Cuatro ejecutivos de Gazprombank Suiza están siendo juzgados por ayudar a ocultar los millones del presidente ruso
NotMid 10/03/2023
EUROPA
La sala número 4 de los Jugados de Zúrich recuerda a un aula escolar: pintura crema en las paredes, suelo de plástico, asientos estrechos y un par de ventanas para evadirse. Aquí es donde cuatro ejecutivos de Gazprombank Suiza, tres rusos y un suizo, están siendo juzgados por incumplir la “obligación de diligencia debida de la Ley de Blanqueo de Capitales”. En este caso se trata de 30 millones de francos suizos de dos cuentas pertenecientes al violonchelista Sergei Roldugin. El músico no es un personaje cualquiera.
Roldugin dio clases en el Conservatorio de San Petersburgo y más tarde tocó en el famoso Teatro Mariinsky. Ha actuado como director de orquesta y violonchelista en muchos países. Es amigo de la infancia del presidente Vladmir Putin y padrino de su primera hija, María. De sus actividades empresariales no se sabe prácticamente nada. En una entrevista concedida al New York Times en septiembre de 2014, afirmó que no era un hombre de negocios y que no poseía millones. Pero, al parecer, posee el 20% de una de las mayores comercializadoras de publicidad de Rusia y Europa del Este, empresa que rápidamente se coló en la lista de sanciones tras la anexión rusa de Crimea.
El caso que ahora se juzga en Zúrich no guarda relación con el régimen de sanciones de la UE contra Rusia y Bielorrusia y que Suiza, aun siendo país neutral, aplica con ligeras modificaciones. Tiene que ver con la praxis bancaria. “La cuestión no es si el beneficiario efectivo ganó su dinero legalmente, sino porqué se consideró verosímil que un músico manejara tanto dinero“, sostiene la Fiscalía.
En tela de juicio hay dos cuentas abiertas en 2014 y cerradas 2016. Los dividendos, que ascendían a varios millones de francos, sólo permanecieron en Suiza unos días antes de ser remitidos a Gazprombank en San Petersburgo. Se trataban pues de cuentas de mero tránsito. La Fiscalía sospecha que Roldugin era un hombre de paja y que las grandes sumas de dinero que pasaban por sus cuentas de Zúrich las movía su amigo de la infancia.
“Es notorio que el presidente Putin tiene oficialmente unos ingresos de sólo 100.000 francos y no es rico, pero de hecho posee enormes activos que son gestionados por personas cercanas a él”, sostiene la Fiscalía, que apunta al grupo Rossiya. El accionista mayoritario de Rossiya, la primera en el punto de mira de Estados Unidos cuando impuso sanciones a los allegados a Putin en 2014 por la crisis de Ucrania, es Yuri Kovalchuk, también conocido como “el banquero de Putin”. Sustenta esa acusación el hecho de que para la apertura de las cuentas de Roldugin en Gazprombank sólo se facilitara como contacto de las mismas, direcciones de correo electrónico del Bank Rossiya.
La investigación de la Fiscalía se desencadenó a raíz de los llamados Papeles de Panamá. En la primavera de 2016, una red internacional de medios de comunicación, en la que también participaban los periódicos Tamedia de Suiza, había utilizado datos de un bufete de abogados para revelar flujos financieros en el paraíso fiscal centroamericano.
Los datos de Panamá mostraban que, efectivamente, Roldugin era el titular de esas cuentas de Zúrich sobre el papel, pero también surgió la sospecha de que sólo actuaba como hombre de paja. Tras las revelaciones, la Autoridad de Supervisión Financiera de Suiza (Finma) abrió un procedimiento contra la sucursal suiza de Gazprombank.
En 2018, Finma llegó a la conclusión de que Gazprombank había violado gravemente la “obligación de diligencia debida de la Ley de Blanqueo de Capitales” en el periodo comprendido entre 2006 y 2016. El trasfondo económico de las relaciones comerciales y las transacciones con un mayor riesgo de blanqueo de capitales no se había aclarado suficientemente. Finma prohibió a Gazprombank Switzerland aceptar nuevos clientes privados. El banco ya no opera en Suiza. Se retiró a finales de octubre del año pasado.
En su escrito de acusación, la Fiscalía III de Zúrich, especializada en delitos de guante blanco, pide siete meses de prisión condicional para los cuatro empleados de Gazprombank por falta de diligencia debida en las transacciones financieras.
La defensa pide la absolución total. Alega que la Fiscalía no ha presentado ninguna prueba de que Roldugin no hubiera sido el beneficiario efectivo de las cuentas y en una lectura retorcida sostiene que “esprecisamente la relación de amistad con Putin lo que hacía probable que las dos cuentas pertenecieran al músico. “Sergei Roldugin es uno de los favoritos del Kremlin. Son precisamente personas como él las que tienen a su disposición oportunidades de inversión que nunca serían posibles para otros.”
La sentencia se dará a conocer el próximo día 30, pero los daños ya están hechos. Titulares negativos como el del amigo violonchelista de Putin y su cuenta en un banco suizo ponen en evidencia a la plaza financiera helvética, aunque casi ninguna institución suiza quiere correr el riesgo de ser puesta en la picota internacional por culpa del dinero ruso.
Agencias