Riad ve una oportunidad de ejercer influencia en Siria ante tras la retirada de su rival regional, Irán, que apoyaba al derrocado Asad.
NotMid 02/01/2025
MUNDO
La nueva administración siria se ha embarcado en intensos contactos diplomáticos con gobiernos de la región y socios europeos, en un intento de buscar apoyos para el proceso de transición y reconstrucción del país tras 13 años de guerra, que culminaron con el derrocamiento del régimen de Bashar Asad. Altos cargos del nuevo Gobierno interino designado por Ahmed al-Sharaa -el comandante de la milicia Hayat Tahrir Al Sham (HTS) que capitaneó la ofensiva relámpago contra Asad- han viajado este jueves a Riad para abrir una “nueva y brillante página” con Arabia Saudí, en su primera visita al extranjero desde la caída del expresidente sirio.
“A través de esta primera visita en la historia de la Siria Libre, aspiramos a abrir una nueva y brillante página en las relaciones sirio-saudíes que se ajuste a la larga historia compartida entre los dos países”, declaró en un comunicado el ministro de Exteriores sirio, Asaad Hassan al Shibani.
El recientemente designado jefe de la diplomacia siria dirigió en el último lustro un departamento de gobierno en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, último cantón opositor a Asad antes del asalto contra el régimen. Shibani viajó acompañado del ministro de Defensa, Murhaf Abu Qasra, antiguo ingeniero militar de HTS y responsable de crear la unidad de drones de la milicia. Al encuentro también acudió el nuevo jefe de los servicios secretos, Abas Khattab, una polémica figura que desempeñó cargos de inteligencia en el Estado Islámico y en la antigua filial de Al Qaeda en Siria, Al Nusra.
Los analistas apuntan a que Damasco busca calmar los temores de Arabia Saudí sobre el rumbo que tomará el país, en particular su disposición a combatir grupos islamistas radicales como el Estado Islámico. Siria por su parte, necesita un nuevo socio para el comercio de petróleo y gas, tras perder a su principal financiador, Irán, que apoyaba al régimen de Asad. A ello se le añade la tarea titánica de reconstruir las infraestructuras del país y relanzar la economía, trabajo por el que necesitará un enorme apoyo financiero exterior.
Para ello Arabia Saudí podría intentar impulsar su influencia en Siria después de que Irán se haya retirado del territorio, con un Eje de la Resistencia debilitado -grupos paramilitares que operan en la región bajo la influencia de Teherán- tras la caída de Asad y las guerras en Gaza y Líbano. En una entrevista con la emisora saudí Al Arabiya, el líder de facto Ahmed al Sahara dijo que Riad “sin duda tendrá un papel importante en el futuro de Siria” y señaló que la nueva etapa tras Asad presenta “una gran oportunidad de inversión para todos los países vecinos”.
Si bien Arabia Saudí expresó “su más firme apoyo” al nuevo Gobierno sirio tras la caída de Asad, no envió una delegación de alto nivel a Damasco como sí han hecho las administraciones de Turquía, Qatar y Jordania, algo que se ha interpretado como una señal de cautela por parte de Riad. Sin embargo, horas antes de recibir la visita de la administración siria este jueves, Arabia Saudí lanzó un puente aéreo humanitario de alimentos y suministros médicos para “aliviar los efectos de las difíciles condiciones que enfrenta actualmente el pueblo sirio”, señaló la agencia de noticias estatal Saudi Press.
Se espera que en pocas semanas se pueda abrir un corredor terrestre para continuar con el envío de ayuda humanitaria que necesita el 70% de la población, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El organismo internacional alertó de que la infraestructura civil está en ruinas y condiciona la recuperación del país, particularmente los hospitales, de los cuáles la mitad están fuera de servicio. Mientras, la prensa saudí especula que ambos países podrían pactar un acuerdo de comercio de petróleo. El reino del Golfo también ha sido una de las voces más críticas con los ataques aéreos e incursión terrestre israelí en territorio sirio, que calificaron de “sabotaje” del proceso de transición. Riad expresó “condena y denuncia” del “continuo saboteo de los intentos de restablecer la seguridad y la estabilidad en Siria”
Arabia Saudí se había embarcado en los últimos años en un proceso de acercamiento al régimen de Bashar Asad y ahora se ha visto obligado a dar marcha atrás y recalcular sus relaciones con el país mediterráneo. Hace dos años ejerció influencia para que la Liga Árabe readmitiera al ex presidente sirio e intentó mediar con Washington para conseguir un alivio de las sanciones estadounidenses contra el régimen de Damasco.
En 2024 recibió una visita de Asad -en su primer viaje oficial al extranjero desde el inicio de la guerra en 2011- y Riad decidió reabrir su embajada en Damasco como gesto de acercamiento. La reapertura se produjo tres meses antes de que milicias opositoras lanzaran una ofensiva relámpago que supuso el fin de una dinastía de cinco décadas.
Agencias