Empujan a las tropas lejos de Irpin y Chernigov, poniendo el casco urbano de la capital lejos del alcance de la artillería
NotMid 02/04/2022
MUNDO
El casco urbano de la capital de Ucrania está fuera del alcance de la artillería rusa. Pero la amenaza persiste. El ejército ucraniano realizó avances en el noroeste de Kiev, llegando incluso a provocar un principio de embolsamiento de efectivos rusos en la zona de Borodyanka. Aunque tímidas, estas victorias cuestionan la capacidad de Rusia de sostener un asedio a la ciudad, tal y como reconoció en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Defensa, el coronel Oleksandr Motuzyanyk.
Ante los medios, el militar nombró una extensa lista de pueblos, aldeas y barrios del extrarradio de Kiev que, según indicó, habían sido “liberados”. Entre las victorias que se anotó Ucrania están Sloboda y Lukashivka, situadas en una importante vía de suministro rusa. Aunque Motuzyanyk achacó gran parte del éxito a las operaciones del ejército ucraniano, la misma Rusia ha reconocido que sus objetivos primordiales ahora se encuentran en el este del país, por lo que ordenó replegar tropas a Bielorrusia. El uniformado reconoció durante su intervención que las unidades rusas se habían retirado “parcialmente” de Kiev. En otras palabras: que, al menos por el momento, tomar la mayor ciudad de Ucrania no está dentro de los planes de Rusia. Sacudirla, quizás sí.
“No podemos predecir qué pasará, y no vamos a reducir nuestras defensas”, sentenció Motuzyanyk, quien aseguró que “actualmente, las tropas rusas no son suficientes para atacar la capital. Eso no significa que no lo vayan a hacer en el futuro”. Varias razones motivan su cautela: la mayor potencia de fuego rusa, el hecho de que cohetes, misiles y bombas descargadas desde aviones siguen acechando a Kiev y la certeza de que todo puede cambiar de repente con un ‘volantazo’ del Kremlin.
Kiev se desperezó con dificultad esta mañana. Tras un día algo agitado, en el que Rusia había disparado un misil contra una de las islas del Dniéper próximas al centro -con el argumento de que el objetivo eran instalaciones militares-, la ciudad quedó cubierta por una niebla fina. Las alarmas antiaéreas permanecieron mudas durante todo el día. El verdadero runrún se vivió, además de a las afueras de la capital, en la frontera oriental del país.
Ningún estallido sobresaltó el centro capitalino, e incluso en la periferia la actividad comercial recuperó cierto pulso.
‘LEY SECA’
No era para menos. Hoy ha expirado el período de ‘ley seca’ declarado por las autoridades locales de algunas de las principales ciudades, entre ellas Kiev, bajo la ley marcial proclamada tras la invasión. Aunque no pocos consideran que el miedo puede curarse a tragos de cerveza, coñac o vodka -no ruso-, también se ha temido que su consumo diluya la concentración de las fuerzas de seguridad, cuya presencia sigue siendo abundante en las calles.
Por contra, son muchas las imágenes tomadas en los territorios recién retomados a las tropas rusas en los que dan fe de la exaltación etílica con que combatió la soldadesca invasora. Los enormes fallos logísticos de la ofensiva de Rusia han desembocado, en muchos casos, según han denunciado fuentes gubernamentales, en el saqueo de todo tipo de establecimientos ucranianos. Incluidas las licorerías. No tenían otra forma de comer y acabaron optando por los festines con bienes ajenos.
Una de las zonas más afectadas por las tropelías de los combatientes rusos es Irpin. El alcalde de la localidad anunció la reconquista de esta localidad del noroeste de Kiev a principios de esta semana, aunque otras fuentes advierten de que todavía hay combates. Las fuerzas de seguridad ucranianas siguen peinando esta zona de guerra para detectar y desactivar minas. Al mismo tiempo, los servicios sanitarios reciben a muchas de las personas que sufrieron jornadas eternas de incertidumbre y violencia.
“Todo, absolutamente todo, todas las casas están destruidas”, asegura Olga, evacuada anteayer de Irpin. Otros testigos relatan un horror marcado por la falta de electricidad, de agua y de comida, imposibilitados de abandonar los refugios subterráneo. Mientras tanto, no lejos de allí en la superficie, cerca del término municipal de Mria, algunos civiles que trataban de huir del lugar llegaban a ser abatidos por soldados rusos por puro placer, según documentó la cadena británica BBC. Entre los crímenes documentados está el de un matrimonio. Un vídeo grabado el 7 de marzo pasado desde un dron evidencia que el hombre fue abatido a pesar de indicar a los rusos que estaba desarmado. Esta semana, el equipo de periodistas halló los cadáveres de ambos calcinados.
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