EL MUNDO accede a los mails y documentos de la etapa que acabó con la ruina del club azulgrana, y que ponen de manifiesto la codicia de los futbolistas frente a una directiva débil, con Messi, Piqué o Neymar a la cabeza.
NotMid 20/09/2022
DEPORTES
Un palco privado en el Camp Nou para su familia y la de Luis Suárez; un vuelo en avión privado para toda la familia a Argentina en Navidad; un bonus de 10 millones de euros sólo por firmar; recuperar los recortes por la pandemia en los años siguientes con intereses del 3%; o poder dejar el Barcelona cuando quisiese mediante una cláusula simbólica de 10.000 euros. Estas son sólo algunas de las draconianas condiciones, un expolio, que impuso Leo Messi en junio de 2020 para renovar el mayor contrato de la historia del deporte, por el que ya ganaba 74,9 millones de euros netos al año, en mitad del devastador impacto social y económico ocasionado por el Covid. Así se desprende de la cadena de correos electrónicos entre su padre y representante, Jorge Messi, sus abogados y el expresidente Josep Maria Bartomeu y la cúpula ejecutiva azulgrana. EL MUNDO ha tenido acceso en exclusiva a una ingente cantidad de documentación y correos electrónicos que obran en poder de la investigación judicial del Barçagate, y que afectan también a otras grandes estrellas del club durante los últimos años como Gerard Piqué o Neymar. Son los archivos de la ruina, que serán desvelados por este periódico durante los próximos días, un verdadero Barçaleaks que acredita hasta extremos obscenos la codicia de los futbolistas, con el número uno al frente.
“Que sientan el peso de la espada sobre su cabeza”, llegó a escribir el padre de Messi en uno de los correos que dirigió a Alfonso Nebot, director del ‘Family office Leo Messi’ (la oficina que gestiona la carrera y la fortuna del argentino), el hombre que gestiona la fortuna del mejor jugador del mundo en esos momentos. Bartomeu llegó a aceptar el rosario de condiciones impuestas por los Messi, todas menos la de rebajar la cláusula de rescisión de 700 millones a 10.000 euros, al tiempo que condicionó el pago del signing bonus de 10 millones a que el club regresara a los ingresos previos a la pandemia. Pero para los Messi esto no fue suficiente y rompieron las negociaciones. El distanciamiento entre ambas partes desembocó poco después en el envío del burofax pidiendo abandonar el club y en la rotunda negativa de Bartomeu, al haber pasado el plazo para ejecutar la cláusula de escape.
Quedaba todavía un año para que expirase el faraónico contrato de Messi que había sido firmado en 2017. Tras la dimisión del presidente y la llegada de Joan Laporta, que había abogado por la continuidad del argentino, el jugador se encontró con el no más inesperado. Messi se marchó entre lágrimas del club que le formó desde niño y sobre cuyas ruinas había blandido la espada del número uno.
UN MAIL CON CONDICIONES DRACONIANAS
La negociación comienza de verdad el 11 de junio de 2020. A las 18:28 horas, Jorge Pecourt, abogado de Cuatrecasas, envió un correo a Bartomeu; Óscar Grau, CEO del club, y Romàn Gomez-Ponti, jefe de los servicios jurídicos, con copia a Jorge Messi y Alfonso Nebot, responsable del ‘family office’ del futbolista, en el que detallaba las propuestas para renovar el mayor contrato de la historia del fútbol, revelado por EL MUNDO el 31 de enero de 2021, y que supuso para el Barcelona un coste total de 555.237.619 euros entre 2017 y 2021.
El representante legal de los Messi pidió la firma de un nuevo contrato millonario con una duración de tres temporadas, que abarcaría desde julio de 2020 hasta junio de 2023. Eso sí, con “posibilidad de prórroga unilateral para LM”. Admitió una reducción del 20% del salario fijo en la temporada 2020/21, debido al Covid, pero impuso que se recuperara un “10% en la 2021/22 y otro 10% en la 22/23, con intereses del 3% anual”. Asimismo, reclamó el cobro pendiente del bonus de fidelidad que ya figuraba en su contrato en octubre de 2020 y julio de 2021, con “intereses como mayor salario”. Los mismos se aplicarían a cantidades aplazadas en el momento de la finalización del nuevo contrato.
Por si fuera poco, los Messi incluyeron en su lista de exigencias un “bonus por suscripción de contrato de 10 millones a pagar el 30/6/23”. También solicitaron una “cláusula de impuestos”, por la que pedían que todas las cantidades pactadas en el nuevo acuerdo se vieran aumentadas si ascendía el tipo impositivo, dado que la negociación se circunscribía a cantidades netas. Es decir, si el Gobierno en un momento dado decía subir impuestos, la escala del IRPF, el problema sería del club y en ningún caso del futbolista argentino.
La cláusula de rescisión la eliminamos y fijamos una cantidad simbólica de 10.000 eurosJORGE PECOURT, ABOGADO DE MESSI
Finalmente -precisa el abogado en el correo- “la cláusula de rescisión la eliminamos y fijamos una cantidad simbólica de 10.000 euros”. De esta manera, quedaba sin efecto el blindaje de 700 millones que tenía que afrontar cualquier equipo que quisiera ficharlo. Según la redacción del abogado de los Messi, se trataba de condiciones que ya habían sido debatidas, puesto que los primeros contactos se habían iniciado en noviembre de 2019. Pero añadió todavía otras dos más a la lista.
Una, la renovación del contrato de Pepe Costa, un empleado del club próximo al jugador, “para ajustar su duración a la del contrato de LM”. La otra, la “firma de un compromiso” con Rodrigo Messi, hermano del futbolista, “para abonar sus comisiones pendientes de pago”. Rodrigo Messi había ostentado la representación de Ansu Fati, relación que había generado otros episodios conflictivos.
“QUE PASE TODA SU CARRERA EN EL CLUB”
Meses antes, el 4 de mayo, Bartomeu se había dirigido al padre del jugador avanzando ya una “propuesta” en firme: “Sabes desde la comida de noviembre que queremos renovar su contrato y me dijiste que querías pactar a nivel contractual el futuro de Leo. Actualmente finaliza en junio de 2021, pero pactar ya la renovación por un año más con un apartado que indique que cada una de las siguientes temporadas automáticamente quedará renovado si Leo no dice lo contrario antes del 30 de abril, creemos que sería un acuerdo perfecto para todos”.
“Sabes que siempre te he pedido hablar y pactar la involucración de Leo en el club una vez decida retirarse”, añadió Bartomeu a Jorge Messi. “Ser el mejor jugador del mundo y que pase toda su carrera en su club es algo muy positivo que demuestra la grandeza de la persona hacia sus colores. A mí me gustaría pactarlo, pero entiendo que el próximo año habrá elecciones y un nuevo presidente”. Ya en ese primer correo el presidente avanzó a la familia Messi que “incluiremos algún párrafo en el contrato para que cubra, si en el futuro existe, una subida de tipos impositivos del IRPF”.
Que pase toda su carrera en su club es algo muy positivo que demuestra la grandeza de la persona hacia sus coloresJ.M. BARTOMEU
Sólo un día después de la recepción de la primera propuesta, que ya iba acompañada de borradores de contrato preliminares, Jorge Messi se descolgó con las primeras exigencias que pusieron sobre la mesa en forma de cuestiones innegociables. “Sobre la posibilidad de que Lionel continúe formando parte de este club, siempre dependerá de cómo se vaya dando en el futuro y la dirección que el mundo tome después de que esto pase”, comenzó enigmático Jorge Messi. Eso sí, le dejó claras dos primeras imposiciones: “Dejar registrado el palco que está usando su familia y la familia de Suárez” y “asentar el vuelo a final de temporada si se hiciera”.
Las conversaciones siguieron su curso y el 19 de mayo el máximo responsable de la entidad azulgrana indicó a Jorge Messi que sus primeras condiciones habían sido aceptadas sin problema. “He hablado con Óscar (Grau) y me ha dicho que es correcto” y que “acordasteis incluir en el contrato el palco que usa la familia y también el vuelo a final de temporada”.
Sin embargo, la familia Messi se descolgó el 11 de junio con el listado completo de exigencias referido inicialmente. Desde un nuevo bonus de renovación de 10 millones de euros a la desaparición de la cláusula de rescisión del futbolista pasando por una indemnización con intereses si el club decidiera en algún momento rescindir anticipadamente el acuerdo con el jugador. Pero a su vez la reclamación de disponer a su antojo de sus derechos de imagen.
“LA BAJADA DE INGRESOS SERÁ DEL 30%”
La directiva planteó entonces a los Messi que la situación económica de la entidad era muy complicada debido a la pandemia. “La reducción de ingresos está afectando a los grandes clubes europeos y la preocupación es enorme”, le dijo el presidente al padre del futbolista. “Perderemos ingresos de ticketing, hospitality, palcos vip, también la afluencia de turistas será mínima durante muchos meses y repercutirá en nuestros ingresos de museo, tiendas”, le imploró.
“La bajada de ingresos será de alrededor del 30%”, le subrayó el CEO del club a Jorge Messi, al que le suplicó “una reducción mayor del 20% que se compensará en futuros ejercicios”. “Si fuese posible una reducción entre el 30% y el 40% sería muy favorable, siempre y cuando, se pudiese asumir por vuestra parte y no causase ningún perjuicio para vosotros en el día a día”, solicitó casi disculpándose ante los Messi el máximo ejecutivo del Barça.
Ante las súplicas del club, la respuesta de los subordinados del jugador fue implacable. Sólo aceptaban ceder una reducción salarial “del 30% el primer año con intereses” y se descolgaron, por boca de su abogado con la siguiente frase, anticipando que ya no habría más cesiones: “Como comprendéis, el esfuerzo por parte de la familia es muy grande pues la próxima temporada su retribución disminuye de manera considerable, pero tanto Lionel como Jorge aceptan por el bien del club”. Con estos requisitos, los Messi se mostraron dispuestos a “dar por terminado el contrato y firmarlo cuanto antes”.
VETO A DOS EXIGENCIAS
El 25 de junio, el presidente emitió su dictamen definitivo. Se opuso a dos de las exigencias de Messi: la retirada de la cláusula de rescisión y el pago inmediato de los 10 millones extra por firmar. “La cláusula de rescisión, después de hablar internamente, preferimos dejar el mismo importe que tenemos”, razonó. “Sería de difícil interpretación una nueva cifra y no quiero que nadie diga que nos hemos puesto de acuerdo para dejar la puerta abierta a Leo”. “Aunque sabemos que nunca se irá, pero hay demasiada gente mal pensada”, añadió Bartomeu.
No quiero que nadie diga que nos hemos puesto de acuerdo para dejar la puerta abierta a LeoJ.M. BARTOMEU
“Con relación al bonus, tal como está la situación Covid y con la reducción de ingresos, no podemos pactar más”. “Todos los grandes clubes tendrán dificultades para mantener los niveles salariales de sus plantillas, por eso os propuse que cualquier incremento fuese posible siempre y cuando el club volviese a los niveles de ingresos de 1.100 millones“.
La familia Messi se negó a admitir estas precisiones y congeló abruptamente las conversaciones. Es más, a finales de agosto de 2020, apenas dos meses después de los últimos contactos, envió un burofax en el que solicitaba su salida del club. El FC Barcelona se opuso a dejarle libre sin pagar su cláusula millonaria, Messi permaneció una temporada más en el club y desaprovechó la oportunidad de haber convertido en vitalicio su contrato multimillonario con el Barça. La nueva directiva, que heredó la oferta anterior, se negó a ejecutarla y Messi se marchó al PSG un año después con un contrato muy inferior al que no quiso firmar. El escollo que hizo saltar todo por los aires: 10 millones de euros. O lo que es lo mismo, apenas un 2% del importe del importe total que ya percibía como jugador del Barcelona, la punta del iceberg de su codicia.
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