La región imaginaria, célebre sátira antiindependentista, explica la debacle electoral que sufrió el separatismo en las urnas siete años después del 1-O, con un crecimiento espectacular del PP
NotMid 14/05/2024
ESPAÑA
Por primera vez en 30 años, el independentismo ha perdido la mayoría absoluta, lo que se ha resumido como el fin del procés y el inicio de una nueva etapa. Las fuerzas del bloque separatista han perdido 13 escaños con respecto a las anteriores autonómicas celebradas en 2021 y la suma de los partidos nacionalistas no llega a los 68 diputados que marcan la mayoría absoluta: Junts, ERC y la CUP se quedan en 59. Ni siquiera los dos diputados que ha obtenido el partido de Sílvia Orriols (Aliança Catalana) y contra el que el resto de formaciones (salvo PP y Vox) firmó un cordón sanitario, sería suficiente, algo que no ocurre desde 1984. Existe una demarcación concreta que explica gran parte de esta debacle electoral: Tabarnia, la galia sátira en tiempos del 1-O. «Si se independiza Cataluña de España, Tabarnia se independizará de Cataluña», defendían sus promotores, con el dramaturgo Albert Boadella en vanguardia. Independizarse del independentismo.
Esta región, que es un neologismo formado por los topónimos de Barcelona y Tarragona y que abarca sus áreas metropolitanas, además de la franja de territorios que las une, surgió hace más de diez años como reacción contra el proceso separatista en su momento más álgido. Se asemeja a tres veguerías, las unidades territoriales que agrupan las comarcas catalanas: Barcelona, Penedés y Campo de Tarragona. Esta zona concentra el 78% del electorado, que se decantó en su mayoría por el partido del socialista Salvador Illa, tiñendo la zona de rojo. Aquí el bloque separatista perdió 19.850 votos el pasado domingo, mientras que en el resto de la región sumaba 1.989 papeletas. El bloque constitucionalista, por su parte, se ha enriquecido de esta falta de apoyo a los independentistas. En Tabarnia, el 84% de sus habitantes votan al constitucionalismo, 273.936 personas más que en las últimas autonómicas. De los 332.082 votos más que corresponden a las formaciones no independentistas (suman PSOE, PP y Vox; restan Comunes y Ciudadanos), el 82,5% parten de Tabarnia, cinco puntos por encima de su peso poblacional.
Porque esta demarcación destacó también por la gran movilización del electorado que en las tres supera el 55% de participación y en algunas como la de Barcelona y la del Penedés creció casi cinco puntos con respecto a los anteriores comicios.
Entre los motivos que explican este descenso destaca un PP catapultado en las urnas, que suma 200.190 sufragios más que en 2021. Los de Alejandro Fernández han crecido en las tres veguerías, pero ha sido especialmente fuerte en la de Barcelona, donde han sacado 248.149 votos, 168.584 más que hace tres años. Ha sido el que más ha crecido en estos comicios al pasar de 3 escaños a 15, lo que los sitúa en la cuarta fuerza del Parlament. «Los catalanes han liquidado el Proceso en las urnas, éste es el veredicto inapelable de las urnas», celebró su candidato. Además, han sido la segunda fuerza en 16 ciudades de las provincias de Barcelona y Tarragona, entre las que destaca el propio municipio de Tarragona (17,7%), Castelldefels (20,7%) o Salou (20,1%).
El descenso que ha sufrido ERC explica también en buena medida el retroceso del independentismo. Los republicanos, que recuperaron el poder en mayo de 2021 después de 40 años de espera, han sufrido un gran varapalo en estos comicios al pasar de 33 diputados a 20 y perdiendo más de 180.000 votos. De esos, unos 115.000 en Tabarnia, que acabaron en una parte notable en poder del PSC. Hace tres años el actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, quien anunció ayer que deja la primera línea de la política y que no recogerá el acta de diputado del Parlament, fue el favorito en 264 de los 947 municipios de la comunidad. En esta ocasión lo ha sido sólo en 47 localidades y únicamente tres en Tabarnia: Relinars, Vilallonga del Camp y Pratdip.
Mayor batacazo incluso sufrió Ciudadanos, que se quedó sin 118.048 votos de los que acaparó en 2021. Pero, a diferencia del bloque independentista, no son votos perdidos o que cambian de frente, sino que acaban en poder, principalmente, del PP, pero también de Vox y probablemente algunos en el PSC, ya que, en Cataluña, Ciudadanos presumía todavía de cierto poso socialdemócrata.
Sin embargo, en el otro flanco, la CUP se ve debilitada y pasa de 189.924 sufragios en 2021 a los 127.850 del pasado domingo. También sufre especialmente en Tabarnia, donde se deja casi 40.000 de los 60.000 sufragios que se esfuman, en su caso, considerando la naturaleza del partido anticapitalista, probablemente con destino a la abstención, salvo algunos captados por el radicalismo de Puigdemont. El prófugo ha conseguido 77.188 votos más que en 2021 en Tabarnia, la mayoría de ellos en la veguería de Barcelona, donde el líder huido ha obtenido 353.197 papeletas, 60.000 más que hace tres años. Pero ahí mismo ERC se dejó casi 100 mil.
ELECCIONES CATALANAS 2024
También Aliança ha sido sustento del independentismo. El partido de Silvia Orriols suma 118.302 votos al bloque. Sin embargo, por sus ideas xenófobas -abiertamente islamófobo- el resto de formaciones firmó un cordón sanitario contra ella. Y sus añadidos al bloque secesionista se han convertido en un boomerang para el conjunto. De hecho, sólo en Barcelona ha desperdiciado 45.000 votos, pues al no traducirse en escaños acabó favoreciendo a los partidos de raíz estatal, que sí rentabilizaron todos sus apoyos.
Incluso en el caso de los Comunes, muy deprimidos, se han podido mantener con seis escaños en el Parlament catalán, con leves pérdidas en la zona de Tabarnia, permitiendo esa hipotética suma de un tripartito con PSC y ERC que es la opción más probable y, no obstante, incierta tras el 12-M.
La otra formación pequeña del bloque españolista, Vox, suma casi 25.000 votos en Tabarnia de los 30.000 que ha añadido en toda la región, permitiendo la gran sorpresa del pasado domingo: los dos partidos de la derecha española crecen sin restarse. Y suben mucho en el ámbito urbano, donde el PSC ha dominado (logró triunfar en 170 municipios) para fortalecer su éxito y evidenciar que el independentismo anda replegado en la Cataluña interior y más rural, el manantial del triunfo de Junts en 727 municipios.
Agencias