El equipo goleó 3-0 sin despeinarse al campeón asiático, el japonés Urawa Reds, este martes en el Mundial de Clubes que se disputa en Arabia Saudita y se metió en la gran final, donde enfrentará a Fluminense.
NotMid 19/12/2023
DEPORTES
El equipo inglés sufrió en el primer tiempo el mal del que se sabe superior. Entró a jugar demasiado livianito y la intensidad habitual de los equipos nipones lo complicó.
No porque los japoneses hayan llevado peligro a las cercanías de Ederson, sino porque no le permitieron desplegar su juego de posesión ofensiva.
El conjunto dirigido por Pep Guardiola tuvo sus chances, pero entre falencias propias y buenas intervenciones del portero de Urawa Reds, Shusaku Nishikawa, no pudo en esos primeros pasajes abrir el marcador.
Parecía que el campeón asiático alcanzaba el primer mojón: llegar al entretiempo empatando. Pero Matheus Nunes ensayó una corrida por derecha, sacó ventaja y envió un centro rápido y por bajo que el noruego Marius Hoibråten, en su afán por despejar, terminó mandando al fondo de la red de su propio arco.
Terminaron los festejos y también la primera parte.
El City salió a jugar mucho más suelto en el segundo tiempo. Y así fue incontenible para Urawa Reds.
El dominio del equipo británico se hizo total, y era solo cuestión de tiempo para que ampliara el marcador.
El primer en hacerlo fue Mateo Kovacic, que a los 52 aprovechó un pase fantástico en cortada de Kyle Walker a tres dedos que lo dejó solo por el centro de la zona de ataque, corriendo derecho hacia el arco. Cuando ingresó a la medialuna, el croata definió fuerte y arriba, imposible para Nishikawa.
Siete minutos más tarde fue el turno de Bernardo Silva, que con algo de fortuna, convirtió la victoria en goleada. ¿Por qué hablamos de fortuna? Porque su disparo al arco se desvió en Hoibråten -sí, el mismo del primer tanto en contra- y descolocó al arquero.
La final entre el City y el Flu será el viernes 22 de diciembre en Yeda, Arabia Saudita.
Agencias