La pifia de Podemos da cuenta de lo forzado que ha sido el acuerdo electoral en esta jaula de grillos
NotMid 08/05/2022
EDITORIAL
El sainete protagonizado en Andalucía por eso que Pedro Sánchez bautizó como «el espacio de Yolanda Díaz» da buena cuenta de la profunda crisis con la que la izquierda llega a las elecciones autonómicas. Tras semanas de notables discrepancias, con cruento enfrentamiento incluido entre la vicepresidenta segunda del Gobierno y Pablo Iglesias -quien desde que abandonó el liderazgo de Podemos no hace más que tratar de imponer a la formación el argumentario y la estrategia-, el viernes por la noche se sellaba in extremis el primer acuerdo de coalición entre Izquierda Unida, Podemos, Más País y algunos otros grupos afines para presentarse unidos a los comicios andaluces.
Pero tan forzado ha sido el pacto y tan divididos están en realidad los integrantes de esta auténtica jaula de grillos, que Podemos no llegó a tiempo para registrarse en la confluencia. Ahora confían en que el monumental fiasco se pueda solventar mediante algún apaño jurídico, que obligará a la Junta Electoral Central a pronunciarse.
Estamos, en todo caso, ante un intento a la desesperada para salvar los muebles ante el desastre que todas las encuestas pronostican a la izquierda en Andalucía. Y ello como consecuencia de la incapacidad para presentar ideas y medidas alternativas creíbles a lo largo de esta legislatura y de interminables luchas fratricidas en las que los personalismos y los egos no han dejado espacio a la política.
No se olvide que esta coalición seguirá disputándose el mismo espectro ideológico radical con Adelante Andalucía de Teresa Rodríguez, quien en su día protagonizara el divorcio más sonado de un Iglesias que hoy sigue empeñado en arrasar toda la hierba por donde pisaba, como Atila. A todo esto se añade, claro, que en el flanco socialista cunde el desánimo ante la incapacidad para despegar de su candidato, Juan Espadas, que podría dar este junio la puntilla al sanchismo que él mismo representa.
Lo que cada vez queda también más claro es lo poco prometedor que parece el futuro de esa candidatura nacional para englobar a toda la izquierda a la izquierda del PSOE que lideraría una Yolanda Díaz que se desinfla como el suflé. La titular de Trabajo ha demostrado desde luego mucha más habilidad para la propaganda como ministra que capacidad para relanzar el fragmentado y voluble espacio de una izquierda cada vez más parecido a un erial.
ElMundo