Un dirigente de la federación de Madrid, menos crítico con Lobato, lamenta que este caso sirva de excusa a Moncloa y Ferraz para “cargárselo”
NotMid 26/11/2024
ESPAÑA
Juan Lobato descarta dimitir, defiende su actuación y dispara contra el “linchamiento” que sufre por parte de su propio partido. El secretario general de los socialistas madrileños y portavoz en la Asamblea está en el ojo del huracán en las últimas horas, después de trascender que, tras la investigación abierta en el Supremo al fiscal general del Estado, había acudido a un notario a depositar unos mensajes intercambiados con un cargo de Moncloa en los que se abordaba el correo del novio de Isabel Díaz Ayuso en el que reconocía dos delitos fiscales para alcanzar un pacto con la Justicia.
Una conversación con Pilar Gómez Acera, mano derecha del hoy ministro Óscar López -que en marzo, cuando se produjo el intercambio de mensajes, era jefe de Gabinete de Pedro Sánchez en Moncloa- a la que Lobato había restado peso en las últimas horas, tras ser revelada por el diario Abc, porque, según justificaba, los mensajes probaban que la información procedía “de los medios” y no de una filtración por parte de la Fiscalía.
“Estoy preocupado con la reacción de linchamiento por parte de algunos dirigentes de mi partido que no entiendo”, ha manifestado Lobato en una declaración sin preguntas en la que ha descartado dimitir, al mismo tiempo que ha defendido su actuación: “Si lo que se me dijo aquella mañana era verdad no veo qué problema hay en acreditar que era lícito” con la gestión que realizó en una notaría, y por la que el juez que investiga al fiscal general del Estado ha solicitado su declaración como testigo este viernes, en vísperas de que arranque el Congreso Federal del PSOE en Sevilla al que algunas voces de su formación piden que no acuda.
“Si el contenido fuera diferente” y no lo hubiera recibido por los medios, ha dicho Lobato “hubiera sido un intento de que yo lo hiciera público, con un origen irregular y con consecuencias legales para mí”, ha advertido para justificar su visita al notario y para remarcar que según su punto de vista no hay ilegalidad alguna en dichos mensajes, pero que ante la reacción interna que ha sufrido en las últimas horas “parece como si de alguna forma se dudara”.
Este es un extremo que Lobato ha incidido en que “no se contempla” por su parte, ya que “sería bastante grave”. “No contemplo que fuera falsa” la justificación que se le dio desde Moncloa, ha dicho, por la que se aseguraba que el correo electrónico que se le compartió procedía de la prensa y no era una filtración por parte de Fiscalía.
Así, ha lamentado que con la polémica desatada en torno a su decisión “parezca que el malo es el que decide no hacer las cosas mal”, al mismo tiempo que ha remarcado que “el PSOE no es una secta ni una agencia de colocación”, por lo que está más que justificada su actuación.
Agencias