NotMid 21/0672024
OPINIÓN
Las noticias sobre un pacto PSOE-PP sobre el CGPJ suelen ser como el monstruo del lago Ness: un mito que resurge en verano, por la falta de noticias y el éxito infalible del «algo habrá». Sin embargo, en esta ocasión, el monstruo es verosímil, porquelo ha mentado el propio Feijóo. Luego algo hay. Y otra prueba de que las aguas del lago se mueven es la rapidez con que Ayuso ha salido a decir que ese pacto es «el fin de nuestra democracia».
Yo creo que el PP vuelve al verano en que Casado lo había pactado con Sánchez, pero Cayetana, despedida como portavoz, lo denunció en un discurso memorable en la escalinata del Congreso. Y Casado se arrugó. La venganza la vimos después: el pacto con Sánchez para cargarse a Ayuso y la exhibición de papeles falsos sobre su hermano que le filtró la Moncloa.
Pero, en el fondo, lo que supone entregar el CGPJ como «mal menor» es una de las dos líneas en que se debate la derecha desde la Transición: ser sólo complemento o alternativa real a la izquierda. Con Fraga, Suárez, Aznar, Rajoy, Díez, Rivera o Abascal todos los partidos de la derecha se han dividido y a veces oscilado entre aceptar la superioridad moral, vía mediática, de la izquierda o rechazarla frontalmente. Y estos, a su vez, en dos modelos: los que compiten electoralmente, pero se acercan a la izquierda, como Cs, porque en teoría los españoles son de izquierda, y los contrarios a la izquierda y, más aún, a la derecha que pacta con ella, como Vox, aunque esto los arrastre a luchar contra el PP y a servir al PSOE.
Cayetana dijo entonces que la última defensa de la democracia eran la Corona y los jueces. Y lo que dice Ayuso es exactamente lo mismo. Vox ya se ha puesto de perfil en lo que respecta a la Corona, y hay una parte del PP siempre dispuesta a rendirse al PSOE: son los que quieren quedarse sine die en el Ministerio de la Oposición, donde se vive muy bien, esperando que alguna crisis los deje en el poder una temporada. El problema de Feijóo es que el pacto hundiría su liderazgo y mataría al PP como alternativa, que quedaría en manos de Vox y los alvises. El sueño de Sánchez.
Rendir el CGPJ es aceptar su cleptocracia y una justicia bolivariana. Pero entre la plata y el plomo fiscal, unos eligen la plata, mientras Escobar caduca; otros, luchar contra el gánster, a toda costa. Tormenta en el lago Ness.