Al respaldo a la gestión de Moreno Bonilla se le une el voto de castigo al Gobierno de Sánchez
NotMid 12/06/202
EDITORIAL
Desde algunas esferas políticas y mediáticas vinculadas al Gobierno se lleva meses tratando de limitar estas elecciones andaluzas a términos exclusivamente autonómicos. Durante cuatro décadas Andalucía ha representado el músculo del PSOE a nivel nacional y ahora se minimiza la importancia de un granero de envergadura histórica para el socialismo -alimentado, eso sí, por la corrupción- porque a tenor de los estudios demoscópicos más rigurosos e incluso de la cocina del CIS los resultados de las urnas serán nefastos para sus intereses. Y así lo vuelve a poner hoy en evidencia el panel de Sigma Dos para EL MUNDO que publicamos en nuestras páginas.
Los datos no sólo confirman la reválida de Juan Manuel Moreno Bonilla, que es el único de los candidatos que recibe la aprobación de los votantes; además, si hoy se celebrasen elecciones, la derecha dominaría a la izquierda: aglutinaría el 55,9% de los votos. Se trata de un movimiento electoral revelador, y que invita a leer entre líneas, porque esta cita regional también constituye una primera vuelta de las futuras elecciones generales. El electorado respalda la gestión de la actual Junta -más de la mitad la considera buena o muy buena- y también es consciente de lo que supone el candidato del PSOE, Juan Espadas: la reproducción del modelo político y económico que aplica Pedro Sánchez para España desde La Moncloa. Por ello el propio Sánchez no se ha prodigado en Andalucía. Su presencia es la presencia del presidente de un Gobierno en debilidad; interna, por sus cuitas; doméstica, por su inoperatividad a la hora de revertir la compleja coyuntura económica; y exterior, como muestra el enésimo capítulo de la crisis diplomática con Argelia.
Este triunfo de la derecha se produce incluso con la posibilidad de que Cs no se integre en el arco parlamentario, tal es la carencia de vigor de la izquierda. El PSOE pierde el liderazgo en provincias como Sevilla, en cuya capital ostentaba la alcaldía hasta hace meses el propio Espadas. Fuera del socialismo, las divisiones existentes son fuertes y los votantes desconocen la naturaleza de algunos partidos. A espera de saber cómo se podrá configurar el Gobierno, hay una mayoría de andaluces que opta por la derecha como defensora de un modelo responsable frente al agotamiento y los errores del Ejecutivo de Sánchez.