Carlos Barraza trabaja en el área contable del sector consular. Por el robo de los 90 mil dólares de la cuenta que ocurrió hace una semana, agentes de la temible policía política del régimen se lo llevaron anoche de su casa y se desconoce su paradero. Gestiones diplomáticas reservadas
NotMid 24/08/2024
IberoAmérica
Carlos Barraza hace más de 20 años que trabaja en la sección consular de la Embajada argentina en Caracas.Es venezolano y, al igual que antes su padre, era un empleado local valorado por aquellos que ejercieron alguna función en ese destino. Anoche, fue sacado de su casa de manera brutal por agentes de la temible policía política de la dictadura de Nicolás Maduro, el SEBIN, y desde ese momento nada se sabe de él. La situación generó enorme sorpresa y alarma tanto en la Cancillería argentina como en la diplomacia de Brasil, que actualmente representa nuestros intereses ante el régimen chavista.
Todo empezó con el argumento del robo que sucedió la semana pasada. Desapareció una abultada cifra en bolívares -unos 90 mil dólares- de la cuenta que tenía la embajada en Caracas y que eran utilizados para los gastos de funcionamiento de la Embajada, el Consulado y la residencia del embajador, donde hoy por hoy están refugiados seis militantes de la corriente de María Corina Machado que tienen orden de captura y que si pisan fuera del lugar serán arrestados.
Con ese argumento, de acuerdo a lo que se pudo reconstruir de fuentes que conocen el caso, con la excusa de la investigación por el dinero que faltó del Banco Nacional de Venezuela, agentes del SEBIN detuvieron a una empleada local, que luego fue liberada a las horas, pero también a Barraza, de quien nada se sabe y que, de acuerdo a las gestiones discretas que vienen haciendo la diplomacia argentina y brasileña, tampoco figura con orden de detención formal en fiscalías de Caracas. Un virtual secuestro.
El Helicoide, la sede del temible Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN)
“Puede estar en una cárcel de Caracas, puede estar en el Helicoide. No sabemos nada”, reveló una fuente diplomática al tanto del episodio que preocupa no sólo a la Argentina sino también a Brasil, que asumió el 1° de agosto la representación de los intereses nacionales debido a que la dictadura de Maduro decidió unilateralmente romper relaciones con el gobierno de Javier Milei, después que el presidente expresó su rechazo al fraude a gran escala cometido en las últimas elecciones.
En el marco de ese choque diplomático, la dictadura de Maduro y Diosdado Cabello ordenó la expulsión en tres días de todos los diplomáticos argentinos. A horas de que se venciera el plazo, todo el personal argentino abandonó el país, tras una operación que contó con el apoyo de varios países. Como ocurrió en la guerra de Malvinas, en 1982 en Londres, el gobierno brasileño aceptó representar los intereses argentinos y extender su inmunidad y protección. Es que en la residencia del Embajador, están seis perseguidos políticos que tienen orden de detención por el simple hecho de ser opositores y expresar sus ideas políticas.
La detención sin las garantías de orden por autoridad judicial competente, ni representación legal como negar información sobre su lugar de detención representa una confirmación más de las graves violaciones a los derechos humanos que ocurren en Venezuela y que se profundizaron a partir de la derrota aplastante en las últimas elecciones presidenciales, que siguen negando a pesar del reclamo de la comunidad internacional.
El caso Barraza
La bandera de Brasil ondea en la embajada de Argentina en Caracas, Venezuela,
De acuerdo con la información que llegó a Infobae desde Caracas, Barraza fue detenido en el marco de la investigación por el robo de los 90 mil dólares. La semana pasada este medio había informado que la desaparición de esa suma de dinero había resultado sospechosa. La versión que brindaron los informantes es que se pudo haber originado en un “hackeo” y no descartaron que hubiera intervenido agentes de la dictadura chavista, incluso elementos inorgánicos.
Barraza era un empleado calificado del área contable que tenía acceso a las cuentas de la Embajada, pero no contaba con los permisos para hacer movimientos. Su función, según indicaron las fuentes, era gestionar cuestiones administrativas y de logística principalmente vinculadas a la sección consular. “Nadie puede poner las manos en el fuego por nadie, pero era un empleado de muchos años que siempre desarrolló sus actividades laborales de manera correcta”, dijeron a este medio.
Lo cierto es que primero hubo una detención de una empleada local, a quien interrogaron, la llevaron a una dependencia policial y luego la liberaron. Anoche, dos vehículos identificables como pertenecientes al SEBIN llegaron a la casa de Barraza, lo interrogaron y luego se lo llevaron con destino desconocido y quedó de rehén de la dictadura chavista. Desde ese momento, nada se sabe.