No es el covid, pero es una enfermedad infecciosa que está teniendo un nivel de expansión inusitado
NotMid 20/05/2022
EDITORIAL
Que alguien como Fernando Simón, que está desacreditado ante la sociedad por su gestión de la pandemia del covid, tenga la osadía de asegurar que “no es probable” que la viruela del mono vaya a generar una transmisión importante en España, probablemente habrá generado una gran inquietud a muchos españoles, ojalá que infundada. Porque nunca olvidaremos las palabras que el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias pronunció el 31 de enero de 2020, cuando aseguró sobre “la epidemia” del coronavirus -así la llamó- que “España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado”. Bien sabemos por desgracia lo que ocurrió en realidad. Dos años después, 12,2 millones de españoles han sido diagnosticados de covid y más de 100.000 han fallecido.
La viruela del mono no es el covid, pero también es una enfermedad infecciosa que se está propagando sin control por distintos países y ha encendido las alarmas en la Organización Mundial de la Salud (OMS). En la primera quincena de mayo se notificaron siete casos en Reino Unido. Y esta semana se ha conocido que hay infectados en España (ocho), Portugal (20), Estados Unidos (uno), Italia (uno) y Suecia (uno). La OMS recomienda aplicar las mismas medidas que se impusieron para el covid: rastrear los contactos de los contagiados y aislar a los pacientes.
La viruela del mono (monkeypox) pone en jaque de nuevo al sistema de salud pública español, que ha estado sometido durante dos años a su mayor crisis como consecuencia del covid. Ahora es el momento de saber si nuestras autoridades han aprendido la lección y son capaces de reaccionar ante la propagación de una enfermedad que, aunque considerada de transmisión limitada, esta teniendo un nivel de expansión inusitado fuera de sus zonas habituales -África occidental y central-. Para combatirla, es imprescindible no estigmatizar esta viruela, hacer la trazabilidad de los casos diagnosticados y localizar el origen de la transmisión de la enfermedad para pararla cuanto antes.
En esta ocasión, el Ministerio de Sanidad hizo lo que debió haber hecho hace dos años: activar una alerta a nivel nacional durante las 24 horas siguientes a conocer los primeros casos, para dar instrucciones a las comunidades autónomas sobre cómo actuar. A partir de ahora son los servicios de Medicina Preventiva los que deben estar en alerta. Y cuanto menos hable Fernando Simón, seguramente más tranquilos estaremos.
ElMundo