Sólo le dan dátiles a través de los huecos de la celda, no dispone de colchón y le han quitado sus gafas. La italiana no tiene contacto directo con nadie desde el pasado 27 de diciembre.
NotMid 02/01/2025
MUNDO
Un intercambio entre la periodista italiana Cecilia Sala, encarcelada en Irán, y el ingeniero iraní Mohammad Abedini, detenido en Milán y sobre el que pesa una orden internacional a petición de EEUU. Eso es lo que ha pedido de forma oficial la embajada de la República Islámica de Irán en Roma tras reunirse esta tarde con autoridades italianas a petición del Ministerio de Exteriores de Italia.
El iraní fue encarcelado en Italia -acusado de “conspiración” y de “apoyar a una organización terrorista”- tres días antes de la detención ilegal de la reportera italiana, en su hotel de Teherán el pasado 19 de diciembre. Durante 10 días no hubo cargos conocidos contra la periodista. Sólo hace unos días las autoridades iraníes formalizaron una genérica “violación de las leyes de la República Islámica de Irán”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno italiano convocó este jueves al embajador de Irán en Roma, Mohammad Reza Sabouri, para tratar la liberación de Sala, quien está interna en la cárcel de Evin, al norte de Teherán, en una celda individual y en régimen de aislamiento. Tras el encuentro diplomático, la embajada de Irán en Italia emitió un comunicado donde se vincula claramente la liberación de la italiana con la excarcelación del ingeniero iraní.
La embajada de Irán asegura que “en la amistosa conversación se ha debatido e intercambiado opiniones” acerca del ciudadano iraní detenido en Milán “con falsas acusaciones”, según indican las autoridades iraníes. Confirman, según su versión, que Cecilia Sala está siendo tratada bajo estándares “humanitarios”. Por ello, argumentan los representantes de Teherán, “se espera que el Gobierno italiano acelere la liberación del ciudadano iraní detenido”.
Por su parte, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, convocó esta tarde un Consejo de Ministros extraordinario, en el Palacio Chigi, para tratar sobre cómo actuar, en el marco de estas conversaciones entre Roma y Teherán. El Consejo de Ministros, en el que han participado también los responsables de la Inteligencia italiana, ha sido presidido por Meloni, a la que han acompañado los ministros en estos momentos más involucrados en el caso de la detención de la periodista italiana: el vicepresidente del Ejecutivo y ministro de Exteriores, Antonio Tajani, y el ministro de Justicia, Carlo Nordio.
En una nota emitida por el Palacio Chigi, el Ejecutivo italiano pide que Cecilia Sala sea “liberada inmediatamente” por las autoridades iraníes y que, mientras tanto, que sea tratada “respetando la dignidad humana”. Después, Meloni se ha reunido con la madre de Cecilia Sala, Elisabetta Vernoni y ha habladopor teléfono con su padre, Renato Sala. En lo referente al ciudadano iraní detenido en Milán, Mohammad Abedini, el Ejecutivo italiano confirma que “a todos los detenidos se les garantiza la igualdad de trato sobre la base de las leyes italianas y las convenciones internacionales”.
El intercambio de presos que ha pedido Irán llevaba varios días en el aire. Pero ahora es la primera vez que queda por escrito de forma oficial por parte de las autoridades iraníes. Pero ambas situaciones no son equiparables. El ingeniero iraní ha sido detenido en Milán tras una orden de arresto internacional y con garantías, con trato justo y respetuoso con el derecho internacional, lo que no es el caso de la reportera detenida en Irán.
Cecilia Sala, en los últimos días, ha podido realizar llamadas telefónicas a su familia más cercana por lo que se han podido conocer algunos detalles de su estado en la cárcel de Evin. El diario Corriere della Sera ha publicado que el miércoles pudo llamar a su madre, a su padre y a su pareja, el también periodista Daniele Raineri.
Dátiles para comer
A través de su relato, se han podido conocer cómo se encuentra, ya que Cecilia Sala no ha podido ver a nadie desde el 27 de diciembre, cuando pudo entrevistarse con Paola Amedei, la embajadora de Italia en Teherán. Como la única comida que le proporcionan son dátiles por los huecos de la celda, el aislamiento de la periodista italiana es tal que ni siquiera tiene contacto con los guardias.
No dispone de un colchón para dormir y tiene que hacerlo en el suelo, encima de una manta. No ha podido disponer de bienes de primera necesidad, como sí aseguraban las autoridades iraníes. Es más, el personal de la cárcel le ha privado incluso de sus gafas. El diario Corriere della Sera confirma que se trata de un tratamiento “sin dignidad” reservado a las “presas políticas”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores italiano, por esta razón, ha exigido a las autoridades de Irán la “liberación inmediata” y “garantías plenas sobre las condiciones de detención” de Cecilia Sala. No obstante el régimen de los ayatolás ha hablado de un trato “humanitario” hacia la periodista italiana, aunque sus condiciones de detención no coinciden con lo que han declarado las autoridades iraníes.
Agencias