El Rey, en un contexto de máxima polarización y amenazas para la Constitución, ha desplegado discursos con alta carga simbólica en defensa de la unidad y la Constitución
NotMid 07/01/2024
ESPAÑA
El Rey de España aprovechó de nuevo la oportunidad de un discurso solemne para subrayar su convicción en preservar la unidad nacional -«la identidad histórica de España», firmó- y la «convivencia», enmarcadas en la Constitución, cuando se cumple 45 años de su aprobación en referéndum y cuando se enfrenta a la amenaza del independentismo del que el PSOE depende para gobernar. El discurso en su décima Pascua Militar como anfitrión en el Palacio Real cierra un tríptico de firmeza en un contexto político marcado por la división y el cuestionamiento de la legalidad vigente desde la Transición.
Los últimos tres meses han asistido a apelaciones rotundas del Monarca. «Son muchos nuestros problemas y las soluciones llegarán de la unidad, nunca de la división», proclamó durante los Premios Princesa de Asturias el pasado 20 de octubre. En Navidad dio un paso más. En el discurso más personal de todos los que pronuncia a lo largo del año, se extendió en su defensa de la Constitución y dejó dos frases para la Historia: 1. «No podemos permitir que el germen de la discordia se instale entre nosotros». 2. «Fuera del respeto a la Constitución no hay democracia ni convivencia posibles. Fuera de la Constitución no hay una España en paz y libertad». La primera frase fue un mensaje bien nítido en un tiempo de máxima polarización política en España y, aunque carecía de destinatario explícito, tanto el PP como la izquierda de Sumar entendieron que iba dirigido al Gobierno. Para evitar cualquier choque, el PSOE evitó valorar el fondo del mensaje y reinterpretó el discurso asumiéndolo en su totalidad sin entrar en los detalles.
Y ayer, en su tercera gran cita, en el marco sin igual de la Pascua Militar, ante las Fuerzas Armadas, destacó que tienen «un papel fundamental en la preservación de la identidad histórica de España», que, como recoge la Constitución en su artículo 2, se basa «en la indisoluble unidad de la Nación española». Una apelación precisa frente a las referencias recurrentes a un referéndum de autodeterminación en Cataluña. Tanto ERC como Junts aspiran a imponérselo a Pedro Sánchez en esta legislatura, como precio a mantenerlo en Moncloa. El PSOE mantiene su negativa a ese escenario, como antes a la amnistía, pero precisamente ese viraje sobre el perdón a los promotores del referéndum ilegal del 1-O han activado las alarmas. En ese contexto excepcional, Felipe VI, apeló a «la defensa del marco de convivencia democráticamente elegido por los españoles», es decir, de nuevo, la Constitución.
La Pascua Militar es un tradicional acto castrense para inaugurar el año militar. La cita conmemora la recuperación de la isla de Menorca en 1782 y tradicionalmente se celebra con la imposición de 20 condecoraciones y los discursos del responsable de la cartera de Defensa y del Rey, entre el balance y el anuncio de objetivos.
Centenares de personas estaban congregadas en las inmediaciones de la plaza de Oriente desde las 11.00 -no hubo pitos a Pedro Sánchez, en esta ocasión-. Hacía apenas cinco grados y era la mañana de Reyes, pero querían presenciar la celebración. A esa hora, la Guardia Real ya estaba en formación en la plaza de Armas del Palacio. También la enseña nacional, que entró mientras la banda entonaba el himno nacional y se dispararon 21 salvas de honor. A las 12 llegaron los Reyes, seguidos por la Princesa de Asturias, que debutaba en la Pascua.
A pie de coche fueron recibidos por el presidente del Gobierno y en la plaza de la Armería saludaron a Margarita Robles, ministra de Defensa; Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior; TeodoroEsteban López Calderón, jefe de Estado Mayor de la Defensa, y Emilio J. Gracia Cirugeda, jefe del Cuarto Militar de la Casa del Rey. Cumplidos con los actos protocolarios, la Familia Real y 200 militares se congregaron en el salón del Trono, donde Felipe VI hizo su discurso.
No faltó su loa a los valores de los militares, destacando el «empeño, abnegación, eficacia y dignidad» con la que realizan su trabajo. Pero el Monarca, vestido con el uniforme de gala de la Armada, quiso reivindicar una vez más la Constitución. Recordó en el balance de 2023, «un periodo muy exigente», que se había celebrado el 45 aniversario de la Carta Magna, que la había jurado Leonor como muestra de pervivencia de la Monarquía y de la nación, y que los militares han cumplido con la «misión de contribuir a garantizar las condiciones de seguridad necesarias para que los españoles podamos disfrutar de nuestros derechos y libertades». Y remató, ante sus «compañeros»: «La defensa del marco de convivencia democráticamente elegido por los españoles es testimonio vivo de vuestro compromiso con la sociedad»
Agencias