notar y Rusia vuelve a ganar terreno por primera vez desde julio.
Suecia cree que “la UE ha probado su capacidad de gestionar crisis. Es una habilidad absolutamente crucial, pero no es suficiente. Hay que volver a las viejas ideas sobre cómo construir bien el éxito”, afirmó Kristersson este miércoles. Y eso implica “menos regulación, pero más inteligente”. Una agenda de competitividad global más agresiva. Y mantener, al precio que sea, la unidad. Durante décadas las referencias a la unión han sido retóricas, narrativas, pero con el enemigo a las puertas, y otros luchando y muriendo, se ha convertido, de verdad, en una cuestión de supervivencia y en un reto que va mucho más allá de cualquier presidencia rotatoria. Y la siguiente es la de España.
Agencias