El texto se limita a señalar que el dictador “carece de legitimidad” ya que no ha sido elegido de manera democrática, no cita en ningún momento a María Corina Machado y anuncia 15 nuevas sanciones.
NotMid 10/01/2025
EUROPA
Desde que el pasado 28 de julio se celebraran las elecciones, España ha hecho equilibrios para mantener la relación diplomática mientras trataba de asistir a la oposición venezolana. El último movimiento, llevado a cabo con el sigilo que exigen las negociaciones, ha sido sacar adelante el comunicado conjunto de los 27.
Este viernes por la mañana, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, reconoció ante los medios de comunicación que llevaban “muchas semanas” trabajando para “para establecer una posición común de la UE”. Y horas después ese trabajo se materializaba en una declaración de los Estados Miembros. Un texto que, según han confirmado fuentes de exteriores a este diario, ha “liderado” España, quien ha sido el principal impulsor.
Estos documentos nacen del consenso de todos los países y en el caso de Venezuela, se arranca afirmando que “millones de venezolanos votaron por un cambio democrático apoyando a Edmundo González Urrutia por una significativa mayoría, de acuerdo a las copias disponibles de las actas electorales” y se afirma que “Nicolás Maduro carece de la legitimidad de un presidente elegido democráticamente“. Pero en ningún momento se trata al líder de la oposición como presidente electo, un título que tan sólo Italia otorga al político venezolano, al que España no califica con ningún adjetivo que le acerque al ejecutivo del país.
El texto, avalado por la Alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, incide en que “las autoridades venezolanas han perdido una oportunidad clave para respetar la voluntad popular y garantizar una transición democrática transparente y con garantías para todos”.
Anuncia, además, “un nuevo paquete de sanciones selectivas contra 15 individuos responsables de socavar la Democracia“. Y denuncia asimismo que “desde el día de las elecciones, las autoridades venezolanas han endurecido la represión y el hostigamiento contra la oposición y la sociedad civil y sus familias, encarcelando a las voces disidentes y obligando a sus propios ciudadanos a vivir con miedo o a exiliarse”. “Más de 2.500 ciudadanos, incluidos menores de edad, fueron detenidos”, subraya. Pero no se hace ninguna referencia al secuestro de María Corina Machado.
En definitiva, el documento que el Gobierno sostiene que ha impulsado, y que ha salido adelante gracias a su empeño, ni reconoce a Edmundo González como presidente ni denuncia el secuestro y posterior liberación que la opositora María Corina Machado sufrió en la jornada del jueves. Una postura que está en línea con la del ministro de Asuntos Exteriores, que cuando ha sido preguntado por el régimen político que rige en Venezuela, se ha excusado afirmando que no es experto para calificarlo.
Sólo la ministra de Defensa, Margarita Robles, llamó al chavismo dictadura en una ocasión. A esta denuncia se sumó ayer la secretaria de Comunicación de Sumar, Elizabeth Duval, quien declaró que “desde la izquierda política, Venezuela es una dictadura“.
Pero no hay una posición fijada del Gobierno, que no se ha pronunciado en ninguna red social ni en público tras la investidura de Maduro y remiten al comunicado de la UE. Las fuentes diplomáticas consultadas insisten en que el liderazgo del Gobierno no ha sido solo para este texto, sino también para fijar una posición común sobre un territorio, el de Latinoamérica, en el que la voz de España efectivamente pesa mucho.
En los equilibrios del Gobierno respecto a Venezuela, Sánchez aceptó acoger a Edmundo González en la Embajada de España en Caracas. También concederle el carácter de asilado cuando solicitó salir del país, así como enviar un avión de las Fuerzas Armadas para proceder a su expatriación.
Sin embargo, una vez llegado a España, el trato dispensado a González dista mucho del que le han dado otros líderes durante su gira previa a la investidura. Pedro Sánchez se reunió con el opositor venezolano en los jardines de Moncloa, sin la presencia de su ministro de Exteriores ni la imagen de ninguna enseña nacional que diera idea de una relación bilateral. Ni siquiera hubo grabación de la reunión en el interior del palacio.
Tampoco Von der Leyen, sí Metsola
Otra voz relevante que ha evitado reconocer a Edmundo González como presidente o denunciar el secuestro de María Corina Machado es la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Ni una publicación en sus redes sociales, que es la forma en la que se está manifestando en los últimos días dada la grave neumonía que le aqueja y que le ha obligado a paralizar su agenda.
Roberta Mestola, en cambio, ha sido muy crítica en todo momento con el régimen chavista y este viernes se ha mantenido en esa misma línea. “Maduro debería estar ante la Justicia, no jurando ilegítimamente. La libertad debe prevalecer. Venezuela será libre”, ha publicado la presidenta del Parlamento Europeo en su perfil de X.
Agencias