Después de las infamias de Trump, la puñalada más vil contra este cómico tan serio es la visita de Sánchez
NotMid 21/02/2025
OPINIÓN
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
Después de las infames calumnias de Trump contra Zelenski, idénticas a la propaganda de Russia Today -que es versión putinesca del manual antisemita Los protocolos de los sabios de Sión, urdido por la Policía del zar-, el golpe más avieso contra el presidente ucraniano -al que, recuérdese, se le ofreció un avión para huir con su familia cuando los carniceros rusos decían que en una semana tomarían Kiev, y que decidió quedarse a compartir la suerte de su pueblo-, la puñalada, insisto, más vil contra este cómico tan serio es la visita de Sánchez. Uno puede estar preparado para resistir cañones y tanques, pero no la insidiosa aparición de la sarna o de la lombriz intestinal.
Si realmente quiere apoyar a Zelenski contra este renovado Pacto de Varsovia al que se han sumado los USA bajo la mirada del príncipe saudí Bin Salman, acusado, bah, de raptar en su embajada, asesinar y descuartizar al periodista Khashoggi, mérito indudable para unirse al nuevo Ejército Rojo, el presidente del Gobierno español lo tiene fácil. Primero, cumplir con el compromiso de defensa de España, elevando al 2% previsto el 1,2% actual, tirando, para empezar, de los fondos europeos, que en un 80 % no ha sido capaz de utilizar. Si la prioridad de la UE es reforzar su defensa y construir un ejército real, no una ONG para el tercer mundo al dictado de la ONU, esos fondos deberían ir para ese fin. Al margen de los futuros Presupuestos.
En segundo lugar, Sánchez debe dejar de comprar cada vez más gas natural a Putin, que, fuera del petróleo, es lo que permite a un país arruinado como Rusia mantener una guerra que es incapaz de ganar a un enemigo mucho más pequeño, pero heroicamente motivado, y en la que durante tres años ha perpetrado todos los crímenes de guerra y de lesa humanidad conocidos y por conocer. Hasta que Trump ha acudido en su ayuda, traicionando todos los compromisos de su país y de la OTAN.
Y, en tercer lugar, que puede ser el primero, Sánchez debería echar de su Gobierno y buscar una mayoría parlamentaria alternativa a los partidos que apoyan a Putin: Sumar, Podemos, Bildu, Junts, ERC, BNG y Compromís, casualmente los mismos que le apoyan a él. Puede pactar con el PP todo lo relativo a Ucrania, aun con Vox en contra, y fijar un adelanto electoral. Si no va a hacer nada de eso, ahórrenos el viaje y la foto. No arrastre más por el fango el nombre de España.