Tanto Lula como Bolsonaro demostraron su ineficacia como patrocinadores de candidatos, mientras que los partidos de centro y centro-derecha lograron avances desafiando la polarización
NotMid 28/10/2024
IberoAmérica
Las elecciones municipales brasileñas de este domingo dejaron una novedad inédita: malas noticias a la vez para Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro.
La alcaldía de Sao Paulo, la ciudad más poblada de Occidente, quedó en manos del actual regidor, Ricardo Nunes, que agradeció el impulso del gobernador del Estado, Tarcisio de Freitas, y prácticamente ignoró a Bolsonaro.
“Doy las gracias al mayor líder, sin el cual esta victoria no habría sido posible. Mi amigo que me dio la mano en el momento más difícil, el gobernador Tarcísio de Freitas. Su nombre es presente, pero su apellido es futuro”, dijo Nunes, vencedor de Guilherme Boulos, el candidato de Lula, por 59,6 a 40,4 por ciento.
Tanto Lula como Bolsonaro “demostraron su ineficacia como patrocinadores de candidatos, mientras que los partidos de centro y centro-derecha lograron notables avances desafiando la polarización ideológica”, destacó ‘O Globo’, que destacó las pobres actuaciones de los partidos de las dos principales figuras políticas del país.

“El PSD es el partido que dirigirá el mayor número de ayuntamientos: 887, seguido del MDB (854), el PP (747) y União Brasil (584). El PL de Bolsonaro, que pensaba utilizar las municipales como trampolín para consolidar su fuerza nacional, quedó quinto con 517, y el PT de Lula, noveno con 252, por detrás incluso del PSDB (274)”.
El MDB y el PSD, dos partidos de centro, “administrarán cinco capitales cada uno, entre ellas las más importantes: São Paulo, Río de Janeiro y Belo Horizonte”.
“Folha de Sao Paulo” destacó las dudas que mostró Bolsonaro a lo largo de la campaña y criticó “su repentina aparición cuando la reelección de Nunes ya parecía garantizada, queriendo aparecer en la foto y levantar la copa sin haber contribuido al logro”.
Bolsonaro está inhabilitado políticamente hasta 2030, por lo que la derecha dura brasileña necesita un candidato presidencial para 2026. El triunfo de Nunes, respaldado claramente por Tarcisio de Freitas, le da más volumen y autonomía incluso de la que ya tenía a la figura del gobernador más poderoso del país, al que muchos señalan como el candidato a presidente en menos de dos años.
Agencias