Me parece asombroso presentar a EEUU como una dictadura, como si hubiera más independencia judicial en el TC de Pumpido que en el Supremo de EEUU
NotMid 22/01/2025
OPINIÓN
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
No voy a pedir a estas alturas que los medios del común dejen de hacer el ridículo alanceando a Trump o creyendo que se ha confundido al situar a España entre los BRICS. Entre las cosas que no tienen remedio, con la muerte y los impuestos, está el odio a Estados Unidos, sobre todo, con presidentes republicanos, por parte de los periodistas europeos. Cuando Reagan vino a España invitado por la CEOE, Peridis lo dibujaba como un vaquero con la cruz gamada nazi como espuela. Si a los que realmente impidieron que Europa Occidental fuera una granja nazi o un campo de concentración soviético los trataban así, con el Muro en Berlín, qué esperar de unos medios de comunicación que, desde entonces, han empeorado mucho. Trump será desagradable, pero no tonto. Y sabe que gastamos en Defensa el 1,28% de los Presupuestos del Estado, cuando estamos comprometidos al 2%, la OTAN pide el 3% y Polonia le dedica casi el 5%. El reciente discurso de Sánchez contra el «armamentismo» es típico de un caudillo de los BRICS, como su apoyo al régimen de Maduro y Delcy Rodríguez, su cajera, o a los violadores y terroristas de Hamas contra el Estado de Israel. Desde ZP, la política exterior del PSOE es la del Grupo de Puebla, o sea, la de los BRICS.
Me parece asombroso presentar a EEUU como una dictadura, como si hubiera más independencia judicial en el TC de Pumpido que en el Supremo de EEUU; como si la Ley de Amnistía, los indultos a golpistas y favores a los terroristas fueran como los aberrantes indultos de Trump y los hediondos de Biden. Allí, aplican una ley detestable. Aquí, atacan a la ley. ¿Mejor aquí?
Antes de ir a predicar el pobrismo a Davos, Sánchez truena contra la «tecnocasta» cuando, como jefe de la telesecta acaba de imponer a los presidentes de Indra y Telefónica. Se ataca a los empresarios de Silicon Valley por querer influir en el Gobierno Trump, y aquí el Gobierno Sánchez nombra a los presidentes de esas empresas, tras intervenirlas con dinero público y en su beneficio. Por cierto, primer negocio de Musk: acabar con el apoyo fiscal al coche eléctrico, su Tesla. También firmó Trump, mientras hacía una rueda de prensa libre de 45 minutos, acabar con los molinos que destrozan el paisaje, hacer nuevas presas y llevar agua a California. Pero lo realmente intolerable es rechazar el honor de que Kansas City pague la defensa de París o de Madrid. Hemos tenido que ponerlo en su sitio.