24 carreras al límite en un calendario con presión económica y ambiental. La organización busca equilibrar sostenibilidad y expansión ante la competencia de más de 35 posibles sedes en todo el mundo
NotMid 04/01/2025
DEPORTES
La Fórmula 1 atraviesa una etapa de transformación. Con 28 sedes compitiendo por un espacio en el calendario, limitado a un máximo de 24 carreras, la categoría reina del automovilismo enfrenta presiones económicas, logísticas y ambientales.
Este reajuste, impulsado por la creciente demanda global y el compromiso de alcanzar emisiones netas cero para 2030, plantea retos significativos para su organización y legado histórico.
Según la revista especializada GP Racing, el creciente interés por albergar grandes premios ha llevado a que ciudades de todos los continentes compitan ferozmente por un lugar en el calendario.
Desde Ruanda y Tailandia hasta Argentina y Turquía, las nuevas sedes ofrecen incentivos económicos sustanciales, lo que pone en peligro la continuidad de circuitos clásicos en Europa, como Spa-Francorchamps e Imola.
En este contexto, la Fórmula 1 se enfrenta al dilema de priorizar la expansión global o preservar su identidad histórica. Stefano Domenicali, director ejecutivo de la F1, ha reiterado que 24 carreras al año es el límite máximo manejable para los equipos.
Sin embargo, la demanda supera con creces esa cifra: más de 35 sedes expresaron interés en entrar al calendario, lo que presiona a la organización a encontrar soluciones creativas.
Stefano Domenicali, director ejecutivo de la F1, insiste en que 24 carreras al año es el límite máximo manejable para los equipos (Mandatory Credit: Gary A. Vasquez-Imagn Images)
La reorganización geográfica como estrategia
Una de las medidas más visibles es la agrupación de carreras por regiones geográficas, con el objetivo de reducir los costos de transporte y la huella de carbono.
Este enfoque ya comenzó a implementarse en la temporada reciente, con Japón y Azerbaiyán reubicados en fechas más lógicas desde el punto de vista logístico.
Además, Domenicali y Zak Brown, CEO de McLaren, plantearon la posibilidad de introducir un sistema de rotación bienal para ciertas sedes. Bajo este esquema, circuitos emblemáticos podrían alternarse en el calendario, permitiendo a la F1 mantener su atractivo global sin comprometer la sostenibilidad de las operaciones.
El riesgo para las sedes históricas
Los circuitos europeos, que han sido el corazón de la Fórmula 1 desde su fundación, enfrentan un futuro incierto. Spa-Francorchamps, conocido por su desafiante trazado, es uno de los más afectados por esta nueva dinámica. A pesar de su prestigio, su dependencia de financiamiento estatal lo coloca en una posición vulnerable.
Spa-Francorchamps ilustra el reto de mantener circuitos tradicionales en la Fórmula 1 (REUTERS/Johanna Geron)
Barcelona, por su parte, ha luchado por mantenerse relevante, pero con la incorporación de Madrid al calendario en 2026, su continuidad se pone en duda. Imola, otro circuito histórico, también podría convertirse en una sede rotativa, siguiendo el ejemplo del fallido intento de revitalización del Gran Premio de Francia en Paul Ricard.
La expansión global y las nuevas sedes
Mientras algunos circuitos tradicionales peligran, otras regiones ven una oportunidad de oro para posicionarse en el mapa del automovilismo. En Arabia Saudita, el Qiddiya Speed Park promete ser una de las instalaciones más avanzadas del mundo, con una pista diseñada por Alex Wurz y una inversión multimillonaria. Este circuito se unirá al ya existente en Yeda, consolidando a Arabia Saudita como un jugador clave en la Fórmula 1.
En Asia, Tailandia avanza en la construcción de un circuito urbano en Bangkok, mientras que en África, Ruanda ha iniciado conversaciones avanzadas con la FIA para convertirse en la segunda sede africana en la historia reciente de la categoría.
Argentina, un país con tradición en la F1, sumado al boom de Franco Colapinto, también busca regresar al calendario con una actualización de su clásico Autódromo Oscar y Juan Gálvez.
Una panorámica del Autódromo Oscar y Juan Gálvez de Buenos Aires: la irrupción de Colapinto en la F1 volvió a disparar las expectativas de que la máxima categoría vuelva al país
Mónaco, un clásico que se adapta a los tiempos
El Gran Premio de Mónaco, durante décadas considerado la “joya de la corona” de la Fórmula 1, ha tenido que ceder ante las nuevas exigencias del deporte.
Desde la modificación de su horario y la eliminación del día de descanso local, hasta la pérdida de control sobre la dirección televisiva, el Principado hizo importantes concesiones para extender su contrato hasta 2031.
Mónaco responde a las exigencias modernas del deporte para proteger su legado en la F1 (Anna Szilagyi/EFE)
Sin embargo, la aparición de nuevos destinos, como Singapur, erosionó la exclusividad de Mónaco. Aunque su trazado sigue siendo emblemático, su relevancia dentro del calendario es cada vez más cuestionada.
Equilibrio entre tradición e innovación
La Fórmula 1 se encuentra en una encrucijada. La necesidad de expandir su alcance global choca con la responsabilidad de preservar su rica historia. Este delicado equilibrio requerirá decisiones estratégicas que prioricen tanto la sostenibilidad ambiental como la viabilidad económica.
El calendario del futuro promete ser radicalmente distinto, con nuevas sedes en regiones antes inexploradas y un enfoque más eficiente en la organización logística. Sin embargo, el reto será mantener la esencia de un deporte que, a pesar de sus transformaciones, sigue cautivando a millones de fanáticos en todo el mundo.
Agencias