La estrella de ‘Friends’, quien había luchado con varias adicciones, murió el 28 de octubre en su residencia de Los Ángeles
NotMid 16/12/2023
Estilo de Vida
Matthew Perry, la estrella de Friends, falleció por los efectos provocados por la ketamina, una droga consumida por su poder terapéutico y también de forma recreativa. Es la conclusión principal que la Oficina del Forense de Los Ángeles ofrece sobre una de las muertes que más han conmocionado en 2023. El actor de 54 años falleció en su residencia el pasado 28 de octubre. Muchos habían especulado sobre lo que provocó la muerte de Perry, quien fue encontrado inconsciente en el jacuzzi de su casa. Las autoridades creen que la droga provocó que se ahogara. “La muerte ha sido calificada de accidental”, indica el forense en el documento.
Perry había lidiado con las adicciones al alcohol y los barbitúricos durante toda su vida adulta, según confesó él mismo en sus memorias, publicadas el año pasado. El sábado de su muerte, el actor que interpretó a Chandler Bing había jugado al pickleball durante dos horas en un club cercano a su residencia en el barrio de Pacific Palisades. La policía de Los Ángeles lo halló sobre las 16.00 después de una llamada hecha por su asistente.
La autopsia se realizó un día después, el domingo 29 de octubre. Las primeras pruebas efectuadas al cuerpo descartaron que la causa de muerte fueran las metanfetaminas o el fentanilo, el potente opiáceo sintético que ha provocado una epidemia en Estados Unidos, cobrando incluso la vida de varias celebridades como Prince o Michael K. Williams, uno de los protagonistas de The Wire. El documento hecho público este viernes confirma que Perry no tenía en su organismo sustancias como alcohol, cocaína o heroína. Ninguna sustancia ilícita se encontró en su casa.
El forense asegura que Perry llevaba 19 meses sobrio. El actor se sometía desde hace tiempo a una terapia de infusión de ketamina, una droga utilizada en tratamientos terapéuticos y aprobada desde 1970 por la FDA, el regulador de productos médicos y alimentos. Desde 2019 puede encontrarse en un spray nasal conocido como Spravato y es administrada en cientos de clínicas en todo el país. El protagonista de Friends la consumía para combatir la depresión y la ansiedad. La última terapia de Perry antes de su muerte fue una semana y media antes de su muerte, según el informe.
El actor recurrió de manera constante a este tratamiento con ketamina. El actor acudía a una sesión día sí y día no. Un médico opinó en abril de este año que no era necesario que este fuera tan frecuente. El documento no especifica que rutina tomó Perry tras el consejo del terapeuta. Los forenses creen que el remanente de la droga hallada en el estómago no pudo haber sido de la última sesión, pues la vida media de la sustancia en el organismo “es de tres o cuatro horas, o incluso menos”. El cuerpo tenía en la sangre un nivel similar a la de la anestesia general en una operación.
Las autoridades afirman que los rastros de ketamina en el torrente sanguíneo de Perry le provocaron una sobre estimulación cardiovascular y problemas en la respiración por los líquidos que le entraron en los pulmones. En su organismo, los forenses también encontraron buprenorfina, una sustancia legal que es utilizada por los médicos para el tratamiento de la dependencia de los opiáceos. El informe también indica que el intérprete fumaba dos paquetes de cigarrillos al día y tenía diabetes.
Matthew Perry y Matt LeBlanc, en un episodio de la serie ‘Friends’.NBC (VIA GETTY IMAGES)
Perry admitió en sus memorias, Amigos, amantes y aquello tan terrible, del gusto que desarrolló a los tratamientos con ketamina. “Se utiliza por dos motivos: para reducir el dolor y para la depresión. Es como si tuviera mi nombre, la podrían haber llamado Matty”, escribió el actor. “La ketamina se sentía como una gran exhalación. Me llevaban a una sala, me sentaba, me ponía los audífonos para poder escuchar música, me cubrían los ojos y me colocaban una sonda intravenosa”, añadió. La experiencia, afirmó, lo ayudaba a desentenderse de la realidad.
En el libro, Perry admite que en su peor momento, mientras se emitía la exitosa serie de comedia en todo el mundo, él era un adicto que tomaba 55 pastillas de Vicodin al día, un analgésico que se deriva de un opiáceo. La dependencia le hizo perder peso hasta marcar 58 kilos en la báscula. “No sabía como parar”, afirmó la estrella televisiva, quien supo entonces que había tocado fondo. Después de aquello dejó las sustancias ilícitas y se consideró un tipo “bastante sano”
Agencias