Pekín despliega alrededor de la isla aviones que portaban misiles reales y que simularon ataques contra objetivos militares, mientras que los buques ensayaron un bloqueo naval
NotMid 24/05/2024
ASIA
En el CBD de Pekín, el distrito financiero de la capital política de China, hay una pantalla gigante donde el jueves estuvieron emitiendo durante todo el día vídeos de buques de guerra y aviones de combate rodeando a Taiwan. También pusieron varias veces un mapa difundido por la televisión pública en el que se señalaban cinco puntos alrededor de la isla donde el ejército chino estaba ejecutando el asedio.
En el barrio de Xintiandi de Shanghai, uno de los centros comerciales de la capital económica de China, se suelen proyectar anuncios de moda en pantallas instaladas en los edificios donde están las principales marcas de lujo internacionales. El viernes por la mañana, entre vídeos sobre las tendencias de la campaña primavera-verano se colaron un par de clics realizados por Inteligencia Artificial en los que se mostraban simulaciones de un ataque con misiles a Taiwan por mar y aire.
La propaganda bélica llegó hasta las calles de las dos principales ciudades del gigante asiático. El Gobierno chino parecía querer mandar un mensaje claro dentro de casa. “Si nos lo propusiéramos de verdad, en pocas horas podríamos bloquear Taiwan, cortar toda la entrada de suministros y obligar a sus autoridades a cumplir los deseos del pueblo chino”, suelta un funcionario del Ministerio de Exteriores chino. Una idea que gusta a los seguidores más nacionalistas, ansiosos por ver cómo cae la isla rebelde y el ejército cumple con la eterna promesa de “reunificación” en el estrecho de Taiwan.
Pekín desplegó el jueves y el viernes alrededor de Taiwan aviones que portaban misiles reales y que simularon ataques contra objetivos militares, mientras que los buques ensayaron un bloqueo naval. Se trataba de un gran ejercicio militar, sin fuego real como en ocasiones anteriores, pero que incluyó por primera vez una demostración de fuerza sobre las islas periféricas controladas por Taipei como Matsu y Kinmen, más cercanas a China continental y donde este año ha habido varios incidentes entre la guardia costera china y la taiwanesa.
Después de que en Taipei celebraran el pasado lunes la toma de posesión del nuevo presidente, el separatista Lai Ching-te, se esperaba una respuesta de Pekín con sus habituales juegos de guerra en el estrecho. Pero ha sorprendido la contundencia de unas maniobras que le sirven al Ejército Popular de Liberación (EPL) para presionar al nuevo líder en el reclamo de la soberanía sobre la isla que funciona de facto como un país independiente.
Desde el Ministerio de Exteriores de Taiwan aseguran que están tranquilos y acostumbrados a estas amenazas, y que estos simulacros lo único que hacen es reafirmar su defensa de la democracia, además de desnudar la estrategia del ejército chino en un futuro ataque real. Pero en Pekín también son conscientes de que estos ejercicios donde no ocultan los puntos críticos de la isla, sirven para recopilar información de inteligencia sobre la capacidad de respuesta inmediata de las fuerzas taiwanesas.
“Diseñados para rodear la isla de Taiwan tanto por el este como por el oeste, los ejercicios muestran la capacidad de ataque del ejército en todas las direcciones de la isla sin ningún punto ciego, formando una situación en la que la isla queda inmovilizada por todos lados”, explicaba Tong Zhen, investigador de la Academia de Ciencias Militares del EPL.
El Comando del Teatro del Este del EPL, la sección que supervisa el estrecho de Taiwan, es quien ha dirigido estos últimos juegos de guerra. Además de la fuerza naval y aérea, también ha participado la llamada Fuerza de Cohetes, que tiene bases repartidas por toda China y que cuenta con grandes arsenales de misiles balísticos de corto y mediano alcance, como el Dongfeng-17, que puede maniobrar a velocidad hipersónica (cinco veces la velocidad del sonido), lo que dificulta la detección de los sistemas de defensa antimisiles.
El jueves, el Ministerio de Defensa de Taiwan aseguró que había detectado 15 buques de la armada china, 16 de la guardia costera y 49 aviones de combate, de los cuales 35 cruzaron la línea media, la frontera no oficial que separa ambos territorios, acercándose a 24 millas náuticas de la costa taiwanesa.
“PROBAR LA CAPACIDAD DEL EJÉRCITO”
El viernes, el Ministerio de Defensa de China comunicó que el segundo día de ejercicios estaban centrados en “probar la capacidad de su ejército para tomar el poder y ocupar áreas clave”. También se informó que los aviones del EPL habían realizado ataques simulados contra buques extranjeros en el canal de Bashi, importante ruta del comercio marítimo que se encuentra entre Taiwan y Filipinas.
En el diario chino Global Times, varios analistas militares del EPL han hecho un resumen de las armas dirigidas hacia los “independentistas de Taiwan” que han participado en el simulacro:
“En el aire, el caza furtivo J-20 puede aprovechar su capacidad sigilosa y derribar la defensa aérea hostil, mientras que el J-16 puede lanzar una gran cantidad de municiones sobre objetivos terrestres; en el mar, el destructor de misiles guiados Tipo 052D puede tomar el control y bloquear el acceso marítimo a la isla, mientras que el Tipo 071 puede transportar tropas de desembarco fuertemente equipadas para cruzar el estrecho; el misil balístico de corto alcance DF-16A puede realizar ataques de precisión contra objetivos militares y políticos de alto valor, y el sistema modular de lanzamiento múltiple de cohetes de largo alcance puede garantizar la superioridad del fuego de artillería”
Estos han sido los terceros simulacros de guerra más grandes alrededor de Taiwan desde agosto de 2022, cuando el ejército chino llegó a lanzar misiles balísticos que sobrevolaron la isla como respuesta a la visita a Taipei de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi. En abril de 2023, cuando la ex líder taiwanesa Tsai Ing-wen viajó hasta California para reunirse con el también entonces presidente de la Cámara, Kevin McCarthy, en Pekín ensayaron el lanzamiento de aviones de combate desde portaaviones.
Los ejercicios de este mes de mayo, de menor intensidad que los otros dos, se han centrado sobre todo en practicar un bloqueo total que aísle a Taiwan de una rápida asistencia de su principal aliado, Estados Unidos. Los ataques simulados desde el aire también han ido dirigidos especialmente a la costa este de la isla, que se encuentra al otro lado de una cadena montañosa y que apenas cuenta con espacios para un desembarco anfibio. Por ello, Taipei fijó allí la parte más importante de su infraestructura militar, la misma a la que estos dos últimos días ha apuntado el poder destructivo de China.
Agencias