NotMid 01/12/2023
EDITORIAL
Pedro Sánchez da un paso más en la crisis con Israel que daña la imagen de España, abre una brecha en la UE y no contribuye a aliviar la tragedia de los palestinos en Gaza. No habían pasado ni 24 horas desde que Exteriores lograba rebajar la tensión -en un encuentro entre los jefes de la diplomacia española e israelí, José Manuel Albares y Eli Cohen- cuando el presidente volvía a acusar a Israel de incumplir el derecho internacional. Como pasó en Rafah, donde cargó contra Israel cuando se esperaba la salida de rehenes por ese paso egipcio, sus palabras llegaron ayer en muy mal momento:después de que un ataque de Hamas dejara tres muertos en Jerusalén.
Netanyahu respondió de manera fulminante llamando a consultas a su embajadora en Madrid, Rodica Radian-Gordon. Se trata de la medida más contundente de protesta diplomática, al retirarse la legación de manera indefinida, e indica el nivel de gravedad que ha alcanzado el choque entre Gobiernos. Es la primera vez que Israel recurre a tal iniciativa contra un país occidental.
El empeño de Sánchez por lograr el aplauso de la izquierda olvidando su posición en la Presidencia del Consejo de la UE puede costarle caro a España en términos de prestigio internacional. Es hora de dar marcha atrás y restablecer lazos con un socio crucial para la paz en Oriente Próximo.