Diga lo que diga la Unión Europea sobre la Ley de Amnistía, Junts nos habrá ganado dos veces: primero, al dividir a los españoles sobre Cataluña; segundo al dividirlos sobre Europa
NotMid 27/11/2023
OPINIÓN
JOSÉ IGNACIO TORREBLANCA
«Ahora son los españoles los que están divididos», ha dicho Laura Borrás, presidenta de Junts. Con toda razón. Y como ya vimos esta semana pasada en el Parlamento Europeo, no solo lo escenificamos ante toda la UE, sino ante el regocijo de Carles Puigdemont, el hombre que rompió Cataluña en dos y luego huyó para ahora observarnos con media sonrisa desde un escaño del Parlamento Europeo que nunca debió ocupar.
En la Unión Europea de hoy no hay asuntos internos de los estados: máxime cuando se trata de los valores fundamentales que la cimentan. Se acabó aquello de parapetarse detrás de la soberanía y acudir a la «no injerencia»: eso queda para dictadores y dictaduras. Nuestros constituyentes, en previsión de la adhesión de España a las (entonces) Comunidades Europeas ya dejaron una cláusula de integración en el artículo 93 de la Constitución. Y al ratificar nuestro Tratado de Adhesión y todos los tratados posteriores aceptamos la primacía del derecho europeo sobre el nacional.
El problema no es que las instituciones europeas examinen la Ley de Amnistía y su compatibilidad con los valores y principios fundamentales de la Unión: tienen derecho a hacerlo tanto la Comisión como el Parlamento y el Tribunal de Justicia de la UE. El problema es que, al igual que pasa en España, donde bien puede pasar que la Ley de Amnistía pase el filtro del Constitucional y aun así siga siendo una terrible idea, bien puede pasar que las instituciones europeas, sea por razones políticas o jurídicas, decidan convalidar la compatibilidad europea de dicha ley. Ello tendría un efecto que el PP quizá no ha calculado adecuadamente. Por un lado, desarmaría su estrategia de contestación política en España. Por otro, muy seguramente llevaría a su electorado a la desafección con una Europa que sentirían no habría amparado su causa. Diga lo que diga la Unión Europea, Junts nos habrá ganado dos veces: primero, al dividir a los españoles sobre Cataluña; segundo al dividirlos sobre Europa. Esa es la principal prueba de que la amnistía, constitucional o no, es una terrible idea que no debió nunca convertirse en una política. No es el lawfare la victoria de Junts, sino el Españafare y el Europafare.