Lucas Vázquez y Alaba, en el primer balón que tocaba, firman la remontada del Madrid ante un Almería heroico al que solo venció el cansancio. La rotación de Ancelotti no funcionó.
NotMid 14/08/2022
DEPORTES
La Liga es campo minado, incluso para el supercampeón. Un Almería estupendo incluso sin fichajes anduvo cerca de bajar al Madrid del arco del triunfo. Marcó de salida, aprovechando una de esas caídas de tensión que atacan al equipo blanco en el amanecer de los partidos, y resistió luego heroicamente las acometidas de Vinicius, la fuerza armada del equipo. Tardó en salir del trance el Madrid con goles de dos defensas, Lucas Vázquez y Alaba, que convirtió un golpe franco en el primer balón que tocaba, y quedó convencido Ancelotti que las rotaciones deben servirse en pequeñas dosis.
Agosto es un mal trago para la mayoría de los equipos de la Liga porque hay que repartir mucho el tiempo: comprar, vender, darle una mano de pintura al límite salarial y caminar sobre el alambre de las inscripciones mientras se juega. Y los puntos de estas tres jornadas valen lo mismo que en diciembre o abril. Al Almería le ha pillado en esas, con sus grandes figuras, Umar Sadiq y Ramazani, sin saber si se estrenan o se despiden y con media decena de jugadores esperando que el club abra un pasillo financiero que les meta en la Liga. Así que jugó con lo puesto, que es prácticamente lo mismo que le llevo a Primera, categoría que solo había pisado Ely. Y con eso ofreció una imagen excelente que los vengan deberán mantener.
Al otro lado quedó un Madrid libre de esa tensión, más retocado que reformado y presuntamente mejor alimentado del centro del campo hacia atrás que en años anteriores. Lo dijo Ancelotti con su alineación: tres cambios en defensa y dos en el centro del campo, una sacudida de un técnico que toca poco los onces para no estropear nada. Pero prescindir de Modric y Casemiro de un golpe es pisar un cable. Tchouameni aún no le ha tomado la temperatura al equipo y a Camavinga le falta temple.
El gol de Ramazani
Así que el partido comenzó por el lado inesperado. O no tanto, porque los desmayos iniciales del Madrid están diagnósticados pero no suficientemente tratados. Al Almería le bastaron seis minutos para desmentir el catastrofismo de su propietario (aquello de la goleada que se avecinaba). Un Eguaras excepcional toda la noche mandó una pelota a la espalda de Rüdiger y Nacho, que se conocen poco y no adivinaron la arrancada a reacción de Ramazani, que superó con facilidad a Courtois. Un cambio de registro y un partido en ebullición a partir de entonces, porque aquello desató una tormenta del Madrid. Tres remates de Valverde salvados por Fernando, una ocasión de las que no se le van a Benzema que sí se le fue esta vez, un pelotazo de Rüdiger salvado por Kaiky, doce corners y 17 remates en 45 minutos… y un zapatazo de Sadiq, tras error de Tchouameni, que asustó de verdad para que quedase constancia de que el Almería no estaba solo en un lado del campo.
El tiroteo duró casi media hora. A partir de ahí el Madrid moderó su impulso y el Almería encontró mejor refugio. En partidos así resulta imposible no echar en falta a Modric, el futbolista que más mejora la circulación del equipo. Cegado en el centro, donde Tchouameni y Camavinga ofrecían más fuerza que maña, Vinicius se metió el partido en la mochila. Es el eterno maillot de la combatividad en el Madrid. Buscó una y otra vez a Chumi, central obligado a jugar de lateral por la no inscripción de Pozo y Mendes, y encabezó ese asedio del Madrid, que cerca del descanso retomó el fuego de mortero: dos remates fallidos de Benzema, dos paradas de Fernando a intentos del propio Vinicius y Rüdiger y un gol anulado a Lucas Vázquez por un flequillo.
Alaba es un tiro
En el descanso quedó declarado el estado de emergencia: Modric por Camavinga. Una vuelta a los clásicos. Un cambio sustancial, pero el mismo partido: un Madrid vencido a la izquierda que apilaba oportunidades y un Almería con cierta respuesta por parte de su pareja atacante. En diez minutos Fernando, el salvavidas, detuvo tres remates y vio cómo rozaba el palo un centro chut de Vinicius.
A media hora del final Ancelotti tiró de Hazard, que ha perdido la placa del tobillo y ha ganado terreno en la segunda unidad. No fue necesario para el empate. Antes de que apareciera, Vinicius entró como una centella en el área; Fernando le negó el gol pero no evitó que el balón fuese un objeto perdido en el corazón del área y Lucas Vázquez, que está para lo que manden, lo mandó a la red con la izquierda. Todo el Madrid pisaba ya el área de un Almería heroico, pero fatigado y ya en modo muralla.
Ancelotti siguió buscando soluciones en el banquillo y acabó por dar con una inesperada. Metió a Alaba para darle vuelo a la banda izquierda, pero su primera misión fue lanzar un golpe franco. Lo mandó a la red. Eso sí que es un despegue vertical.
Al partido aún le quedó una última vuelta de tuerca. Rubi fue derivando el equipo hacia un 4-3-3 y el Almería tuvo un impulso final. Un remate de Curro fue su última huella en el área de un Madrid que sufrió demasiado donde no lo esperaba. Un aviso para el campeón y una gran noticia para la Liga, que es de todos.
Barcelona cede un empate ante el Rayo en su estreno liguero
El Rayo Vallecano logró sacar un empate a cero del Spotify Camp Nou en la primera jornada de LaLiga Santander a pesar de las múltiples ocasiones de gol de que dispuso el Barcelona, sobre todo en el segundo tiempo, que acabó con 10 jugadores por la expulsión de Sergio Busquets en el añadido.
La más claras fueron un remate al primer toque de Ansu Fati que desvió Stole Dimitrievski en el minuto 65 y un disparo ligeramente desviado de Robert Lewandowski en el 82. Además, al delantero polaco y a Franck Kessié les anularon dos goles por fuera de juego.
Por su parte, el Rayo se hubiese podido llevar el triunfo si Álvaro García hubiera estado más acertado en el tiempo extra de la primera parte en un mano a mano ante Marc-André Ter Stegen. A Radamel Falcao también le anularon un tanto.
Agencias