Zelenski rebaja las exigencias de la Casa Blanca en un texto más realista
NotMid 27/02/2025
MUNDO
La última versión del acuerdo ya cerrado por las llamadas tierras raras esconde muchas más claves para la hipotética paz en Ucrania de las que aparecían en el primer borrador. En este texto, presentado el pasado 14 de febrero a Volodimir Zelenski por parte del secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, no se hacía referencia a la más importante petición de Ucrania, las garantías de seguridad que Kiev exige contra Rusia. Además, estipulaba que EEUU se quedaría con el 50% de los ingresos generados por la explotación minera en Ucrania sin contrapartidas de ningún tipo. “No firmaré lo que 10 generaciones de ucranianos tendrán que pagar”, dijo el presidente ucraniano ante las amenazas de Trump: “Voy a resucitar este acuerdo y el final no será muy feliz para Zelenski”. Mientras tanto, en un segundo plano, los equipos negociadores pactaban un texto que suena mucho más razonable para Washington y para Kiev y que contiene muchos más matices de los publicados hasta ahora:
La idea inicial
Aunque en teoría parece una imposición mercantilista de la Administración Trump a Ucrania, la idea inicial nació del propio Zelenski en su visita a la Torre Trump el pasado mes de septiembre. En esa conversación, el presidente ucraniano, que ya presagiaba el interés económico de cualquier relación con el magnate, deslizó esta propuesta dentro de su Plan de Victoria, que pasaba por la explotación compartida de las tierras raras y los minerales estratégicos. En dicha reunión, Zelenski exageró las riquezas del subsuelo de Ucrania, pero consiguió meterle a Trump esa idea en el cerebro como posible intercambio. Para el magnate, fue como escuchar cantos de sirena.
La versión definitiva
El texto que firmarán Trump y Zelenski, en el que EEUU deja claro que “el pueblo estadounidense desea invertir junto con Ucrania en una Ucrania libre, soberana y segura”, no es un instrumento pensado para devolver a Washington su contribución bélica hasta ahora (ya que no hace referencia a ninguna deuda), sino que va más allá: “Este acuerdo tiene la intención de establecer un Fondo de Inversión para la Reconstrucción” en el que ambos “participarán en él mediante una propiedad conjunta”.
Como se explicita en el artículo 4 del texto: “El Gobierno de EEUU mantendrá un compromiso financiero a largo plazo con el desarrollo de una Ucrania estable y económicamente próspera“. Trump lanzó ayer una soflama de las suyas sobre el acuerdo en el Despacho Oval en la que habló mucho y se explicó muy poco: “Mucho equipamiento y material militar y el derecho a seguir luchando”, dijo, sin que nadie sepa si hablaba del pasado o del futuro, y agregó que los ucranianos “son muy valientes y son buenos soldados“. Nada que ver con la retórica de hace tan sólo unos días. Zelenski aseguró: “Es sólo un comienzo, un marco, pero puede ser un gran éxito”.
Garantías de seguridad
El texto cita que uno de los objetivos es “dotar a Ucrania de garantías de seguridad”, aunque después no las explicita. Es una de las cuestiones que Zelenski debe definir con el propio Trump aunque, como han asegurado ya varios analistas, el hecho de que EEUU explote a medias estos recursos ya supone, por sí mismo, algún tipo de garantía, ya que si Rusia volviera a atacar Ucrania, como lo ha hecho, también colisionaría gravemente con los intereses económicos de EEUU.
Zelenski, interlocutor
El presidente ucraniano tuvo que escuchar del propio Trump hace unos días que era “un dictador sin elecciones”. El hecho de que el mismo Trump le reciba ahora en la Casa Blanca para firmar un acuerdo en el que ambos señalan al otro como “socio comercial” se rehabilita a los ojos de la Administración Trump. Es decir, la paz la firmará Zelenski y es algo que ya intuyen en Moscú.
Ayer mismo, Putin dio una entrevista en la que afirmó que “las elecciones en Ucrania no se celebran por la ley marcial”, primer reconocimiento real de Putin de que la ley ucraniana prohíbe (democráticamente) las elecciones durante la ley marcial. El presidente de EEUU, Donald Trump, ya ha afirmado que Putin y Zelenski deben entablar negociaciones, y es probable que el autócrata del Kremlin esté cambiando su retórica para explicar al público ruso su decisión de entablar futuras negociaciones con Zelenski.
Sin explotar
Ucrania concentra alrededor del 5% de los recursos mineros mundiales, pero el inventario total procede de la época de la Unión Soviética y no ha sido actualizado. La gran mayoría de minerales y tierras raras que le interesan a EEUU y a Trump no han sido explotados o son de difícil acceso o se encuentran en territorio ocupado por Rusia. Entre los que sí explota ya Ucrania nos encontramos tres minerales críticos: manganeso (es el octavo productor mundial según World Mining Data), titanio (11º productor mundial) y grafito (14º productor), indispensable para las baterías eléctricas y los reactores nucleares.
Según otras publicaciones mineras, Ucrania es “uno de los principales países de Europa en explotación de litio, indispensable en la fabricación de baterías de coches eléctricos”. En el Donbás controlado por Ucrania se encuentra una de las mayores reservas de litio de Europa, aunque según el gobierno, no se está extrayendo actualmente por la cercanía del frente de batalla, a unos 10 kilómetros de distancia. Bajo el subsuelo hay litio, tántalo, niobio y berilio en abundancia.
Para poner en marcha todos los yacimientos que permanecen sin explotar, Ucrania debería invertir un dinero que no tiene, por lo que su asociación con EEUU podría darle ese socio comercial que haga posible la extracción de estos minerales y poder obtener, al menos, un 50% de beneficio sobre ellos. Por ejemplo, el yacimiento de Novopoltavske, en la región de Zaporiyia necesitaría por sí solo unos 300 millones de dólares de inversión, según fuentes del Gobierno de Ucrania.
Viernes decisivo
Con el acuerdo en ciernes, la foto de Zelenski con Trump en el Despacho Oval el viernes lo devuelve al tablero del que Putin lo quería fuera. Ahora ya no es un “dictador”, sino un socio comercial. El éxito dependerá de las garantías de seguridad que ofrezca EEUU.
Agencias