Ven la muerte de Prigozhin como una lección: “Siempre hay que llegar hasta el final”
NotMid 29/08/2023
MUNDO
Un año y medio después de comenzar la invasión de Ucrania, algunos mercenarios neonazis han lanzado un ultimátum a su ‘zar’, Vladimir Putin. La eliminación de Evgeny Prigozhin y el borrado de su grupo de mercenarios Wagner, así como el arresto de un líder ultra en el extranjero pueden poner fin a la ‘alianza ortodoxa’ entre el Kremlin y algunos de sus neofascistas armados.
El grupo paramilitar neonazi Rusich, que apoyó la rebelión de Wagner, ha anunciado que ya no luchará en Ucrania. Acusa al Kremlin de abandonar a su líder, Yan Petrovsky, que fue arrestado el mes pasado cuando intentaba pasar por el aeropuerto de Helsinki, en Finlandia.
Petrovsky, cuyo nombre de guerra es Slavyan, ha sido acusado de crímenes de guerra y los ucranianos quieren llevarlo a juicio para procesarlo por “participar en actividades de un grupo terrorista en el este de Ucrania, en las regiones de Donetsk y Lugansk en 2014 y 2015”. En una entrevista admitió haber matado y quemado a soldados ucranianos desarmados: “Nadie sobrevivió allí, los quemamos y acabamos con todos, quedaron cuatro heridos, pero los matamos a todos, no quedó nadie vivo”.
Igual que los Wagner, Rusich es conocido por su brutalidad. Se dieron a conocer en 2014, durante los combates por la región de Lugansk. Petrovsky fue fotografiado junto a combatientes ucranianos asesinados tras la destrucción del convoy ucraniano Aidar (donde también había ultraderechistas y que fue disuelto hace años) en septiembre de 2014. Los mercenarios rusos dispararon a muchos de los heridos en el acto o posteriormente durante el cautiverio.
El pasado mes de abril Rusich publicó un vídeo en su canal Telegram de un prisionero ucraniano siendo decapitado con un cuchillo.
Su bandera es negra, amarilla y blanca, la del viejo imperio ruso. El comandante de la unidad es Alexey Milchakov, cuyo apodo de guerra es Fritz. Originario de San Petersburgo, ha sido filmado matando cachorros. Es famoso por posar delante de un fondo de banderas de la Alemania nazi, apareció en un vídeo con orejas humanas cortadas y en una entrevista donde hizo la confesión definitiva: “Soy nazi”. Esta trayectoria no interfirió en su servicio a Rusia. De hecho, según el medio ruso ‘Fontanka’, fue visto luchando en las filas de Wagner durante la campaña siria.
“Rusich deja de realizar misiones de combate”, ha anunciado el grupo en su canal de Telegram. “Si un país no puede proteger a sus ciudadanos, ¿por qué los ciudadanos deberían defenderlo?”. La embajada rusa fue informada de la detención de este ruso en Finlandia y asegura que está tomando medidas de asistencia consular, informaron a RIA Novosti en la misión diplomática.
Pero los radicales de Rusich denuncian que los diplomáticos rusos ignoraron sus peticiones de ayuda: “Desde el 20 de julio, Yan Petrovsky no ha recibido la visita ni del cónsul ruso ni de ningún abogado. Se expone a la extradición a Ucrania, ya sea directamente o a través de un tercer país” en un caso criminal que les parece “ficticio”. “Sigue siendo incomprensible (en realidad comprensible) por qué nuestra delegación diplomática en Finlandia se dedica al sabotaje, haciendo la vista gorda ante la detención e interrogatorio de ciudadanos por parte de agentes de inteligencia del país contra el que en realidad estamos librando una guerra”, añade el comunicado.
Petrovsky fue ciudadano de Noruega, donde vivió y colaboró con un noruego del grupo derechista Soldados de Odín. La policía intentó expulsarle, pero él escondió su pasaporte.
TENDENCIAS NAZIS
Rusich se creó en 2014 y son de dominio público sus tendencias pronazis. Su lema: “¡Gloria al Gran Imperio Ruso!” En julio de 2022, el diputado de la Duma estatal, Anatoly Wasserman, dijo al portal ‘News.ru’ que Rusich estaba nuevamente luchando en Ucrania. Otro miembro activo del grupo Rusich, Evgeny Rasskazov, conocido en las redes sociales como Topaz, publicó en su redes una entrada en la que felicitaba a Hitler por su cumpleaños sin nombrarlo.
En 2022, Milchakov y Petrovsky fueron incluidos en la lista de sanciones de Estados Unidos por mostrar “especial crueldad” en las batallas en la región de Jarkov. Según el analista Mark Galeotti Rusich tenía al empezar la invasión de 2022 “varios cientos de combatientes”. Rusich significa miembro del pueblo de la antigua Rusia y denota de su ideología incipiente, una mezcla de paganismo tradicional eslavo y vikingo, nazismo y nacionalismo ruso extremo. Como símbolos utilizan varias runas, unas esvásticas de ocho brazos muy comunes en el neonazismo ruso y el paganismo, tomada de viejas escrituras germánicas.
El diputado de la Duma estatal, Andrei Kartapolov, ha restado importancia a las fotografías de nacionalistas y sus tatuajes con esvásticas. “Creo que ya se han quitado los tatuajes y ya no hacen el salido nazi”, alegó en declaraciones a ‘Fontanka’.
Como escribió Galeotti en ‘The Spectator’, “aunque el Kremlin esté tan decidido a presentar a Ucrania como un nido de nazis, resulta trágicamente irónico no sólo que sus propias fuerzas parezcan decididas a recrear algunos de los horrores de la invasión alemana en la Segunda Guerra Mundial, sino también que Moscú esté tan dispuesto a utilizar a sus propios fascistas en su guerra”.
POR LA SENDA DE WAGNER
Rusich no estuvo directamente involucrado en el motín de Wagner en junio, que se detuvo a sólo 200 kilómetros de Moscú, pero respaldó el alzamiento. Hace tiempo que critica la gestión que hace el Ministerio de Defensa ruso de la invasión de Ucrania.
Desde la rebelión de Wagner, el Kremlin parece haber iniciado una ofensiva contra los grupos mercenarios y paramilitares rusos. Después de la muerte del líder de Wagner la pasada semana en un accidente aéreo atribuido por diversas agencias occidentales a Vladimir Putin, Rusich dijo: “Que esto sea una lección para todos. Siempre hay que llegar hasta el final”.
El brazo de Wagner en Bielorrusia está siendo desmantelado y sus antiguos combatientes están obligados a jurar lealtad a Putin. El ultimátum de Rusich es “otro desafío a la autoridad” del líder ruso después del intento de rebelión de Wagner y “demuestra la ausencia de control total del Kremlin sobre su propia política”, dijo John E. Herbst, ex embajador de Estados Unidos en Ucrania, a ‘Newsweek’.
El protagonismo de los grupos mercenarios en esta guerra se ha convertido en un dolor de cabeza para el Kremlin en 2023. Pero la retirada de radicales es a la vez una mala noticia en el frente. “El Grupo Rusich indicó que está operando en la línea Robotyne-Verbove en el oeste de [la región] de Zaporiyia, un área crítica del frente donde el comando militar ruso probablemente no puede permitirse el lujo de que ninguna unidad se revuelva negándose a realizar misiones de combate”, avisó el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) en su evaluación del sábado.
Agencias