El actor y director habla sobre el gran proyecto de su vida, la saga ‘Horizon’, que durará 12 horas en total y de la que ayer presentó la segunda parte en el Festival de Venecia
NotMid 07/09/2024
Estilo de vida
Mientras las mejores mentes de la deep tech se concentran en cómo tardar cinco minutos menos en llevar una pizza a casa, hay quien juega la partida más arriesgada de su vida (profesional) a largo plazo. En el caso del oscarizado director Kevin Costner, la duración total del ambicioso proyecto con el que ha vuelto a ponerse detrás de la cámara después de 20 años es de 12 horas.
El titánico esfuerzo de la saga americana de Horizon supone un renacimiento del interés por los wésterns rodados como antaño, en impresionantes parajes naturales. Uno no puede sino inclinarse ante la inventiva de Costner, que quiere completar cuatro capítulos, el segundo de los cuales debía estrenarse en los cines el 15 de agosto, pero que se pospuso a una fecha por determinar. Entre las razones del aplazamiento está la intención de permitir que más espectadores vean la primera parte, que con este fin está disponible en plataformas digitales desde mediados de julio. La segunda parte se presentó ayer en el Festival de Venecia.
El director de Bailando con lobos preparó a su público con las cinco temporadas de Yellowstone, una serie de televisión ambientada en Montana en la que él era el protagonista John Dutton. Ahora bien, la idea de un colosal wéstern se remonta a 30 años atrás. Pero, ¿por qué tanto tiempo? “No he dirigido muchas películas”, explica el cineasta, “pero en todas en las que he estado he pensado que podía dirigirla. Mi problema es creer siempre que la gente puede hacerlo mejor que yo. Pero casi nadie creía en este proyecto, ni siquiera otros directores, así que tuve que rodarlo por mi cuenta. En 1988 encargué el guion, en aquella época la historia era un juego de dos, un poco como en Dos hombres y un destino, de George Roy Hill. En 2003 quise empezar a rodar, pero los estudios no aceptaron producirla, porque habría costado cinco millones de dólares más de lo que querían financiar. Soy testarudo, así que no cedí”.
Prefiriendo a menudo el camino más escarpado, el director, actor, guionista y productor californiano de 69 años, que también es el líder del grupo country Kevin Costner & Modern West, invirtió 38 millones de euros de su propio bolsillo (de un total de 100). Y lo hizo en edad de jubilación, cuando cualquiera con menos garbo sólo querría jugar al golf y ser un pilar de sabiduría para nietos e hijos. Costner tiene siete hijos con tres mujeres diferentes: su ex esposa Cindy Silva y sus ex novias Bridget Rooney y Christine Baumgartner. Entre los placeres de la vida, como los paseos en moto y el green, no están las alfombras rojas, que solo pisa con gusto si está a la caza de inversores, como ocurrió en el último Festival de Cannes, donde se proyectó fuera de concurso el primer episodio de Horizon.
“En 2009 volví a pensar mucho en la película, sobre todo en el hecho de que en todos los wésterns que hemos visto siempre llegamos a una ciudad que ya existe y en la que hay gente de la que nunca habíamos oído hablar. Esas ciudades deben de haber vivido auténticos dramas”.
La intención de la película es contar la historia del Oeste americano rindiendo homenaje a las maravillosas tierras fértiles que atrajeron a pioneros de los cuatro puntos cardinales, con la promesa de vivir en un lugar pacífico y hospitalario. Pero a mediados del siglo XIX estalló la Guerra de Secesión y las cosas cambiaron. “Aquellos territorios pertenecían a los nativos, que habían vivido allí durante 15.000 años y sabían dónde encontrar agua buena y por dónde cruzar los ríos. No querían renunciar a sus tierras y el gran conflicto que se había producido era lo que yo quería mostrar”.
La película ofrece una reconstrucción minuciosa, presenta diferentes puntos de vista y toca fibras profundas. Como la escena inicial, que enfoca un hormiguero en el valle de San Pedro que simboliza una vida original en armonía con su entorno, inmediatamente destruida con la primera estaca plantada para construir Horizon, la ciudad edénica que verá ir y venir a muchos colonos, soldados del ejército estadounidense y apaches.
Desinteresado por las negativas recibidas a lo largo de los años, Costner cambió de perspectiva en un momento dado, volviendo su mirada a las mujeres. “Mostrar su lugar en el Oeste era muy importante para mí. La mayoría de ellas estaban allí contra su voluntad, trabajando hasta morir, dando a luz y dispuestas a hacer cualquier cosa para proteger a sus hijos. Y así fue durante 200 años”.
Sienna Miller, Ella Hunt, Abbey Lee y Jena Malone son las cuatro grandes actrices de la historia. “No son sólo mujeres en el Oeste, son mujeres actuando”, señala el director. “El wéstern es una especie de nuestro Shakespeare. Quería invertir en el comportamiento, en algo más que en los tiroteos”.
Así, muestra a una mujer que no puede controlar el deseo de echarse agua encima para lavarse, para quitarse todo ese polvo. La importancia de los detalles es fundamental en esta historia. Una mujer solitaria como el personaje de Sienna Miller (que rodó la segunda parte con las náuseas del embarazo) necesitaba encontrar a un hombre inmediatamente después de la muerte de su marido. Hoy juzgamos esto como un comportamiento erróneo, pero en el Oeste no habría sobrevivido sola. Además de financiar, dirigir y escribir el guión (a cuatro manos), Costner aparece tras la primera hora de la primera película como Hayes Ellison, unvaquero que se gana la vida con su pistola: a partir de ahí, cada vez que entra en escena, el nivel de la película sube.
“Me encantaron El hombre que mató a Liberty Valance y Centauros del desierto, de John Ford. Pero también me influyó George Stevens, pienso en obras como Gigante. También hay elementos de los wésterns de John Sturges en mi película, y puse una frase significativa en el guión sobre la forma en que mi madre me crió. Su legado será aún más claro en los próximos capítulos”.
En la segunda parte, cuyo estreno oficial aún no se ha anunciado, habrá guiños a los relatos cortos de Jim Harrison Leyendas de otoño y Venganza, y llegarán nuevos actores como Glynn Turman y Giovanni Ribisi. Y junto a los nuevos rodajes, aparecerá otro elemento importante. “Intentaré ponerle humor, porque hace 150 años en el Oeste la gente bromeaba entre sí, así que no deberíamos tener miedo de hacerlo también”.
Los que cruzaron el mundo en embarcaciones improvisadas llegaron a América y encontraron algo diferente a cualquier otro lugar de la Tierra. “La América de hace 200 años era casi un Jardín del Edén. La fauna natural, la gente local vestida con pieles. Había 90 millones de búfalos y las caravanas a veces tenían que esperar ocho días para no ser atropelladas. Era realmente un lugar increíble”. Mientras Europa se civilizaba, el lejano Oeste estaba a punto de entrar en guerra con las armas de fuego, la tecnología de la época. “A medida que íbamos arrebatando tierras a las 500 naciones indígenas que había entonces, las armas se iban extendiendo por América y se convirtieron en algo tan sagrado para algunas personas que todavía hoy tenemos un problema, en mi país“.
Si le preguntan si se siente más cómodo en la silla de montar o en la de director, bromea: dirige desde la silla de montar. Aunque no sigue modas, y no tiene que responder ante nadie, ni siquiera económicamente. Casi. “Tengo un par de inversores implicados en la empresa (que mantuvo en el anonimato). Siento una responsabilidad hacia ellos. Pero el montaje final está en mis manos, puedo conservar algunas escenas aunque alguien diga que no es necesario”. Y redefine el concepto de colaboración. “Para mí significa crear una atmósfera que permita a los que trabajan conmigo aportarme ideas. Que las utilice o no no importa tanto como el hecho de que la gente a mi alrededor se sienta libre para expresarse”.
A pesar de las arriesgadas inversiones, hay una responsabilidad en su vida que supera a todas las demás. “Para mí es importante que mis hijos vean cómo me comporto. Saben que me encanta mi trabajo, espero que trabajen con la misma pasión que ven en mí. Llevo ayudándoles desde los días en que les veía cantar en la obra del colegio, y cuando tengo la oportunidad de meterles en algo mío lo hago (mi hijo Hayes actúa en esta película, su hija Lily suele hacer duetos con él). La razón principal es que quiero tenerlos lo más cerca posible de mí“.
Y fueron precisamente sus hijos los que, en cierto modo, le autorizaron a correr el gran riesgo de Horizon. “No quiero que lo que he ganado económicamente controle mis decisiones, quiero que mi corazón me guíe. Cuando les dije a mis hijos que arriesgaba una parte de su herencia, me dijeron: ‘Papá no te preocupes por nosotros, nos cuidaremos solos. Queremos que seas feliz'”. Como se suele decir, el mayor reto Costner ya lo ha ganado. Los demás, ya veremos.
Agencias