El Gran Arquitecto declarará impulsadas por el Gobierno las obras que concluya la oposición
NotMid 04/12/2024
OPINIÓN
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
Entre las novedades del Congreso de los Imputados, Condenados y Amnistiados Socialistas (CICAS) destaca una nueva sociedad pública de promoción, construcción y entrega de vivienda a los necesitados. Lo anunció la ministra del sector, la inolvidable portavoz Rodríguez, y lo confirmó el Gran Arquitecto antes de la apoteosis final: completarán todos los trámites legales y técnicos y se asegurarán de que lleguen a las manos adecuadas. Si en estos seis años no han construido las 800.000 anunciadas (de hecho, ninguna) fue para preparar este enorme impulso, al que los agoreros de siempre ya ponen peros, que vamos a desbaratar.
Es verdad que no hay suelo edificable, porque en estos años el Gobierno no pudo aprobar una Ley del Suelo, pero eso se soslaya con la expropiación de todo el suelo militar sin edificar e incluso edificado. Los soldados que se quedaron con las ganas de trabajar en Valencia lo harán gratis en el nuevo sector inmobiliario, aprovechando la maquinaria pesada para acelerar las obras, porque el reto no admite dilaciones. Se declararán la emergencia nacional, el estado de alarma y, hala, al andamio.
Como el carácter ministerial del proyecto tropezaría con la burocracia de lo público, que alarga interminablemente los trámites, se habilitará una solución sencilla y expeditiva, inspirada en el Gran Arquitecto y servida por la Logia de Moncloa: una sociedad inmobiliaria de carácter público-privado, renovado y sostenible, la Sánchez-Gómez, como la famosa de Núñez y Navarro, que no dejó chaflán por edificar en Barcelona, gracias a cuyo beneficio José Luis Núñez tomó el Barça y compró el Colegio de Árbitros.
Hay otro problema: las competencias de vivienda están transferidas a los ayuntamientos y comunidades autónomas. Pero Imsago, la Inmobiliaria Sánchez-Gómez, sorteará el obstáculo de forma performativo-bautismal: declarará impulsadas por el Gobierno, como adelantó ayer Rodríguez, las obras que concluya la oposición, que en vano presumirá de ellas. Ayuso y Almeida levantarán decenas de miles de viviendas, pero el mérito será del que, en última instancia, lo tiene: el proyecto de progreso de Pedro Sánchez y Begoña Gómez, sus impulsores. Por una modesta comisión del 3% al empezar y el 7% al terminar, entrega de llaves al año de empezar ¡y a vivir! Otros buscan, Imsago encuentra. Y se lo lleva.