‘La Roja’ venció con solvencia y sufrimiento a Italia y pasando como primera jugará el 30 de junio contra un tercero, con la posibilidad de toparse en Cuartos de Final ante Alemania
NotMid 20/06/2024
DEPORTES
España ya está los octavos de final de la Eurocopa y se enfrentará el 30 de junio, en Colonia, a un tercer clasificado, puede ser del grupo A, D, E o F. Para saber el rival aún queda camino por delante, pero la ruta adivina con lógica, un duelo en la cumbre en cuartos de final con Alemania… Un partido que debería temer, o respetar mucho, la anfitriona viendo a esta España, que tras avasallar a Croacia en su estreno impuso sus galones sobre Italia, dominándola con solvencia primero y sabiendo sufrir después.
Lo justo y necesario para ser la segunda selección en sacar billete para octavos y mostrar sus galones. Pronto, quizá, para ganarse la consideración de favorita, el equipo de Luis de la Fuente sí debe empezar a ser un candidato.
No marcó hasta la segunda mitad. Y el gol se lo marcó en propia puerta Riccardo Calafiori, a los diez minutos del segundo acto y cuando España, tras una primera parte avasalladora, seguía sometiendo a una Italia incapaz de irse arriba, aprovechar la debilidad hispana en el centro de su defensa y que parecía, casi, conformarse con la igualada.
España acabó, casi, pidiendo la hora, sí pero lo hizo después de mandar de una manera indiscutible.Y es que la Roja pudo, y mereció, marcharse al descanso con ventaja en el marcador. Su dominio durante el primer tiempo fue abrumador, tanto en posesión (superando el 60 por ciento) como en remates (siete por solo uno de la azzurra) y de no ser por Donnarumma el combinado hispano habría podido, casi, sentenciar su victoria.
Le sacó el meta del PSG un cabezazo a Pedri a los dos minutos, un disparo a Morata a los 23 y otro a Fabián tres minutos después, además de ver como otro cabezazo, de Nico se iba fuera por poco… Era un festival español ante la resistencia italiana, hasta que ésta se quebró, después de que Pedri volviera a fallar ante puerta al comienzo de la segunda mitad y Calafiori se marcase el 1-0.
El cansancio y la decisión de De la Fuente de oxigenar a su equipo provocó que Italia se fuera arriba y pasase de dominada a dominadora, buscando la igualada, pero aún tuvo arrestos a la contra España para aumentar su ventaja, lo que evitó un enorme Donnarumma, aunque le faltase el acierto de sus compañeros para evitar una derrota que obligará a los italianos a jugársela contra la desesperada Croacia.
España, mientras, ya está, y como primera, en octavos de final.
Inglaterra sigue sin convencer tras empate con Dinamarca
Los ingleses siguen sin convencer y sumaron un punto en su segundo encuentro disputado en la Euro
Dos partidos después, con una victoria y un empate, la presumible condición de favorita de Inglaterra en la Eurocopa 2024 es nada más una ilusión, con otro encuentro decepcionante este jueves, en el que soportó a Dinamarca (1-1), sumó un punto que la mantiene líder de grupo, pero nada más, sin ambición ni fútbol.
Resumen del partido
Inglaterra aún no convence. No lo hizo contra Serbia, al que superó con un cabezazo de Jude Bellingham y poco más, agarrado finalmente a las paradas de Jordan Pickford. Ganó 1-0. Tampoco contra Dinamarca, a la que se adelantó en el minuto 18, con una subida de Kyle Walker que, tras un rebote, cayó en Harry Kane. El goleador la empujó a gol. Sin oposición.
Era entonces cuanto el grupo dirigido por Gareth Southgate se sentía superior, sobre todo sin inquietudes atrás, lejos aún de lo que debe proponerse en el juego. La fórmula de nuevo inicial con Kane, Bellingham, Saka y Foden, de menos a más, tampoco funcionó del todo, como ocurrió ante Serbia, en cuanto pasaron los minutos, en cuanto Dinamarca se rebeló.
Como contra Serbia, Inglaterra cedió terreno. Como el pasado domingo, jugó con fuego. Ni controló el partido ni manejó el medio campo ni atacó apenas en un tramo del primer tiempo que lo expuso directamente al daño. Y la selección danesa, semifinalista en la Eurocopa 2021, precisamente contra su rival de este jueves, también tiene pegada.
De repente, pero no tanto, avisada estaba ya Inglaterra, cuando Morten Hjulmand soltó un potente tiro desde unos 30 metros, directo a gol, inalcanzable para la estirada de Pickford. A nadie le extrañó el 1-1 del futbolista del Sporting de Lisboa. A nadie le resultó inesperado el empate, tal y como se movía el conjunto inglés, tal y como presionaba el equipo danés. Otro gol más desde fuera del área, el decimotercero en estos primeros pasos de la Eurocopa.
En ese filo, el partido era impredecible. Cierto que la selección inglesa tiene tanta destreza individual en sus innumerables recursos que cualquier detalle puede cambiar el duelo, como el remate al poste de Foden en el comienzo de la segunda parte; tan cierto como que Dinamarca también se presentó con prometedoras opciones en torno al área contraria.
Necesita mucho más Inglaterra, entre las expectativas que lanzan sus nombres en la convocatoria y en el once titular y las dudas que desprende cada lance hasta ahora en esta Eurocopa. Trent Alexander Arnold, como medio centro, fue el primer cambio. En su lugar entró Conor Gallagher. Tampoco funcionó Declan Rice, que es un factor esencial.
En el minuto 69, la renovación fue más profunda: fuera Foden, Saka y Kane; dentro Bowen, Ollie Watkins y Eze. Otras características, otras circunstancias.
Probó de nuevo Hojbjerg a Pickford, antes Watkins a Kasper Schmeichel, en un partido en vilo. Para Inglaterra. Y para Dinamarca. El empate entre Eslovenia y Serbia horas antes, sin embargo, les daba un margen. Más al conjunto británico, en su permanencia al frente del grupo para la última jornada, pero también era un riesgo no cerrar aún la clasificación, más aún en los decepcionantes parámetros que está jugando la selección inglesa.
Dinamarca aumentó la ofensiva, metro a metro, tiro a tiro, mientras Southgate pedía cabeza. No era sólo una cuestión de eso, sino de fútbol, intensidad, planteamiento, mecanismos colectivos… De muchos de los aspectos fundamentales que conforman un equipo, incluida la ambición, mucho más presente en el equipo danés que en un teórico favorito como Inglaterra, con Cole Palmer de nuevo infrautilizado en el banquillo.
Jovic salvó a Serbia en el último córner y empató ante Eslovenia
Lo logró Jovic en el último córner, cuando ya nadie creía en ellos, cuando el propio seleccionador, Dragan Stojkovic, asumía, sentado en el banquillo, el desenlace
A la desesperada, incluso ya había subido al remate el portero Pedrag Rajkovic, en el último córner al borde del minuto 95, Luka Jovic fue el más listo de todos, se adelantó con la cabeza, batió a un Jan Oblak insuperable hasta entonces, rescató a Serbia de una eliminación casi segura en Múnich y frustró de una forma insoportable a Eslovenia, cuando ya sentía suyo el triunfo e incluso la clasificación.
Resumen del partido
Desolados, la imagen de los jugadores eslovenos fue la evidencia de un golpe duro, inesperado, inasumible tan cerca del final, cuando dominaba el partido por 1-0 desde el minuto 68 por el gol de Karnicnik.
El lateral derecho del Celje de 29 años y 30 partidos como internacional, tan sólo había marcado un gol hasta ahora con su equipo nacional, hasta este jueves cuando anotó un tanto que habría sido histórico, pero no alcanzó. La primera victoria de la historia de Eslovenia en una Eurocopa aún sigue pendiente. El pase a octavos, también. Y en la última jornada juega contra Inglaterra. Las sombras se cruzan en su camino.
Eufóricos, tanto aficionados como futbolistas, Serbia sigue viva. Su primer punto aún la mantiene en la pelea, pero necesita ganar en la última jornada a Dinamarca. No le queda otra. Y esperar marcadores. Tal y como se sintió durante el partido, incapaz de convertir un remate hasta esa apoteosis final, es una ocasión inesperada.
Eslovenia encerró a Serbia inicialmente. Más ambiciosa, consciente de la victoria como ruta quizá inevitable para octavos, teniendo en cuenta que la última jornada lo ponía en una posición inferior frente a Inglaterra, el triunfo este jueves era casi la clasificación para los octavos de final, después del prometedor empate inicial contra Dinamarca.
La insistencia eslovena fue evidente desde el principio. Serbia la aguardó. Eslovenia atacó. Centró, circuló en torno al área contraria, intensificó sus acciones de medio campo para adelante y tan solo remató de verdad un par de veces en el primer tiempo, la más clara de Mlakar ante Rajkovic. El guardameta del Mallorca respondió con suma agilidad. Salvador.
Sintió el agobio Serbia, que se cerró bien… Y reaccionó. Antes de la media hora transformó el panorama del duelo. El remate de cabeza de Vlahovic, atrapado sin complicaciones por Jan Oblak, fue un síntoma. El siguiente de Mitrovic, en un córner que no acertó a despejar nadie, fue una confirmación. El partido había cambiado. Aún hubo momentos para los dos. Porque pudo ganar cualquiera de los dos, aunque el empate fuera al límite.
Si era fundamental ganar para Eslovenia, lo era aún más para Serbia, derrotada en la primera cita por Jude Bellingham, agitada por las palabras de Dusan Tadic sobre su suplencia (después pidió perdón al seleccionador y a sus compañeros) y entre la amenaza lanzada por su federación de abandonar el torneo por los insultos de aficionados hacia sus ciudadanos en el duelo del día anterior entre Croacia y Albania.
En ese entorno tan embarullado, con Tadic de vuelta a la alineación inicial, Serbia fue de menos a más ante Eslovenia. En cuanto se ajustó controló mejor a su adversario, aunque con un nuevo susto con un remate al poste de Elsnik y un rechace fuera de Sesko, pero hasta ahí permitió ya el equipo de Dragan Stojkovic, que aplacó definitivamente a su oponente.
Y se estrelló un buen rato contra Jan Oblak, agrandado ya en el primer tiempo para interponerse en el duelo frente a Mitrovic. Insuperable entonces el portero del Atlético de Madrid, ante el autor de 40 goles en este curso con el Al Hilal de Arabia Saudí, lo fue aún más después, en los primeros compases del segundo tiempo, cuando debió surgir de nuevo ante el atacante.
Ahí resurgió de nuevo Eslovenia, que contraatacó para adelantarse sobrepasada la hora del choque, cuando Karnicnik recuperó el balón en su territorio, avanzó hacia adelante, rebasó la línea de medio campo, conectó al otro lado con Elsnik y, ya sin la pelota, siguió hacia el otro área, donde culminó finalmente al jugada tras el pase de su compañero. ¿El gol, la victoria, quizá la clasificación? No fue suficiente. Quizá, incluso, no era justo con Serbia.
De nuevo, en el otro área, aún pudo empatar, con otro remate de Mitrovic, esta vez al larguero. El delantero lamentó demasiadas ocasiones falladas, nada fino en el remate, irreconocible en cuanto a su efectividad. Tuvo ajetreo a su lado Oblak, que al borde del final recibió el 1-1. Lo logró Jovic en el último córner, cuando ya nadie creía en ellos, cuando el propio seleccionador, Dragan Stojkovic, asumía, sentado en el banquillo, el desenlace.
Agencias