Un comando desembarca en unas instalaciones militares de las tropas de la Z. Ningún soldado de Kiev había vuelto a pisar la península desde la ocupación rusa de 2014
NotMid 24/08/2023
MUNDO
Desde 2014 ningún soldado ucraniano había vuelto a pisar la península de Crimea. Nueve años después, en una misión nocturna, un grupo de 10 militares ucranianos, que llegaron sobre cuatro lanchas rápidas, irrumpieron en la playa de Olenivka, en la costa de Mayak, su extremo más occidental. Se trata de un importante complejo militar donde se lanzan los misiles de crucero y los drones Shaeed hacia Ucrania, además de guardar un complejo de radares y una carísima batería antiaérea S400 que fue reventada por Kiev el día anterior.
En ese lugar descansan además cientos de soldados rusos dentro de unas cabañas de verano pensadas para el turismo. Los ucranianos, algunos miembros de las Fuerzas Especiales y otros del servicio secreto (SBU) colocaron una bandera ucraniana y pusieron explosivos en los dormitorios de los militares ocupantes. Bajo la oscuridad de la noche, los guardias del complejo no notaron la presencia de los ucranianos hasta que volvían a las embarcaciones, momento en el que comenzó un tiroteo que despertó a la guarnición.
Existen varios vídeos de la incursión. Habían llegado en cuatro lanchas rápidas desde la costa de Mikolaiv u Odesa, a unas dos horas de navegación. En uno de ellos se aprecia un grupo de militares izando una bandera de Ucrania entre susurros, en otro se ve a los mismos componentes del comando silbando en las lanchas mientras se alejan de la costa (y en la playa comienzan a verse explosiones) y algún otro con los propios ucranianos disparando sus armas al embarcar de nuevo.
El propio Kiril Budanov, jefe de Inteligencia ucraniana y gran muñidor de este tipo de misiones audaces, ha rematado el asunto a su manera críptica: «Podemos atacar cuando y dónde queramos, en cualquier parte de Crimea. Aquellos que hayan hecho estupideces, será mejor que se vayan».
SORPRESA RUSA
Varios blogueros militares rusos reconocen el raid pero no se ponen de acuerdo en el resultado. Para algunos, Rusia consiguió repeler el ataque matando a todos los miembros del comando. Para otros, resultó al contrario. Los vídeos, en cualquier caso, muestran a los ucranianos volviendo a su punto de salida ufanos y sin aparentes bajas. Si hay o no hay muertos entre los soldados rusos que descansaban en el centro, será cuestión de tiempo que esa información salga a la luz.
El ataque, de inspiración claramente británica, copia el estilo del viejo SAS, esa unidad de combate que se infiltraba por el desierto de Libia tras las líneas enemigas y que era capaz de destruir decenas de cazas de la Luftwaffe en tierra, irrumpiendo de noche con armas y explosivos. Ucrania ha aprendido a realizar ese tipo de misiones hacia la otra orilla del río Dnipro, donde permanecen las tropas rusas, y toda esa experiencia puede usarla ahora para desembarcar y realizar incursiones en la Crimea ocupada.
Esa clase de misiones tienen un efecto más psicológico que militar, pero obligan a los rusos a usar más medios en defender toda su costa si no quieren evitar que ese tipo de ataques vaya a más. Con esta incursión, Rusia completa 24 horas negras (con la muerte de Prigozhin y la liberación ucraniana de Robotine) en una invasión que hace agua desde el 24 de febrero de 2022.
Agencias