Paracuellos fue una matanza organizada por autoridades republicanas y víctimas y verdugos compartían nacionalidad española
NotMid 07/04/2022
OPINIÓN
ARCADI ESPAÑA
No tiene discusión el acierto del presidente Zelenski al haber elegido Guernica como analogía española del sufrimiento ucraniano y la prueba es que solo lo haya discutido Vox. Como también Fjl, que lo dejó escrito e instruido ayer aquí, Abascal habría preferido que Zelenski utilizara la analogía de Paracuellos. Aunque, por fortuna le perdona la vida que pende de su hilo de twitter porque Zelenksi «no tiene la obligación de conocer nuestra historia». Tampoco la tiene Abascal, ni falta le hace conocerla: su propósito no es la Historia sino la Política, en su lado zafio. Paracuellos fue una matanza organizada por autoridades republicanas y víctimas y verdugos compartían nacionalidad española.
En ella no intervinieron miembros de los comunistas rusos desplazados a España y es llamativo -debería serlo en especial para los objetivos políticos de Abascal- que los más interesados en hacer ver con nulo éxito la mano rusa en el planteamiento ideológico de la matanza sean historiadores del tipo preston, porque harían y hacen cualquier cosa por exculpar a la República de sus crímenes. Pero la inferioridad analógica de Paracuellos no se basa en la ausencia de rusos. Tampoco debe buscarse su virtud en que actuaran comunistas locales. Sería una ofensa innoble llamar comunista a Putin solo porque es un canalla. Es sabido, enfocando ya los reflectores a la Legión Cóndor, que nada se parece más a un nazi que un comunista: por lo tanto es irrelevante que allí actuaran ese tipo de asesinos -rojos- a los que Abascal señala.
La justicia de la analogía de Zelenski, pero aún superficial, es que Guernica fue el resultado de una invasión extranjera y que la tragedia dio origen a un cuadro goyesco de Picasso que se ha convertido en símbolo de la Guerra. La justicia profunda, y solo es profunda porque en los razonamientos españoles suele enterrarse lo elemental, es que Guernica, como Madrid, qué bien resistes, es el símbolo de una agresión asesina: la cometida por el general Franco contra sus ciudadanos y contra la democracia.
La matanza de Paracuellos solo tendría su analogía plausible en una hipótesis: que el Gobierno ruso mostrara cadáveres de hombres que al oeste del Donbás fueron sacados por las fuerzas ucranianas de sus casas, de las cárceles, conducidos a las afueras en autobuses municipales, asesinados en masa y enterrados en fosas comunes. Una de esas acciones en ilegítima defensa que las personas racionales, o sea armadas con la moral de la Razón, se esfuerzan en distinguir de las acciones de agresión ilegítima, porque de esa diferencia se nutren la vida, la seguridad y el progreso de las naciones.
ElMundo