Oleg Deripaska es uno de los más estrechos colaboradores del jefe de estado ruso. Un grupo tomó su propiedad emplazada en una exclusiva zona de embajadas en la capital británica
NotMid 14/03/2022
RESTO de Europa
Un grupo de okupas ha tomado en el centro de Londres una mansión que pertenece a uno de los oligarcas rusos sancionados por el Gobierno británico por sus vínculos con el Kremlin para protestar contra la invasión de Rusia a Ucrania. Se trata de la propiedad de uno de los magnates multimillonarios más cercanos a Vladimir Putin, el dictador ruso que invadió de forma sangrienta el vecino país el pasado 24 de febrero.
Los ocupantes de la lujosa propiedad han colgado banderas ucranianas y carteles con mensajes como: “Esta propiedad ha sido liberada”, por el exterior del edificio, situado en la exclusiva plaza de Belgravia, cercana a varias embajadas extranjeras, al tiempo que animan a los ciudadanos a unirse a su protesta. Según señalan los medios locales, se cree que la vivienda de siete dormitorios, ubicada en uno de los barrios más caros de la capital británica, pertenece al magnate Oleg Deripaska, estrecho aliado de Putin.
Al parecer, los okupas no tienen intención de instalarse de forma indefinida ni de dormir en la propiedad y la ocupación pretende servir de acto de rechazo contra la invasión de las tropas rusas a Ucrania. “Ocupando esta mansión, queremos mostrar solidaridad con los ucranianos, pero también que con los rusos que nunca han estado de acuerdo con esta locura”, apuntan los okupas, que se definen como anarquistas, en un comunicado.
Los okupas colgaron pancartas sobre uno de los balcones de la propiedad de un oligarca ruso, en repudio a la guerra de Vladimir Putin y favor de Ucrania (Reuters)
Los activistas que tomaron la mansión valuada en 65 millones de dólares informaron que no tienen intención de permanecer, pero que sería bueno que allí se alojen refugiados ucranianos (Reuters)
Deripaska, fundador de la compañía de metales e hidroenergía EN+, ha sido objeto de sanciones por parte de Estados Unidos desde 2018 como resultado de su estrecha relación con el déspota de Moscú. La vivienda ocupada, que cuenta con una sala de cine, un gimnasio y un sauna turco, fue comprada mediante Ravello Limited, una compañía offshore de las Islas Vírgenes.
La Agencia del Crimen Nacional (NCA) solicitó la congelación de los activos de cinco cuentas bancarias a nombre del oligarca a raíz de la invasión de Ucrania por las tropas rusas. Los okupas señalaron a los medios locales que su acto pretende “hacer el trabajo” de la ministra británica de Interior, Priti Patel, a quien piden que envíe a refugiados ucranianos a vivir en esa propiedad.
Vladimir Putin y el oligarca Oleg Deripaska durante una ceremonia en el Kremlin en 2013 (Reuters)
Vencer a Putin
Por su parte, el jefe de la Agencia Nacional de Prevención de la Corrupción de Ucrania (NACP, por sus siglas en inglés), Oleksandr Novikov, afirmó en una entrevista con EFE que las élites rusas solo tienen una alternativa para preservar sus bienes ante las sanciones económicas: “vencer” a Putin.
“La única opción para las élites económicas y políticas rusas para preservar sus bienes y fondos es vencer a Putin”, señala en una videollamada desde su oficina en Kiev. Desde que comenzó la invasión de Rusia contra Ucrania el pasado 24 de febrero, los líderes mundiales han ido dictando sanciones económicas muy duras contra Moscú y muchas empresas internacionales han abandonado el país, con el objetivo de ir también contra las élites afiliadas al presidente ruso.
Novikov tiene ahora dos proyectos principales en su agencia. El primero es “facilitar la información sobre los funcionarios y las élites financieras y económicas rusas para el Ministerio de Exteriores ucraniano con el fin de iniciar las sanciones en la UE contra toda la gente involucrada en la guerra en Ucrania”. La segunda idea es que “informantes” dentro de Rusia y que también estén implicados en la guerra de Ucrania les pasen información y colaboren con el Gobierno ucraniano para posteriormente ser “despenalizados” en la participación de estos “crímenes”, afirma, sin dar más detalles sobre ese proyecto.
“Hay 619 personas que representan la élite política y económica rusa, y que están sancionadas en diferentes jurisdicciones. Estamos convencidos de que para terminar la guerra y no dejar que estos combates entren en la Unión Europea (UE) y otros países postsoviéticos hay que aumentar la presión para aplicar sanciones”, asevera Novikov. Indica que la cifra de 619 se “puede aumentar a 6.000 personas” en la lista de sanciones, lo que “obligará a esa gente a vencer a Putin, es decir, físicamente destruirlo o quitarle el poder”, apunta.
Agencias