Montero llamó personalmente a todos los afiliados de Andalucía; Zapatero dio decenas de mítines y ficharon al gurú de marketing negativo que antes estaba en el PP. Según los trackings de esta semana, el PSOE ya supera al PP
NotMid 30/07/2023
OPINIÓN
EMILIA LANDALUCE
Un solo ejemplo de lo que el PSOE hizo para movilizar la izquierda el pasado domingo. “La ministra María Jesús Montero llamó personalmente a cada uno de los afiliados de los socialistas en Andalucía para que acudieran a votar e hicieran campaña entre los suyos”. A saber: el mantra de la llegada de la «ultraderecha».
Y es de suponer que el resto de ministras harían lo mismo por la cuenta que les traía. Ahora se explican mejor los saltos de alegría de Montero la grande en Ferraz tras saber que los resultados permitirían gobernar a Sánchez.
Otro de los factores de éxito, eso dicen por Ferraz y Moncloa, ha sido la implicación de los diferentes engranajes del PSOE en todos los niveles; incluido (o sobre todo) José Luis Rodríguez Zapatero, que ha sido el orador principal en más de 40 mítines. Y ZP le parecerá a usted lo que sea, pero a los suyos les funciona. (Como Aznar en el PP. O mejor, a tenor de los resultados). El 21 de junio dio un mitin en Gijón con Lastra y Barbón en el que ejerció de orador principal y al que asistieron 3.000 personas. Habló de que habría un «sorpresón» y de que Feijóo había tratado de «deslegitimar» el voto por correo. «Esta derechona no puede llevar a este país a una situación que no merece porque somos un país que tiene alegría por vivir y convivir».
En el PP siguen sin salir de su asombro. Se habían creído que las elecciones serían un paseo y tras el debate se durmieron en los laureles. De hecho, apenas se sabe de la campaña que hayan podido hacer en las autonomías. ¿Llamaría alguien de la lista por Madrid a los afiliados para que fueran a votar? ¿O de Andalucía? Por otro lado, basta observar la nula actividad en redes sociales o la falta de contenido de la campaña. (Otra cosa son las mamarrachadas del Falcon o el pobre Sémper con el verano azul).
También se dice que el éxito de Sánchez se debe a que en diciembre de 2022, el PSOE contrató a Aleix Sanmartín, al que se atribuye ser el artífice de parte del éxito en las elecciones de 2022 en Andalucía. Sanmartín está considerado un experto en el llamado marketing negativo. El Confidencial lo define como «un controvertido método de comunicación electoral que consiste en crear contenido específico para votantes de formaciones rivales con el objetivo de desmovilizarlos». ¿No les queda claro? Al parecer se trata de distribuir contenidos críticos sobre los partidos rivales desde perfiles que simulan ser simpatizantes de esos partidos (o sea, que no existen). Y así se logra desmotivar a unos y movilizar a los propios. Sanmartín sabe lo que se hace. También es capaz de coger informaciones de aquí y de allá y crear un mensaje que ratifique los temores de unos y otros. ¿Acaso la semana pasada no parecía que estábamos en un país en el que todavía se censuraba como en Mogambo? (Ya saben que para ocultar el adulterio entre los personajes interpretados por Grace Kelly y Donald Sinden convertían a un matrimonio en una pareja de hermanos, por lo que al final lo que los espectadores veían en la pantalla era un incesto). Pero el PSOE podía pagar más que el PP.
Lo que sí es verdad es que muchos votantes del PP se quedaron en casa.
Según contaba Luis Herrero, sus encuestadores de referencia le explicaron que habían fallado en sus predicciones. «De los 800.000 electores que ya habían decidido abandonar el PSOE y apostar por el PP, medio millón -sobre todo mujeres- se arrepintieron a última hora porque, en efecto, la sombra de Vox, además de inquietante y alargada, les pareció inquietante y peligrosa».
Y existía otro contrasentido que, dados los resultados, tiene sentido. La izquierda se tomó más en serio a Vox que la derecha. De hecho, uno de los problemas de los sondeos que se creían en Génova es que sostenían que iban a borrar a Vox. Sin embargo, el partido de Abascal aguantó perfectamente la tercera posición.
Y por si no lo sabían, los trackings de esta semana ya daban al PSOE como partido más votado.