No puede haber instituciones con gentuza. Solo mafia
NotMid 22/02/2024
OPINIÓN
ARCADI ESPADA
Los grupos parlamentarios de Junts per Catalunya, Esquerra Republicana y Bildu (y si olvidé alguno, hay barra libre) no quisieron guardar el martes en el Congreso un minuto de silencio en memoria de los guardias civiles asesinados en Barbate. La razón de que no lo hicieran es que tales grupos están formados por gentuza. Gente despreciable -canalla, chusma- que suele haber en todas las naciones. En francés se les llama, con eufonía que aprecio, racaille. Cuando les preguntaron, algunos de sus portavoces trataron de justificarse diciendo que no querían que el minuto de duelo se instrumentalizara políticamente. Pero los únicos que llevaron a cabo tal instrumentalización fueron ellos con su silencio, luego voceado. Desde luego son expertos en sacar partido político de los muchos gestos que dan cuenta de su condición. Cuando se niegan a darle la mano al Rey o se ausentan de su mesa, para poner un tradicional ejemplo. Actitudes baratas, que no conllevan el menor riesgo. Ni siquiera moral, porque evidentemente han asumido la naturaleza canalla de su ser y exhibirla no les supone el menor conflicto interior.
Yo entendería perfectamente que, en otro tiempo, Bildu no guardara, como no lo guardaba, un minuto de silencio por guardias civiles asesinados. La muerte de un guardia civil era motivo de celebración y, con independencia de lo que objetivamente fuera, aquello era para ellos una guerra y no se guarda un minuto de silencio por los enemigos. Cuando se convoca un minuto de duelo por cualquier servidor público asesinado se asume que hay algo de sinécdoque en su muerte; que ese hombre ha muerto por toda la comunidad: en su defensa y en la defensa del orden civil que la vertebra. Son muertes que garantizan otras vidas y de ahí que tenga un sentido especial que la comunidad los homenajee. La gentuza que ahora se ha negado al duelo ha asumido la representación política de los narcotraficantes y de la chusma camella que los jaleaba en el puerto de Barbate. Debe de ser la grandeza de la democracia.
El mal momento español -duradero y con visos de prolongarse- tiene que ver, entre otros motivos, con la decadencia de las instituciones. Casi nadie está en su sitio en España. Pero las instituciones no son entes abstractos, sino personas encargadas. Para funcionar correctamente necesitan el fluido continuo de la buena fe. No hay debate público -ni privado- sin buena fe. No puede haber instituciones con gentuza. Solo mafia. De ahí que la única metodología del narcodiputado sea el chantaje.