Los próximos 12 meses también podrían ser los de la paz en Ucrania o, en cambio, el periodo en el que el conflicto se internacionalice todavía más
NotMid 30/12/2024
EUROPA
Los líderes europeos tendrán que tomar en 2025 varias decisiones que marcarán el futuro más inmediato de la UE. Históricas, por supuesto, como lo es ya casi todo, empezando por la gestión de la inmigración. La inmensa mayoría de los países están de acuerdo en abordar “soluciones innovadoras”, el eufemismo que encierra los centros de detención fuera de la Unión Europea al estilo de los que ya ha puesto en marcha la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Apenas España mantiene una posición diferente, asegurando que es necesario actuar en el origen y ayudar a que las economías de los países que más movimientos migratorios generan crezcan. De esa manera, sus habitantes tendrán menos incentivos para moverse, pero eso es un plan a medio o incluso largo plazo. Y la mayor parte de los líderes quieren resultados a corto plazo. Controlar ya la llegada de personas a sus fronteras, y eso forja alianzas tan improbables como las de los gobiernos de Países Bajos, Dinamarca y la mencionada Italia.
La Presidencia de turno del Consejo, además, la ostentará Polonia, que ya ha marcado la cuestión migratoria como una de las prioridades de su mandato. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha dejado asimismo muy claro que el mandato que le han dado los países es buscar soluciones. Tanto, que Bruselas ya está estudiando los costes financieros de los centros, así como su encaje jurídico. El avance hacia el modelo Meloni se antoja imparable.
La inversión en Defensa será igualmente una cuestión clave y, también aquí, la posición de España está muy alejada de lo que se va a imponer en Europa. La convicción de que se debe elevar el gasto en esta cuestión está cada vez más extendida en Europa, y la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos no hace más que acentuar esta situación.
Por una parte, porque va a obligar a los países de la OTAN a que destinen un mayor porcentaje de su Producto Interior Bruto (PIB) a Defensa. ¿Cuánto? En Bruselas ya hay quien habla de que la exigencia inicial podría llegar incluso al 5% desde el actual 2% para posteriormente llegar a un punto de acuerdo cercano al 3,5%. Ahora mismo, sólo Polonia está por encima de ese dato, de modo que todos los países integrados en la Alianza tendrían que aumentar de manera significativa los fondos destinados a Defensa.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ya ha adelantado que serán necesarios “sacrificios” por parte de los países, y especialmente complicada será la situación de España: apenas gasta un 1,28% de su PIB a Defensa, lo que a todas luces se antoja insuficiente y le exigiría aumentar en varias decenas de miles de euros al año su inversión.
“Europa está en peligro”
Pero además, la mencionada victoria de Trump unida a la guerra en Ucrania también ha desatado una frase que se repite con mucha frecuencia en la capital comunitaria: Europa tiene que aprender a defenderse por sí misma, sin contar siempre con el paraguas de EEUU, y asegurar así su estilo de vida. “Todo el mundo reconoce que Europa está en peligro”, avisó Josep Borrell, ex alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Seguridad, en su última comparecencia pública en el cargo. El político español ha sido una de las voces que más ha intentado hacer entender a los europeos que el peligro es real.
Esa necesidad de asegurar el bienestar europeo también hay quien la vincula al control de la inmigración y, por supuesto, a lo imperativo que resulta impulsar la economía comunitaria. La pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos europeos es evidente, uno de los aspectos más importantes del informe Draghi es la búsqueda de competitividad y todo eso hay que encajarlo con la transición verde. Muy difícil.
Un ejemplo muy representativo y que preocupa mucho en Bruselas es el sector de la automoción. Las grandes marcas estiman que en 2025 pagarán unos 15.000 millones de euros en multas por no cumplir los objetivos climáticos en venta de vehículos eléctricos. Pero es que los ciudadanos europeos no pueden permitirse un coche eléctrico made in EU y mientras tanto los fabricantes chinos ofrecen vehículos mucho más baratos incluso con el pago de aranceles. Un contexto endemoniadamente complejo que amenaza a una industria que aporta el 8% del PIB europeo.
¿Paz en Ucrania?
Y, por supuesto, está el futuro de Ucrania. El presidente Volodimir Zelenski se niega a hablar de conversaciones de paz, pero esta cuestión está cada vez más presente en Bruselas. La versión oficial es que los esfuerzos están centrados en que Ucrania mejore su posición, un tanto debilitada actualmente, y que a continuación enfrente esas posibles conversaciones de paz.
Pero, y otra vez vuelve a salir el nombre de Trump, también es muy posible que el presidente electo obligue a Ucrania a sentarse de manera más o menos inmediata a negociar. Por eso, Zelenski también está pidiendo ya más garantías a la UE y a la OTAN. 2025 podría ser el año en el que acabe la guerra. O tal vez no y Europa y el mundo aceleren hacia un conflicto cada vez más internacional. La sociedad parece ajena a ello, pero el riesgo es real.
Agencias