La Agenda 2030 de Davos, que bendijo Xi Jinping, es el peor ataque a la propiedad y a la libertad desde la Komintern
NotMid 19/09/2022
OPINIÓN
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS
Hay que recordar que el proyecto de Unión Europea para evitar las guerras en el Viejo Continente -las dos últimas, mundiales- nació como acuerdo comercial: CECA, Comunidad Europea del Carbón y del Acero. De ahí pasó al Mercado Común Europeo, éxito espectacular, y de ahí a la Unión Europea, que se fue ampliando hasta cuadruplicar sus miembros. A algunos, como España, otros, como Francia, les pusieron infinitas trabas, porque sus productos eran muy competitivos. A otros, como los del Este tras la caída del Muro, se les dieron toda clase de facilidades, porque, amén de facilitar su vuelta a la democracia, perdida bajo el Ejército Rojo, eran mercados apetecibles, especialmente para Alemania… y para los demás.
Durante la década que duró la reunificación alemana bajo el euro, la UE contempló respetuosa la pesada digestión de la RDA por la RFA. Y cuando Schroeder y Merkel entregaron su abastecimiento energético a la Rusia de Putin, lo aceptaron o lo imitaron. Alemania producía entonces más gas que Rusia, pero era más barato comprarlo. Luego vimos que Schroeder era y es un empleado de Putin a través de Gazprom. Y encima la sobrevaloradísima Merkel decidió cerrar las nucleares, abriendo la carrera de especulación financiera de las energías renovables, apuesta puramente ideológica que, manipulando el alarmismo climático, nos lleva a la ruina.
Ahora otra política alemana de derechas, Von der Leyen, hace suyo el programa de la izquierda rojiverde: en vez de reducir la carga fiscal en la factura de la energía, pide gravar los “grandes beneficios” de las eléctricas (y las fósiles) cuando los máximos beneficiarios son los Estados y la UE, con el IVA. Y dice que esos fondos deben utilizarse para la “transición ecológica”, es decir, en dar más dinero a la mayor estafa de la historia. A 400 millones de europeos no se les informa de verdad sobre el clima (por ejemplo, que el CO2 que produce la UE es sólo una milésima del que hay en la atmósfera, y no puede cambiar nada) y se les imponen decisiones que pueden producir una hecatombe económica. Todo, por el capricho verde de una millonaria azul que desde su avión privado nos impone la agenda roja.
Es la Agenda 2030 de Davos, que bendijo Xi Jinping: “En 2030 no tendrás nada y serás feliz”. El peor ataque a la propiedad y la libertad desde la Komintern. Así se dinamita y deslegitima aquel proyecto sensato, basado en el mutuo beneficio, que nació CECA y muere UE.