EEUU, Alemania, Reino Unido, Canadá, Australia y Italia son algunos de los países que han suspendido la financiación a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos tras la supuesta participación de algunos de sus empleados en el ataque del 7 de octubre en Israel
NotMid 28/01/2024
MUNDO
Mientras el reloj de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) avanza a su ritmo tras ser activado por Sudáfrica contra Israel, el de los combates y ataques marca los tiempos de la guerra entre el Ejército israelí y Hamas. El tercer reloj, el de la mediación, no ha dejado de funcionar. Representantes de alto rango de EEUU, Qatar, Egipto e Israel tienen previsto reunirse en los próximos días para promover un acuerdo de alto el fuego y la puesta en libertad de los 136 rehenes en cautiverio desde que fueran secuestrados por el grupo islamista el pasado 7 de octubre.
Al mismo tiempo, ocho países, entre ellos Alemania, Italia, Reino Unido, Holanda y Canadá, han seguido el camino de EEUU y este sábado han suspendido su ayuda económica a UNRWA (Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos) tras la supuesta participación de varios miembros de su personal en el ataque armado en el 7-O. La agencia, que avisa que la decisión pone en peligro su “trabajo humanitario en la región, especialmente en la Franja de Gaza”, ha anunciado la rescisión de los contratos de dichos empleados y ha abierto una investigación tras “recibir información de las autoridades israelíes” aclarando que “cualquier empleado de la UNRWA que haya estado involucrado en actos de terrorismo deberá rendir cuentas, incluso mediante un proceso penal”.
Según la cadena de televisión estatal israelí, Israel entregó a EEUU “información inequívoca de que al menos 12 trabajadores de UNRWA participaron en la infiltración armada de Hamas del 7 de octubre siendo algunos de ellos neutralizados por las fuerzas de seguridad en territorio israelí cerca de la frontera”.
Con el norte de Gaza en una fase mucho menos intensa de ataques y enfrentamientos, la guerra se centra básicamente en el sur. La División 98 del Ejército israelí continúa una amplia incursión, iniciada hace varios días, en la zona oeste de Jan Yunis, mientras la gran mayoría de los desplazados internos se encuentran en la localidad más sureña de Rafah.
El ministerio de Sanidad en la Franja de Gaza, controlado por Hamas, indica que la operación israelí causó más 170 muertos en la última jornada elevando su balance mortal a más de 26.200 desde el inicio de la guerra tras el ataque yihadista que causó 1.200 muertos y 240 secuestrados en el sur de Israel.
El Ejército israelí afirma este sábado que sus fuerzas mataron a “más de 100 terroristas en la última semana” en unas operaciones que, según su comunicado, incluyeron en las últimas horas “redadas contra objetivos terroristas, entre ellos una instalación de almacenamiento de armas donde se encontraban grandes cantidades de municiones, armas de fuego y diversos activos tecnológicos”.
17 de los 24 batallones de Hamas en la Franja de Gaza “han sido neutralizados” en 113 días de ofensiva, según datos del Ejército.
Las autoridades gazatíes acusan al Ejército de asediar los dos principales centros sanitarios en la zona de Jan Yunis, Nasser y Al Amal. “La ocupación israelí asedia los hospitales de Jan Yunis, paralizándolos completamente mientras comete crímenes de genocidio e impide el movimiento de ambulancias”, denuncia el ministerio de Sanidad del Gobierno islamista mientras Israel replica que Hamas hace uso de dichos hospitales.
Los residentes palestinos afirmaron que el Ejército israelí hizo explotar edificios y casas en la parte occidental de la ciudad de Jan Yunis. Asimismo denuncian, citados por Reuters, que obstaculizó los esfuerzos para rescatar a los muertos y heridos. Israel lo niega y denuncia que los milicianos actúan en el interior y afueras de los dos citados hospitales
COLAPSO DEL SISTEMA MÉDICO
Médicos Sin Fronteras advirtió que el Hospital Nasser ya no tiene capacidad para tratar a los heridos tras el “colapso de los servicios médicos vitales”. “La situación en Gaza es absolutamente desesperada. Dondequiera que se mire, hay personas desplazadas, exhaustas después de tres meses y medio de guerra brutal. La gente morirá como resultado del asedio: hambre, enfermedades, falta de atención médica”, señala afirma la directora de comunicación de UNRWA, Juliette Touma, que resume: “Estas no son condiciones para seres humanos”.
El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Israel Katz, ha criticado duramente el papel de UNRWA en la Franja de Gaza (“muchos de sus empleados son miembros de Hamas identificados con sus ideas asesinas y dan cobijo a sus actividades terroristas”) y ha felicitado a EEUU, Australia, Canadá, Finlandia o Italia por anunciar de forma temporal la suspensión de su ayuda al organismo de la ONU después de que, según sus palabras, “se revelara que algunos de sus empleados estuvieron involucrados en la atroz masacre del 7 de octubre”. El Reino Unido también se ha sumado este sábado al boicot a la UNRWA, informa Carlos Fresneda.
Las sospechas se refieren a 12 empleados de la agencia por su supuesta participación en el ataque del 7-O después que la Inteligencia militar entregará lo que considera pruebas de ello. Israel ha acusado al brazo armado de Hamas de usar varias instalaciones de la ONU.
“Llevamos años avisando que UNRWA perpetúa la cuestión de los refugiados, obstruye la paz y sirve como brazo civil de Hamas en Gaza“, ha escrito Katz este sábado en la red X señalando que “no puede formar parte en el día después (de la guerra en la Franja de Gaza)”. “En la reconstrucción de Gaza, debe ser reemplazado por agencias dedicadas a la paz y el desarrollo genuinos”, ha añadido.
La UNRWA responde a las acusaciones señalando que abrió una investigación urgente y prometiendo que hará rendir cuentas a “cualquier empleado que estuviera involucrado en actos de terrorismo”. Tras señalar que Israel les ha proporcionado información “sobre la presunta participación de varios empleados de UNRWA en el horrible ataque contra Israel del 7 de octubre”, el comisionado general, Philippe Lazzarini, anunció el viernes la decisión de “rescindir de forma inmediata los contratos de estos miembros del personal e iniciar una investigación para conocer la verdad sin demora y para proteger la capacidad de prestar asistencia humanitaria” en la paupérrima Franja de Gaza bajo una dramática crisis humanitaria tras 113 días de guerra como alertan los representantes de su agencia.
“Los palestinos en Gaza no necesitaban este castigo colectivo adicional. Esto nos mancha a todos”, avisó Lazzarini que se declaró “conmocionado” ante la ampliación de la lista de países que suspendían la ayuda. Entre ellos, los dos principales donantes en el 2022, Estados Unidos y Alemania.
Hamas, que controla la Franja de Gaza desde 2007, denuncia una “campaña de incitación israelí” contra UNRWA y otras agencias para que dejen de funcionar en el territorio palestino, niega cualquier colaboración de sus efectivos del brazo armado con dichos organismos y pide a la ONU que “no ceda ante las amenazas y chantajes de Israel”. La Autoridad Nacional Palestina (ANP) ha criticado hoy a los países que decidieron suspender sus ayudas antes de que concluya la investigación “basada en información procedente del enemigo sionista” sobre un caso que ha abierto aún más la brecha entre Israel y la ONU.
Agencias