NotMid 16/03/2024
EDITORIAL
La quiebra de la unidad europea en la defensa de Ucrania envía una señal de debilidad que da alas al imperialismo ruso y pone en riesgo la seguridad del continente. Por eso es importante el mensaje de unidad que el eje franco-alemán exhibió ayer en Berlín, tras semanas de choques que han gripado el motor político de la UE.
Emmanuel Macron había abierto un debate delicado, al plantear incluso la posibilidad de enviar tropas a Kiev con el fin de disuadir a Putin de lanzar un futuro ataque en suelo europeo. El presidente francés acierta, en todo caso, al subrayar la necesidad de que Europa actúe con mayor determinación. Ayer el canciller Scholz, mucho más tibio, sí se avino a un pacto para suministrar a Zelenski más armas adquiridas en el mercado internacional. Lo hizo en presencia del polaco Donald Tusk, cuya mediación en la cumbre confirma el regreso de Polonia a primera división en Europa tras años de gobierno iliberal.
Con el Kremlin preparado para una guerra larga y confiado en el desgaste de los aliados occidentales de Kiev, Europa necesita demostrar que está dispuesta a defender por todos los medios en Ucrania los mismos fundamentos democráticos sobre los que construyó su proyecto. Sólo así podrá garantizar su propia seguridad, y una paz justa y duradera.