Siete años después de un asesinato que conmocionó al país petrolero, se estrenará el documental ‘Óscar, el hombre más buscado de una nación’. La madre del difunto fue invitada a la ‘coronación’ presidencial de Trump
NotMid 24/01/2025
MUNDO
«Tengo tres días llorando, los ojos hinchados, el ánimo… El trailer del documental recordó algo que nunca hemos olvidado. Y no sólo a mí, muchos de quienes lo han visto no creían que Óscar fuera tan valiente, tan humano», confiesa Aminta Pérez a Crónica en medio del viaje que la lleva desde la localidad que la acoge en Estados Unidos hacia Washington.
La madre de Óscar Pérez, el emblemático policía rebelde ejecutado por las fuerzas chavistas, fue una de las invitadas de Donald Trump a su toma de posesión. Justo cuando se han cumplido siete años de la masacre del Junquito, a las afueras de Caracas, cuando mil agentes de los cuerpos especiales de la revolución rodearon la vivienda en la que se ocultaba Óscar Pérez con sus seis compañeros de lucha.
El documental que cita Amina es Óscar, el hombre más buscado de una nación, del cual se han visto las primeras imágenes y cuyo estreno está previsto para el 27 de junio, el día que el policía rebelde se dio a conocer al mundo sobrevolando con un helicóptero el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), uno de los principales martillos contra la democracia, para lanzar una bomba de sonido, que rompió algunos cristales.
La avanzadilla de la película llega además en el momento en el que Pérez ha reaparecido en el imaginario colectivo de los venezolanos. La coronación fraudulenta de Maduro del 10 de enero y los intentos fracasados de que Edmundo González Urrutia, ganador electoral y quien debería estar hoy en el Palacio de Miraflores, volviera a Venezuela han dado por terminado un ciclo político y electoral para la gran mayoría de los venezolanos. O se consigue un quiebre interno de los militares que resquebraje el muro de la dictadura o el país petrolero no recuperará la democracia tan añorada. La otra solución de la que se ha hablado estos días, una intervención extranjera, parece hoy un deseo imposible para una buena parte del país.
«Óscar es el ángel de la resistencia», añade otro luchador, Luis Armando Pérez, hermano mayor de Óscar, que sigue buscando justicia desde su exilio en España. Una resistencia que sigue activa y que ha vuelto a tomar importancia tras el megafraude electoral de la revolución y la represión que ha llevado a prisión a más de 2.000 personas inocentes.
Precisamente uno de los militares rebeldes seguidores de Óscar Pérez era el teniente Ronald Ojeda, secuestrado en su vivienda en Santiago de Chile por un comando a las órdenes de un enviado de Caracas, que le torturó, le ejecutó y le enterró bajo una tonelada de cemento y dentro de una maleta. A 7.000 kilómetros de su país.
Todo lo ocurrido en aquella mañana de enero forma parte de la historia de Venezuela. Pese a que no dispararon ni una sola vez y pese a que negociaban su rendición, las tropas bolivarianas ametrallaron y bombardearon la casa del Junquito mientras Óscar Pérez transmitía el asedio a través de las redes sociales. Esa era la orden de Nicolás Maduro.
Ya malheridos, en medio de la destrucción, el piloto de helicóptero más famoso del país, protagonista incluso de una película sobre la Policía; el funcionario de Contrainteligencia Militar José Alejandro Díaz Pimentel; el militar Abraham Agostini; el periodista Daniel Soto; los guardias nacionales Jairo y Abraham Lugo (hermanos) y la enfermera Lisbeth Ramirez, novia de uno de los hermanos y embarazada de varios meses, fueron rematados con varios tiros de gracia. Así lo desveló Crónica con una impactante investigación que dio la vuelta al mundo.
Gracias a esta mezcla de thriller político y emocional, Óscar, el hombre más buscado de una nación dará a conocer pasajes inéditos del rebelde y testimonios desconocidos. Queda por medir cuál es el legado que ha dejado hoy para su país quien mucho tiempo antes dio su vida en busca de un levantamiento popular que tumbara al mismo gobierno que le mandó matar.
«Si mi hermano estuviera vivo, esa gente ya no estaría en el poder, no habría más elecciones fraudulentas. Sucedió lo que sucedió (la matanza) por falta de dinero, porque Óscar (agente estrella en operaciones especiales) tuvo que acudir a personas no idóneas en busca de tecnología. Eso permitió que se filtrara información. Hubiera catalizado la lucha contra los opresores y Venezuela sería hoy un país distinto», concluye Luis Armando Pérez para este suplemento.
Uno de los viejos planes de la resistencia en el exterior pasa por utilizar a militares rebeldes en el exilio para conformar un cuerpo armado que se enfrente al poder, incluso se ha tratado como propuesta a distintos organismos internacionales. «Hay militares en el exilio dispuestos a luchar contra la dictadura», insiste el hermano de Óscar Pérez.
«Y no queda de otra, hay que seguir luchando. Hay otros héroes como mi hijo, ahora olvidados, como Juan Carlos Caguaripano», asegura Aminta. Este capitán insurrecto de la Guardia Nacional Bolivariana tomó en 2017 el Fuerte Paramacay, uno de los cuarteles militares más grandes del país. Capturado semanas más tarde, ha sufrido todo tipo de torturas en prisión. Actualmente está recluido en la prisión del Rodeo 1, con malos tratos constantes y en condiciones inhumanas, junto a otros militares emblemáticos, como el capitán Antonio Sequea, quien liberó a Leopoldo López en 2019.
Si en alguien ha impactado las primeras imágenes del documental es en los tres niños de Óscar Pérez, quienes huyeron del país cuando su padre se rebeló y viven refugiados en EEUU, el mayor cercano a la adolescencia. En uno de sus últimos vídeos se dirige a ellos, a esos pequeños a los que prometió que volverían a un país libre, «lleno de oportunidades para todos». Y ese fue el mensaje que dirigió antes de morir a su propia madre para que cuidara de sus nietos: «Mamá, quédate con los niños, abrázalos y bésalos por mí».
Semanas antes, Óscar advirtió a su familia, que estaba escondida en México, que agentes chavistas estaban tras sus pasos y los iban a capturar. Salieron huyendo de madrugada, escondidos en un camión, y así llegaron hasta el paso fronterizo de San Isidro, con EEUU, el mismo que intentan cruzar los migrantes para llegar al sueño americano.
Pese a los años transcurridos, las amenazas continúan. «Armando, cuídate, nos están buscando», se despidió Aminta de su hijo antes de proseguir su viaje a la Casa Blanca.
Agencias