Autogol de Austria da el pobre resultado a un equipo sin ideas, ni profundidad. eslovaquia sorprende a Bélgica con un Lukaku desastroso. Rumania domina a una Ucrania muy deficiente.
NotMid 17/06/2024
DEPORTES
Mbappé no marca, pero decide y sangra por Francia
El capitán francés, que se marchó lesionado y amonestado, ‘asistió’ a la diana en propia puerta de Wöber antes y después de rozar su primer gol, que se le resiste en una fase final de Eurocopa.
Kylian Mbappé sumó en Düsseldorf su quinto partido en una fase final de la Eurocopa y acumuló igualmente cinco partidos sin marcar. Tercer máximo realizador histórico de la selección francesa con 47 goles en 80 partidos (por detrás de los 57 de Giroud y los 51 de Henry), el futuro futbolista del Real Madrid deberá esperar, al menos, hasta el viernes cuando se enfrente a Países Bajos para estrenarse… Aunque si Francia se estrenó con victoria en Düsseldorf ante Austria fue, en gran medida, a Mbappé.
Resumen del partido
Fue el hombre del partido indiscutible, provocando las intervenciones de mayor peligro, rozando el gol en dos ocasiones, protagonizando la jugada que sentenció el triunfo y lesionándose, en la recta final, después de impactar con la nariz contra el hombro de Danso, lo que le dejó aturdido y sangrando, motivando que fuera atendido por las asistencias de su selección fuera del campo y entrase por cuenta propia, sentándose en el suelo, siendo amonestado y sustituido en el minuto 89, cuando Francia sufría, y de qué manera, por mantener una victoria que sufrió hasta el final.
Y es que no le resultó, para nada, fácil a Francia superar a una selección austriaca excelentemente trabajada por el veterano Ralf Rangnick, que le presionó y le tuteó con una valentía sorprendente, pero que adoleció del talento indiscutible con que cuenta Didier Deschamps. Y que acabó llevándose la victoria gracias a esa intervención de Mbappé, que convirtió el susto en euforia, llegándose al final de la primera mitad e inmediatamente después de que Austria rozase el gol.
Kylian empezó por la izquierda, se centró, se desplazó a la derecha… Fue el único con auténtica libertad de movimientos en el combinado francés. Y el que decidió. En el minuto 37, inmediatamente después de que Maignan evitase milagrosamente el gol de Baumgartner, entró en el área por la banda derecha, superó a Mwene y su centro hacia atrás lo remató con toda la mala fortuna el zaguero austriaco Wöber hacia su portería, provocando el gol francés.
Indiscutible en velocidad, monumental en la combinación con rapidez y notable en el esfuerzo defensivo (algo en lo que apenas ha destacado nunca en el Paris Saint-Germain y ya se verá en el Madrid) Mbappé no respiró con tranquilidad hasta que el árbitro señaló el final del probablemente mejor partido visto en este comienzo de Eurocopa.
Campeón del Mundo en 2018 y finalista en 2022, Mbappé busca redimirse con Francia en una Eurocopa, en su segunda participación, después de no haber marcado aún y recordando que en 2021 su selección (subcampeona en 2016) fue eliminada en la tanda de penaltis por Suiza en los octavos de final. Y él, Mbappé, fue quien falló el lanzamiento definitivo.


Lukaku tuvo fallas claras y dos goles anulados en la primera derrota de Bélgica en año y medio. Getty Images
Eslovaquia sorprendió a Bélgica y arranca con victoria
Dos goles anulados a Lukaku marcaron la derrota de los Diablos Rojos en su debut en la Euro 2024
Con Lukaku como gran señalado por sus múltiples errores en ocasiones claras y con dos goles anulados por el VAR, con Doku como protagonista por el fallo que llevó al gol eslovaco y con la sensación de volver a ser una decepción pese a no ser una favorita, Bélgica se estrelló en su estreno en esta Eurocopa 2024 contra Eslovaquia (0-1), que compitió a las mil maravillas para dar la sorpresa y colocarse como segunda del Grupo E.
Resumen del partido
Sin portar el cartel de favorita, pero con varios jugadores de primer nivel, era el momento perfecto para el paso adelante de Bélgica, de la que, pese a no ser candidata, se esperaba un buen estreno ante Eslovaquia, una selección inferior sobre el papel que no se amilanó ante las estrellas belgas y se llevó 3 puntos con oficio, trabajo y practicidad.

Y es que tras un inicio superlativo de Doku por el perfil diestro, a pie cambiado, el jugador del City, encarando con versatilidad, descaro y acierto, pocas cosas podían apuntar a que el partido se le fuera de las manos tan pronto a Bélgica, que por cierto formó con Carrasco como lateral izquierdo. Pero el fútbol, y más en torneos de selecciones, cambia en un momento.
Porque fue en un abrir y cerrar de ojos cuando a Bélgica se le puso todo en contra. Con dos protagonistas claros. El primero un Lukaku que pareció alargar aquel partido contra Croacia en Qatar 2022 con dos errores en las dos primeras ocasiones claras, en las que tuvo dos mano a mano que no acertó a definir. Y el segundo, el propio Doku, autor del desequilibrio en las mencionadas ocasiones y de una cesión matadora en salida de balón que acabó con el gol de Eslovaquia.
De un área a otra, en apenas 30 segundos, del 1-0 y posible 2-0 al 0-1. Así fue el varapalo de Bélgica y el despertar de una Eslovaquia que nada tuvo que envidiar a su rival cumplidos los 90 minutos y que gozó de más ocasiones para ampliar el marcador, porque funcionó a las mil maravillas bajo el liderazgo de Francesco Calzona desde el banquillo, entrenador del Nápoles en el último tramo de temporada, y de su pupilo en el equipo partenopeo Stanislav Lobotka en el césped.
Presionó la selección centroeuropea un saque de banda pegado al área belga y encontró petróleo. Doku, con buena intención pero con mala ejecución, dejó vendida a su defensa, que poco pudo hacer para detener el disparo del primer eslovaco y el rechace que dejó Casteels en bandeja para Schranz, que en el minuto 7 puso por delante a los suyos y castigó los errores de Lukaku.
Mareada tras el golpe encajado durante unos minutos, pudo recuperar un poco de control del partido mediante la posesión Bélgica, con De Bruyne dando sentido a la posesión para no perder definitivamente el control de un partido en el que todo pareció ir en contra de Lukaku.
Porque si bien Dubravka erró en salida de balón y fue Trossard el que disparó alto cuando no había portero, intentando superar a un zaguero que corrigió la posición del meta, fue Lukaku el que volvió a tener el balón botando dentro del área y la portería de frente para igualar el partido. De nuevo, por tercerea vez en apenas 45 minutos, definió mal.
Tuvo también que intervenir Casteels para evitar que Eslovaquia cerrara el duelo con una gran volea de Haralsin en el ocaso del primer acto que mermó de nuevo la poca confianza que había ganado una Bélgica que se fue al descanso descolocada.
Salió dispuesta a darle la vuelta al marcador, pero Lukaku estuvo otra vez negado de cara al gol. Lo encontró en el minuto 56, pareció reconciliarse consigo mismo, romper con su nefasto partido y pasar de villano a héroe. Pero el VAR le privó de todo disfrute con el fuera de juego que señaló, amargándole más todavía otra tarde para el olvido vistiendo de granate.
No fue solo Lukaku, parecía que Bélgica estaba gafada. Bakayoko disparó desde el corazón del área, con Dubravka fuera de posición. Pero ni con esas. Kancko, bajo palos, sacó el disparo sobre la línea.
Se volcó Bélgica en ataque y Eslovaquia empezó a sufrir, a achicar aguas. Las ocasiones se empezaron a suceder con mayor asiduidad, pero sin éxito. Hasta que Openda, que entró en el minuto 84, sacó a pasear su velocidad para llegar a la línea de fondo y ceder atrás para Lukaku, que clavó de primeras su disparo a una escuadra.
Celebró Bélgica y Eslovaquia lo dio por perdido. Pero una mano en la conducción de Openda, revisada por el colegiado en la pantalla a pie de campo, volvió a cebarse con Lukaku y Bélgica.
Anulado el tanto, Bélgica no pudo más. Eslovaquia se llevó los 3 puntos para colocarse segunda tras Rumanía, el próximo rival de los belgas.


Rumania mostró poder ofensivo goleando a Ucrania en su debut en la Eurocopa 2024. Mahmut Serdar Alakus/Anadolu via Getty Images
Rumania no perdonó a Ucrania y debutó en la Euro con una goleada
Los Tricolores mostraron su mejor cara para arrollar con contragolpes a una inoperante Ucrania en Munich
El estreno en la Eurocopa 2024 resultó una pesadilla para Andriy Lunin, deslumbrante en la Liga de Campeones, irreconocible en Alemania, con dos errores impropios de su nivel que desataron la vorágine con la que Rumania doblegó a Ucrania de forma concluyente, dirigida y ganadora por Dennis Man y Nicolae Stanciu, y obtuvo su triunfo más amplio de la historia en una gran competición.
Resumen del partido
No era simplemente un partido ni es sólo una Eurocopa, la cuarta consecutiva, para la selección de Ucrania, enfundada en su bandera, expresiva y reivindicativa frente a la invasión de Rusia antes del encuentro. Por eso, la derrota dimensiona la frustración de un grupo clasificado a última hora para la cita, pero con una generación de jugadores preparada para mucho más de lo que ofreció en su puesta en escena en Múnich.
La derrota señala a Lunin. Su gesto de frustración, expresivo, delató la mala tarde del guardameta, pero no sólo fue estrictamente suya. También de sus compañeros defensivos, sin atender a lo mínimo indispensable, por ejemplo, en el tercer tanto que lo sentenció todo antes de la hora del duelo. Y de los ofensivos. Ni Dovbyk, ni Tysganovic, ni Mudryk, entre otros, alcanzaron la altura que describen sus cualidades en el momento determinante.
Y su técnico, Rebrov, nunca logró la fórmula para oponerse al acertado plan de Iordanescu. Sí lo hizo Rumania, que no ganaba en la Eurocopa desde el año 2000 (de hecho, era su única victoria, por 3-2 sobre Inglaterra).
Entre las dudas disparadas de sus últimos cuatro amistosos (tres empates ante Liechtenstein, Bulgaria e Irlanda del Norte y una derrota frente a Colombia), cuando llegó el momento de la verdad demostró una preparación estricta y decisiva. Siempre supo cómo contrarrestar a su rival. También como ponerlo en jaque en ataque.
Desde el principio aplacó el ánimo de Ucrania. La esperó, la contuvo y la ganó terreno instante a instante. La controló y provocó sus errores. Al primero más visible, lo aprovechó. El lío lo inició Zabarnyi. Su cesión atrás, con una presión tan encima, no fue una buena idea. La calma con la que se lo tomó aún peor. El fallo, completo, fue de Lunin: despejó fatal.
Su defectuoso derechazo cayó en los pies de Denis Man, que lo cedió de inmediato a Stanciu. Su golpeo fue extraordinario. Por ejecución, potencia, precisión, sorpresa y resolución. Un golazo desde fuera del área, diagonal, a la escuadra, una parábola imposible para el portero del Real Madrid, víctima del error precedente. Porque el tiro era imparable.
No lo fue el segundo gol. En un contragolpe, ya en el segundo tiempo, el balón suelto le quedó a Razvan Marin, que conectó un tiro más que atrapable para Lunin. Debía haber sido suyo. No debía haber sido gol. No lo alcanzó el portero Ucraniano, rostro serio, apesadumbrado, demasiado inseguro. Entre ambos goles, su anticipación en un saque de esquina pudo ser otra concesión. El córner directo de Stanciu pegó en el larguero.
Tuvo mérito Rumania para ganarlo, más allá de los fallos ajenos. Rumania siempre la sujetó muy bien. Consciente de la amenaza que suponen futbolistas como Dovbyk, Tsygankov o Mudryk, el equipo rumano trazó un plan táctico, de ayudas, orden y rigurosidad, del que resultó ganador en todo el encuentro. De principio a fin. Cada éxito defensivo fue jaleado por el equipo como un triunfo más en el recorrido hacia la victoria final. Inapelable.
El 3-0, incluso aún antes de la hora de partido, con el desborde sencillo del extremo Man –de los mejores, sino el mejor, del encuentro, con participación en cada uno de los goles– y el remate dentro del área pequeña, solo, sin oposición de Dragus, fue la confirmación absoluta de todo lo que se veía sobre el terreno, sin una sola ocasión de verdad de Ucrania, contra las cuerdas en el grupo E, devorada por la exigencia de la Eurocopa y dos fallos de Lunin.
Agencias