El pacto para los presupuestos en Cataluña ata la gobernabilidad del país a los socios radicales del PSOE
NotMid 02/02/2023
OPINIÓN
El acuerdo entre el PSC y ERC para sacar adelante los Presupuestos de Cataluña ata a Pedro Sánchez de forma definitiva a la mayoría parlamentaria que sostiene al Gobierno de coalición. No estamos ante un pacto puntual en el ámbito del tablero catalán, sino ante el engrase de un bloque que comparte las bases de un proyecto común y un diseño territorial que desbordaría el Estado autonómico. La entente del PSOE con Esquerra, impropia de un partido coartífice de la Transición, consolida una dependencia mutua que supone un paso más en el proyecto de la «España plural» que el presidente construye de la mano de quienes buscan sociedades identitariamente uniformes en sus territorios y de espaldas al centroderecha.
El pacto entre Salvador Illa y Pere Aragonès llega después de que ERC prestara sus votos en las Cortes para facilitar los Presupuestos Generales del Estado para 2023. Se trata de una alianza onerosa para los intereses generales en la medida en que viene precedida de una secuencia de cesiones del Gobierno a los independentistas. A la ficción institucional de la «mesa de diálogo» y el pasotismo ante la vulneración de sentencias judiciales en materia lingüística, hay que sumar el indulto a los dirigentes independentistas condenados por el 1-O en el Tribunal Supremo, la eliminación del delito de sedición y el abaratamiento de la malversación. La erosión al Estado de derecho es fruto de la estrategia de «desjudicialización» impuesta por el partido de Oriol Junqueras y aceptada por el presidente del Gobierno con el fin de blindar su permanencia en La Moncloa. ERC se ha convertido en eje de la mayoría que Sánchez necesita para continuar en el poder y que va ligada a socios radicales que no esconden su anhelo de ruptura de la soberanía nacional. Ese es el bloque que, en realidad, se presentará a las elecciones generales.
Desde el punto de vista autonómico, el nuevo tripartito entre ERC-PSC-Comunes materializa el primer gran pacto entre la izquierda y los independentistas desde el procés. Illa ha auxiliado a Aragonès, cuestionado entre los suyos y con un índice de popularidad en mínimos, facilitándole una estabilidad de dos años hasta las próximas autonómicas. Pese a ser la fuerza más votada en Cataluña, el riesgo del PSC es prestarse a ejercer de muleta de ERC en lo que resta de legislatura. A cambio, los socialistas han logrado transacciones en materia de infraestructuras, entre ellas, una oportuna reforma de El Prat.
Hace 13 años, el tripartito forjó el Pacto del Tinell -para excluir al PP- y una reforma estatutaria germen del proceso secesionista. Por tanto, no es extraño albergar sospechas sobre la doblez de Sánchez dejando la puerta abierta a un referéndum en Cataluña. La unión de intereses entre el PSOE y ERC agrava el riesgo de ruptura de los consensos constitucionales.