NotMid 15/07/2023
La Noticia en Mil Idiomas
Viena ha sido desde el final de la Segunda Guerra Mundial uno de los lugares favoritos de los espías. Pero ahora el número de agentes, sobre todo rusos, está fuera de control. Apunta Financial Times que desde la invasión de Ucrania, la capital austriaca está viviendo una ‘segunda juventud’ en materia de inteligencia y espionaje. Allí están la sede de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, la OPEP que controla la producción de petróleo y varios órganos de la ONU, pero históricamente los gobiernos han hecho la vista gorda ante la presencia masiva de agentes extranjeros, al menos mientras no tuvieran como objetivo al propio país. Hay más de 180 presuntos diplomáticos rusos acreditados, un número disparatado, pero también de China, Israel, Arabia Saudí o Irán.
Ahora, el Parlamento está intentando endurecer la legislación para castigar el espionaje, pero no está siendo sencillo. Y mientras, sus socios europeos están sistemáticamente dejando a sus colegas austriacos al margen del intercambio de información, por miedo a lo que consideran inevitables filtraciones sistémicas.