El presidente ruso asegura que “está dispuesto” a una tregua que “elimine las causas profundas del conflicto”
NotMid 13/03/2025
MUNDO
Vladimir Putin ha pinchado el globo de Donald Trump. Si la negociación que proponía EEUU se basaba en una supuesta “buena voluntad” de Rusia para la paz mientras que era “más complicado hablar con Kiev”, la Casa Blanca va a tener que darle una vuelta. El asesor del presidente ruso, Yuri Ushakov, rechazó la tregua de 30 días firmada entre EEUU y Ucrania porque “daría un respiro temporal” al ejército ucraniano. En una declaración aún más orwelliana a la propagandista rusa Olga Skabayeva, aseguró que un “alto es fuego ahora podría ser un obstáculo para la paz”. Es el comienzo de la negociación “a la rusa”, que incluye todo tipo de tretas, juegos y demoras.
Después de esa declaración, Ushakov, un aliado muy cercano de Putin, se reunió con Steve Witkoff, el negociador estadounidense, que había aterrizado en Moscú por la mañana. Mientras que esa reunión se producía, el autócrata ruso recibía a su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko. En esa rueda de prensa ya no dijo lo mismo que su negociador.
El presidente Vladimir Putin aseguró que Rusia estaba “de acuerdo” con las propuestas estadounidenses de detener los combates, pero dijo que cualquier cese del fuego “debería conducir a una paz duradera y tendría que abordar las causas profundas del conflicto”. El problema es que lo que pide ya era imposible de conceder antes de la invasión, porque va mucho más allá de Ucrania, y difícilmente lo será hoy. En realidad, hay que reconocer que estas peticiones no son nuevas: Putin las ha repetido muchas veces durante años.
George Barros, analista del Instituto de Estudio de la Guerra (por sus siglas en inglés) asegura sobre este movimiento del Kremlin: “Estás cayendo en el lenguaje del Kremlin y en los juegos mentales si piensas que la declaración de Putin significa que aceptó el acuerdo de alto el fuego de 30 días entre Estados Unidos y Ucrania. De hecho Putin rechazó los términos de la propuesta del presidente Trump y ahora está tratando de cambiar el contenido de la propuesta”.
Estas declaraciones, en las que el Kremlin desea cambiar toda la base práctica sobre la que se fundamentan las negociaciones de paz, se producen unas horas después de que el diario The Washington Post publique un informe del FSB (Servicio Federal de Seguridad) sobre las exigencias que Moscú debe poner sobre la mesa de negociación. Son todas maximalistas y de muy difícil aceptación por Ucrania y sus aliados.
Moscú deja claro en dicho documento que Ucrania debe renunciar a la OTAN, que debe reconocer como rusa Crimea, anexionada de facto en 2014, además de las cuatro regiones completas que Rusia invadió parcialmente en 2022 (que ni siquiera Moscú ha conseguido conquistar en su totalidad tras más de tres años de guerra). Además rechaza cualquier despliegue de tropas europeas como contingentes de paz en Ucrania e impone una zona de amortiguación fronteriza entre los dos países, además de una “zona desmilitarizada en el sur” que incluye Odesa. Ese mismo documento impone a Kiev el “desmantelamiento” del gobierno actual.
Ultimatums
Estas exigencias coinciden con los ultimátum anteriores a la invasión a gran escala de Ucrania, en los que se pide también que la OTAN debe retirar sus tropas y armamento desplegados en países de Europa del Este que se unieron a la Alianza después de 1997, como Polonia, Rumanía y los Estados bálticos.
Además, Rusia pide que Estados Unidos y la OTAN se comprometan a no desplegar misiles de alcance intermedio ni sistemas ofensivos cerca de sus fronteras. Otro de los puntos fuertes del documento es la exigencias de neutralidad ucraniana y desarme de su ejército.
El enviado de Donald Trump, Steve Witkoff, También va a reunirse esta noche con Putin en Moscú, “a puerta cerrada”, mientras la Casa Blanca presiona al Kremlin para que acepte este acuerdo tal y como está redactado y acordado por Ucrania.
Mark Galeotti, uno de los mayores expertos sobre la Rusia actual, cree que el Kremlin trata de ganar tiempo y aún no tiene una opinión definitiva sobre la tregua: “En general, creo que la falta de respuesta nos dice mucho sobre el funcionamiento del putinismo tardío, pero no sobre la respuesta del Kremlin a la propuesta de alto el fuego. No estoy convencido de que el propio Putin sepa aún cuál será su respuesta final”.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha reaccionado a las declaraciones rusas: “Y esto confirma una vez más que es Rusia la que busca continuar la guerra y tratará de retrasar al máximo el inicio de la paz. Esperamos que la presión de Estados Unidos sea suficiente para obligar a Rusia a poner fin a la guerra”.
Por su parte, Putin y Lukashenko anunciaron leyes para permitir a los rusos postularse como candidatos y votantes en las elecciones locales bielorrusas y viceversa.
Mientras, en EEUU, varios congresistas cargaron contra el enfoque que está siguiendo Trump en esta negociación. Joe Wilson aseguró que “El criminal de guerra progresista Putin no puede hacerse la víctima. Invadió un país soberano de 40 millones de habitantes, y sus fuerzas se deleitan en un sadismo absoluto”. John Cornyn afirmó que “Putin no quiere la paz. Quiere la conquista”
Agencias