El Departamento de Estado de EEUU aseguró que “está deseando colaborar con la República de Corea en la consecución de nuevos avances”
NotMid 14/12/2024
USA en español
El Departamento de Estado de Estados Unidos reiteró este sábado su “apoyo a la República de Corea, a sus ciudadanos, a los procesos democráticos y al Estado de Derecho”, después de que el Parlamento surcoreano aprobara la destitución del presidente Yoon Suk-yeol por haber declarado la ley marcial el pasado 3 de diciembre.
“En los últimos años, la alianza (entre EEUU y Corea del Sur) ha dado pasos de gigante, y Estados Unidos está deseando colaborar con la República de Corea en la consecución de nuevos avances”, esgrimió el Departamento de Estado en Washington en un comunicado.
Para, a continuación, añadir que el gobierno estadounidense se encuentra dispuesto a “seguir trabajando” con el presidente en funciones Han Duck-soo para “promover los intereses mutuos y los valores compartidos”
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, dijo que la destitución mostraba la “resiliencia democrática” de Corea del Sur. “Apoyamos firmemente al pueblo coreano. Apoyamos firmemente la férrea alianza” entre Washington y Seúl, declaró durante un viaje a Jordania.
El Parlamento surcoreano aprobó este sábado la destitución de Suk-yeol con el apoyo de diputados de la formación del mandatario.
Los 300 representantes de la Asamblea Nacional (Parlamento) surcoreana participaron en el proceso, que se saldó con 204 votos a favor de la moción presentada por la oposición para destituirlo, 85 en contra, tres abstenciones y ocho papeletas nulas. Para aprobar la moción eran necesarios al menos 200 votos a favor para lograr una mayoría de dos tercios en la cámara y, aunque el voto es secreto, se sabe que como mínimo 12 diputados del conservador y gobernante Partido del Poder Popular (PPP) han debido apoyar la destitución, puesto que los partidos de la oposición suman en total 192 escaños.
La incertidumbre en torno al resultado se mantuvo hasta el final, con el PPP celebrando durante horas una reunión a puerta cerrada para fijar una postura oficial y el encuentro concluyendo minutos antes del inicio de la votación con el anuncio de que la formación oficialmente no apoyaría la moción.
Tras el conteo, Yoon ha quedado inhabilitado de inmediato y el primer ministro, Han Duck-soo, asume ahora de manera interina la jefatura de Estado y Gobierno, a la espera de que el Tribunal Constitucional determine en un plazo máximo de 180 días si el presidente violó o no la Carta Magna cuando declaró la ley marcial el pasado 3 de diciembre.
El destituido presidente surcoreano Yoon Suk-yeol (REUTERS)
Si el Tribunal Constitucional confirma su destitución, Yoon Suk-yeol será el segundo presidente de la historia de Corea del Sur en terminar así, tras el caso de la dirigente Park Geun-hye en 2017.
Sin embargo, también existe un precedente en el que la destitución aprobada por el Parlamento fue invalidada dos meses más tarde por el Tribunal Constitucional, la del presidente Roh Moo-hyun en 2004.
“Me siento profundamente frustrado (…) pero ahora debo dar un paso al costado por un tiempo”, dijo el presidente destituido tras la votación. En un discurso televisado llamó a poner fin a la “política de los excesos y la confrontación”.
Al menos 200.000 manifestantes, según la policía, se congregaron ante el Parlamento a la espera del resultado, y estallaron de júbilo al conocerlo, según constataron periodistas de AFP en el lugar.
En otro punto de la capital, Seúl, unas 30.000 personas se concentraron en apoyo al mandatario.
Park Chan-dae, líder de la principal formación opositora, el Partido Demócrata, afirmó que “la destitución de hoy es una gran victoria para el pueblo y la democracia”
Un grupo de personas escucha a Lee Jae-myung, líder del principal partido de la oposición, el Partido Demócrata, durante una concentración para pedir la destitución del presidente Yoon Suk Yeol frente a la Asamblea Nacional en Seúl el 14 de diciembre de 2024 (REUTERS/Kim Soo-hyeon)
El presidente Yoon Suk-yeol, de 63 años y con bajas cotas de popularidad, sorprendió al país al anunciar la imposición de la ley marcial la noche del 3 de diciembre y al enviar al ejército al Parlamento para impedir que los diputados pudieran reunirse. El mandatario, enfrascado en una pugna con la oposición en torno a los presupuestos, acusó a sus rivales políticos de comportarse como “fuerzas antiestatales”, y dijo que buscó con esta medida extrema proteger al país de las “amenazas” del régimen comunista de Corea del Norte.
La decisión suscitó un movimiento de indignación, con miles de manifestantes movilizándose de inmediato y enfrentándose a los militares a las puertas del Parlamento. Los diputados lograron reunirse y en cuestión de horas tumbaron con su voto la ley marcial.